BIOGRAFIA DE THOMAS ALVA EDISON

BIOGRAFÍA DE THOMÁS ALVA EDISON
INVENTOR ESTADOUNIDENSE.
Desde que era un niño era llamado Al, y se lo recordaba como un muchachito feliz, alegre y
simpático, pero distraído y obstinado. Su padre, era fabricante de durmientes para
ferrocarril, decidió trasladarse a Ohío con toda su familia. En la escuela primaria sus
maestros no le tenían mucha simpatía y lo consideraban un mal estudiante, capaz sólo de
calentar los bancos de la clase.
Con su madre tenía una muy buena relación, y él la recordaba como “comprensiva ,
cariñosa y su mejor maestra” y según sus biógrafos tuvo una influencia muy destacada en
la vida de su hijo, pues es probable que sin ella hubiera sido un hombre ignorante,
incomprendido y desdichado. Cuando pesaba por fracasos escolares su madre siempre
estaba ahí presente para ayudarlo y así con tiempo logró terminar su carrera inicial.
Siempre vivió con sueños, imaginando con distintos inventos y sistemas mecánicos para
agilizar procesos industriales u personales. Era de una personalidad incansable, entusiasta,
sabía que las ideas, para dar su fruto, deben apoyarse en la investigación científica más
cuidadosa y perfecta. Trabajó tesoneramente. Deseaba adquirir y leer todos los libros
científicos necesarios para sus anhelados experimentos.
Se convirtió en vendedor de frutas y más adelante se presentó en las oficinas de la
compañía ferroviaria donde trabajaba un amigo de su padre, diciéndole: “No aspiro a un
puesto, deseo sólo una autorización para vender diarios y alimentos en los trenes.” Días
más tarde llegaba la autorización anhelada, para la línea Port Hurón-Detroit. Este

mejoramiento económico hizo que Edison pueda acceder a buena literatura para sus
intereses y haga de los mas variados experimentos con mezclas, frascos de química,
imanes, probetas y toda clase de aparatos para la ocación.
Mas tarde su padres cedió una parte del sótano para laboratorio, y así colmó uno de los
mayores deseos de su hijo. Un acontecimiento que casi le cuesta la vida debía turbar la
dicha del futuro sabio. La compañía le permitió instalar, en un coche furgón, una pequeña
imprenta para la publicación del “Weekly Herald” cuya dirección, redacción y
compaginación estaban completamente a su cargo. Este semanario publicaba las noticias de
la guerra entre norteños y sureños, recogidas en Detroit. Al bajar para vender —al precio de
3 centavos el ejemplar— la ultima edición, no advirtió que el tren se había puesto en
marcha. De un salto trepó al estribo del último coche, quedando suspendido. Imposibilitado
para mantenerse mucho tiempo en esa posición acrobática, debió su salvación a la rapidez
de un empleado que lo ayudó a entrar en el vagón, pero que desgraciadamente lo golpeó en
el oído. El salvamento le produjo una mastoiditis que determinó en el joven una
semisordera incurable. Aceptó ese contratiempo con resignación, pero tuvo que renunciar al
puesto.
Cierto día salvó la vida de un niño que estaba sobre los rieles, a punto de ser atropellado
por un tren. Ese acto de arrojo le valió la gratitud y el afecto del padre de la criatura que en

ese entonces era telegrafista en Port Hurón y que le dijo: “Lo que yo puedo hacer por ti es

enseñarte mi oficio. Cuando lo conozcas te será mucho más fácil conseguir un buen
empleo.”
Mientras aprendía el alfabeto Morse, Edison vivía fascinado, entusiasmado, por el
funcionamiento de la máquina. Un año después lo veremos en su primer puesto de
telegrafista de Cincinnati. Seguidamente se trasladó a Boston. A la edad de 22 años (1869)
vivía en Nueva York y trabajaba en una compañía importante. Un día se produjo un
desperfecto en el aparato transmisor. Edison se ofreció para repararlo y cumplió tan
brillantemente su tarea que fue nombrado consejero técnico.
Durante este nuevo período de su vida inventó un registrador eléctrico para los votos
parlamentarios que, sin embargo, no obtuvo el éxito esperado; pero, incansable en sus
investigaciones, inventó otra máquina que reemplazó al anticuado indicador telegráfico de
las cotizaciones de valores. Esto le produjo 40.000 dólares de ganancia que le permitieron
abandonar su empleo y abrir un laboratorio en Newark.

INVENTOS

FONÓGRAFO
Se trata de las grandes hazañas de Edison, su invento más original. Le permitió grabar y
reproducir sonidos. Solicitó la patente el 24 de diciembre de 1877 y fue concedida el 13 de
febrero de 1878. Con el correr de

los años le hizo modificaciones.
LÁMPARA INCANDESCENTE
En 1879 consiguió desarrollar su lámpara de iluminación con una bombilla al vacío y un
filamento de algodón. Luego concretó otras innovaciones. Fue uno de los inventos que lo
hicieron famoso en el mundo.