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1. A partir del debate entre apocalípticos e integrados, reflexiona sobre los riesgos y
oportunidades que apuntan la 1a lectura de Livingstone en relación a la Sociedad de
la Información. ¿Qué papel debe jugar el centro educativo en la socialización del o la
menor en las cuestiones planteadas por Livingstone y, especialmente, en la
prevención de situaciones de violencia, abuso o asedio?

En primer lugar, y a título personal, creo que este debate en el año 2015 está fuera
de lugar en tanto que uno no puede huir de la nuevas tecnologías su uso a cualquier nivel
—ya sea escolar, en casa o en el trabajo—. Con esto me refiero a que las TIC se han
integrado de tal manera en nuestras vidas que debatir si se tienen que emplear en el aula
o no, no tiene sentido alguno puesto que ya se están empleando cada vez más. En este
sentido, es interesante fijarse en la figura de aquellos profesores a los que clasificamos
como “apocalípticos”. Grosso modo, incluiríamos en esa categoría a profesores que no es
que se resistan al uso de las TIC en tanto que las consideran algo nocivo para el
aprendizaje sino que las encuentran tan alejadas de su realidad personal y social que no
saben como encajarlas en su clases. Teniendo en cuenta el salto generacional, lógico por
otra parte, entre profesores y alumnos es normal que haya profesores clasificados como
“apocalípticos” en el sentido que se encuentran frente a un aula cuyos integrantes tienen
más dominio de las TIC que ellos. En el artículo de Livingstone se habla sobre la
educación de nuestros jóvenes en el uso correcto de las TIC, sin embargo cómo
queremos educarles si gran parte del profesorado no sólo no sabe como usar estas

nuevas tecnologías sino que, hasta cierto punto, les tiene miedo. Teniendo esto en
cuenta, estaremos de acuerdo con Livingstone acerca de educar sobre el uso de las TIC a
nuestros alumnos, pero para ello hay también que acercarlas a todos aquellos
“apocalípticos” que rehuyen las TIC para que puedan integrarlas en sus aulas.
Una vez visto esto, entendemos que el centro educativo es fundamental para
prevenir situaciones peligrosas o comprometidas. Es fundamental en el sentido que
nuestros jóvenes pasan muchas horas en el centro por lo que es un buen lugar para
educarles en el uso de las TIC, no sólo como una herramienta de trabajo, también como
algo que pueden usar —y que usarán en su día a día—. En el texto de Martínez, B. &
Niemelä, R. se dice que “el rendimiento del alumnado y su aprendizaje está influido por
las interacciones con los agentes sociales (profesorado, familiares, miembros de la
comunidad, grupo de iguales y otros) involucrados en su educación” (Martínez, B. &
Niemelä, R. 2010). Estamos completamente de acuerdo con esta afirmación, sin embargo
cómo podemos educarles en las TIC si ni los mismos educadores y familiares no saben

usarlas de manera correcta. Es en este punto donde nos tocaría hablar de aquellos
profesores que catalogamos como “integrados”. Este colectivo queda definido por dominar
el uso de las TIC y por lo tanto es fundamental para acercarlas a nuestros alumnos y
mostrarles el buen uso de éstas. Si bien estaremos todos de acuerdo en que el papel de
estos “integrados” es clave para evitar situaciones de riesgo entre nuestros jóvenes en

relación al uso de internet, esto no debe implicar el hecho de huir de otras prácticas
educativas, que puedan considerarse “antiguas”. En este sentido, creo que está bien
integrar y educar sobre el uso de las TIC pero sin dejar a un lado otras formas de
aprender que también son útiles.
A modo de conclusión para esta cuestión, creo que es interesante abordar lo que
Aristóteles asoció con la virtud, que no es otra cosa que el término medio. Con esto quiero
llegar a que tanto la figura del profesor “apocalíptico” como la del “integrador” me parecen
extremos. Teniendo esto en cuenta, personalmente creo que hay encajar estos dos tipos
de maestro para así poder educar y enseñar sobre el uso correcto de las TIC tanto a nivel
escolar como en la vida diaria, pero sin dejar a un lado otros métodos de enseñanza que,
aunque puedan parecer antiguos, pueden encajarse en la vida escolar de nuestros
jóvenes para así conseguir una educación lo más completa y integradora posible;
alcanzando un buen nivel a nivel de competencias pero también usando las TIC de forma
correcta y no como el arma de doble filo en la que pueden convertirse si no se usan como
es debido.

2. En relación al fragmento expuesto, ¿qué retos plantea el nuevo paradigma social en el
sistema educativo?
Este fragmento nos plantea una serie de medidas muy interesantes a nivel
educativo y social. Considero interesantes estas medida en tanto que intentan “sacar” la

educación fuera de las aulas. Es decir, que estas medidas lo que pretenden es que una
vez acabado el horario escolar no se deje de aprender en tanto que hay una serie de
hábitos que se transmiten y se mantienen fuera del aula y cuya finalidad va más allá del
marco académico ya que aporta unos valores a nivel social y de convivencia. En este
sentido, son unas medidas que podríamos catalogar de transversales puesto que lo que
hacen es que la educación no sea algo que sólo se sostiene en un pilar, sino que se
reparte entre varios de manera que es más efectiva. El pilar que sostiene ahora la
educación no es otro que los profesores, pero a veces un sólo pilar no es suficiente y se
necesitan otros como son la familia o otros miembros de la comunidad en la que esta

inmerso el alumno. De acuerdo con esto, si fundamentamos la educación en estos pilares
que aquí nombro así como se nombran en el artículo de Martínez, B. & Niemelä, R., será
una educación consolidada sobre una base más sólida de manera que será mucho mas
eficiente que si una vez salidos del aula ya no estamos inmersos en este contexto de
educación y aprendizaje.
Estaremos de acuerdo en que es necesario incluir a las familias en este proceso de
educación puesto que hay ciertos hábitos (como el de lectura) que son más fáciles de
adquirir si uno lo ve en casa, en su vida diaria, que si se lo intenta transmitir un profesor
unas pocas horas a la semana. Aún así, tenemos que se realistas y pensar que no es algo
fácil hacer que las familias participen en el día a día de la educación de sus hijos. Primero,

como ya apuntan Martínez, B. & Niemelä, R. al decir que hay que educar primero a las
familias en estos hábitos de lectura y trabajo para que puedan transmitirse a sus hijos,
cosa que no es para nada sencilla. No es nada fácil lograr esto, puesto que hay que
pensar que el contexto social y laboral de muchas familias no permite que estas se
impliquen y participen en la vida educativa de sus hijos.
En el artículo también se habla de que las familias participen y tengan cierto poder
de decisión. Este aspecto es algo extremadamente necesario principalmente por dos
motivos. En primer lugar, puesto que son las propias familias del barrio en el situamos el
centro las que conocen el contexto social en el que se encuentran sus hijos y en el cual se
enmarcan sus vida de manera que ellos saben cuales son las necesidades que priman en
el barrio y en la educación y futuro de sus hijos. El otro aspecto importante para entender
la importancia de la participación de las familias, que no aparece en el artículo pero no por
eso es menos importante, es el hecho que las instituciones públicas que se encargan de
la educación son instituciones que se encuentran fuera de la realidad social de todas
estas familias y de todos estos jóvenes que pueden estar en riesgo de exclusión social.
Teniendo esto en cuenta, tenemos que plantearnos que cómo vamos a hacer que las
familias participen en la vida educativa de los hijos si aquellas instituciones públicas que
que se encargan de la educación no conocen la situación social y económica de las
familias cuya implicación piden.


3. En relación a la 2a lectura (el artículo de Flecha & Soler a la Cambridge Journal of
Education o el informe del proyecto INCLUD-ED del 6o programa marco de la Comisión
Europea) reflexiona sobre el impacto que las diferentes actuaciones educativas
abordadas durante la asignatura pueden tener éxito o fracaso educativo (especialmente
referente a la organización del aula y de los recursos).

En las segundas lecturas se hace hincapié en algunos de los aspectos que
aparecen en el texto de Martínez, B. & Niemelä, R. El proyecto INCLUD-ED es un
proyecto muy interesante en cuanto al estudio que realiza sobre el el estado en que se
encuentra la educación actualmente. Con esto me refiero a que este proyecto hace un
muy buen diagnóstico del estado en que se encuentra la educación a nivel europeo y
advierte de ciertos patrones que se repiten en varios países en cuanto al fracaso escolar.
Por otra parte, creo muy acertado que no sólo tenga en cuenta los resultados académicos
que aparecen en informes como puede ser el PISA por ejemplo; es decir que también
estudia los cambios en materia de ley educativa o las medidas que se toman en favor de
la inclusión social. Entendemos que este estudio previo es básico para poder establecer
que medidas tenemos que tomar para intentar crear una escuela más inclusiva e
igualitaria. De acuerdo con esto, no podemos obviar que el hecho de crear una escuela
inclusiva es algo necesario para aquellos grupos en riesgo de exclusión social que como
bien dice el texto son mujeres, inmigrantes y minorías, personas con discapacidad y

jóvenes en ambientes susceptibles de caer en exclusión social. Por otra parte, también
estaremos de acuerdo con el hecho de que separar por niveles a cualquier edad es un
error en tanto que marca el futuro de los mismo alumnos puesto que aumenta las
diferencias entre los mismos alumnos. En muchos casos, esto también se traduce en
desigualdad económica y social en tanto que esos alumnos con menos recursos son lo
que acaban segregados a niveles inferiores de manera que se aumentan las barreras que
ya tenían antes y que les dificulta, cada vez más, el salir de la situación de exclusión en la
que se encuentran. En este punto, es interesante pensar que desde instituciones
europeas se quiera eliminar estas diferencias sociales y económicas mediante la
educación cuando, desde estas misma instituciones, se promueven medidas económicas
neoliberales que favorecen esas desigualdades que se pretenden combatir y erradicar.
Esta dicotomía entre las medidas a nivel educativo y económico, nos lleva a otro
aspecto interesante en relación a lo que aquí estamos discutiendo. Me estoy refiriendo a
algo que ya he comentado anteriormente: la distancia entre las instituciones publicas y la
realidad social de nuestros alumnos y sus familias. En el texto de Martínez, B. & Niemelä,

R. se menciona el tema de las familias y como estas deberían incluirse en el proceso
educativo de nuestros jóvenes, desarrollado en el proyecto INCLUD-ED. En ambos textos
se habla de la necesidad de incluir a las familias en el contexto educativo, aún así
personalmente creo que es algo muy difícil de conseguir y más aún cuando hablamos de

contextos sociales vulnerables. A lo que me estoy refiriendo con esto, es que una familia
que se encuentre en una situación económica y social complicada probablemente tenga
otras necesidades y prioridades antes que entrar en un programa de alfabetización para
adultos o involucrarse en los órganos de decisión del centro. Con esto no quiero decir que
no estén interesados en la mejora cualitativa de la educación de sus hijos. Lo que quiero
decir es que, imaginemos una hipotética familia en las condiciones de las que hablan
estos textos —situación económica y contexto de exclusión social—, probablemente se
vean obligados a trabajar un gran número de horas que no les permita esta implicación de
la que aquí estamos hablando. Y en el caso de que no tengan trabajo, probablemente
pasen gran parte del tiempo en busca de este trabajo. Volviendo al tema de la distancia
entre institución y realidad social, podemos ver que las medidas que se proponen en el
proyecto INCLUD-ED pueden llevarse a cabo en aquellos barrios y por aquellas familias
que no se encuentren en este contexto social y económico complicado de manera que
puedan permitirse implicarse en la educación de sus hijos en tanto que ya tienen
asegurada su manutención.
A modo de conclusión para la pregunta número 3, si bien estoy plenamente a favor
de las medidas que aquí se proponen, creo que hay que tomar otras medidas antes. En
este sentido, creo que hay mejorar la situación económica de muchos barrios de Europa
que se encuentran en situación de exclusión y con un alto porcentaje de fracaso escolar
para así poder permitir esta implicación familiar en el centro escolar de la zona puesto que

son estas familias las que conocen las necesidades de la gente que habita en el mismo
contexto en el que ellos se encuentran.

4. Relacionad las ideas del fragmento, con los contenidos trabajados en clase sobre la
igualdad de oportunidades y la igualdad de resultados. ¿Qué relación hay entre los
itinerarios educativos y las oportunidades de participación en sociedad? En qué se deben
basar las prácticas educativas para garantizar su eficiencia y equidad?

En primer lugar, tenemos que definir a qué nos estamos refiriendo cuando
hablamos de itinerarios educativos para entender cuál es su utilidad a la hora de analizar
resultados. Con estos itinerarios estamos hablando de lo que hemos definido como

“itinerarios transformadores”; itinerarios que están basados en la interacción no sólo con
los alumnos y el centro, pero también con el contexto social en el que se sitúa el alumno.
Con esto nos referimos a la necesidad de adaptar la educación a las necesidades de cada
contexto para que así sean lo más equitativas e igualitarias posibles con la finalidad de
conseguir, no sólo una equidad a nivel de centro educativo, sino también a nivel de
contexto social y educativo. De acuerdo con esto, hay una serie de medias inclusivas
cuya intención es no sólo la equidad dentro del aula sino también a nivel de zona, barrio o
sea cual sea el contexto social en el que se encuentre el alumno. Un ejemplo de lo que

aquí estamos hablando sería, por ejemplo, en todo aquello que implique la segregación
racial en tanto que ésta lleva implícito unas consecuencias a nivel tanto educativo como
de integración en el nuevo contexto social en el que se encuentran. En este sentido hay
que apoyar la heterogeneidad dentro del aula y no la segregación para conseguir los fines
sociales y educativos que se pretenden.
Sin embargo, y siendo realistas, estamos frente a unas medidas que, aún que muy
optimistas, necesitan de un aumento de personal docente con el aumento de recursos
económicos que ello implica. Como ya hemos apuntado antes, estas medidas no casan
con las políticas económicas europeas que favorecen los recortes en materia de
educación y otras medidas sociales. En este sentido, no creo que las medidas que se
pretendan llevar a cabo para lograr esta inclusión social sean compatibles con las
medidas económicas que desde las altas instituciones propias de cada país y del conjunto
de la Unión Europea. Teniendo en cuenta este aspecto económico, tenemos que pensar
en la otra iniciativa pretende alcanzar la equidad: nos referimos a la incorporación de las
familias en la vida educativa de sus hijos en el contexto social en el que se encuentra el
centro educativo. Estaremos de acuerdo en que esta iniciativa es muy optimista, pero
como ya hemos apuntado anteriormente, la encontramos fuera de la realidad en tanto que
muchas familias no disponen del tiempo necesario para asistir como voluntarios en tanto
que tienen que dedicar ese tiempo a trabajar.
Otro aspecto que es necesario para acabar con estas desigualdades y que, hasta

cierto punto, es más realista y factible que incluir a las familias en la vida educativa es la
creación de currículum individualizado. Estas medidas pueden implementarse sin la
necesidad de invertir una gran cantidad de dinero puesto que el trabajo de crear
curriculum individualizados recae en el profesorado del centro. Teniendo esto en cuenta,
tenemos que confiar en la dedicación de cada centro y cada profesor puesto que son
estos los que tienen que hacerse cargo de este trabajo añadido. Si bien son medidas que
resultarían muy útiles para integrar a aquellos alumnos con dificultades requieren una

cantidad de trabajo muy grande —si se quiere llevar a cabo correctamente—, y en este
sentido, probablemente necesiten también de una ayuda económica y de personal que no
se si podría hacer debido a los recortes que se están produciendo en materia de
educación.
Como conclusión hay que destacar algunos aspectos. Todos estaremos de acuerdo
en que hay muchas medidas que nos ayudarían a reducir la desigualdad social a través
de la educación. Claro está, que todas estas medidas tienen que venir acompañadas de
inversiones económicas por parte del estado y de Europa; inversiones que por ahora no
se están dando debido a los recortes en educación. Llegados a este punto, tendríamos
que plantearnos que si realmente queremos llevar a cabo estas medidas inclusivas
deberíamos reorientar las inversiones en materia de educación para así poder acabar con
estas desigualdades.