Impactos sobre el medio social

2) Impactos sobre el medio social

Finalmente y como señaláramos en la introducción los impactos urbanos sobre el medio natural terminan repercutiendo en el medio social y cultural. Algunos de los aspectos mas importantes son los siguientes:

• Impacto sobre el paisaje

Paralelamente, la presión urbana en las ciudades más importantes, deficitarias en espacios verdes, de relax y de ocio, ha supuesto una dispersión, en territorios extensos, de segundas residencias buscando el contacto (teórico en muchos casos) con el campo, o la montaña y provocando un impacto significativo sobre el paisaje y también sobre las variables ambientales, sin que ello tenga compensaciones suficientes sobre los territorios de acogida.

• Vinculación de la urbanización al transporte motorizado y la congestión que se va extendiendo por el territorio a medida que avanza la urbanización.

La vida en la ciudad dispersa exige una movilidad continua para acceder a los diferentes espacios de la cotidianeidad: el trabajo, las compras, la enseñanza reglada o voluntaria, el deporte o el ocio, las dotaciones, el encuentro con otros, implican desplazamientos importantes en un tejido caracterizado por la monofuncionalidad. La asfaltización del territorio, más importante en las zonas metropolitanas. Al no estar relacionadas las políticas de urbanización y transporte, la ampliación de la red de carreteras induce la urbanización de los terrenos a los que proporciona nueva accesibilidad. Los nuevos desarrollos generan congestión y, de nuevo, presionan para la ampliación de las redes, en un círculo vicioso de difícil resolución.

• Segregación social.

Los procesos económicos vinculados al peso de la economía en el sector de la construcción tienen efectos directos en las opciones personales de alojamiento. En nuestras ciudades coexiste una huida de la ciudad por parte de las clases medias emergentes, que se produce en coincidencia con etapas de la vida como la formación de una familia o la natalidad y una expulsión de clases medias bajas, obreros y empleados de baja capacidad adquisitiva, que no pueden pagar los precios consolidados en el centro de la ciudad. El centro de la ciudad simplifica su población, con una tendencia de gran peso porcentual de personas que viven solas y hogares sin hijos, e en su mayoría estudiantes universitarios que se ubican en sectores de departamento.

El periurbano o la ciudad difusa asimismo es, cada vez más, la opción de los grupos sociales de empleados y obreros y planes de vivienda del estado. (Marengo, y otros, 2006). Su presencia en la ciudad difusa e incluso en la rural coincide con los enclaves de prestigio reservados a las clases de alta capacidad adquisitiva, con carácter de urbanización exclusiva, de acceso restringido. La deseada mezcla social de ciudadanía que permite el conocimiento mutuo, la concertación de intereses y que crea instrumentos para la convivencia, no es fácil ni responde a procesos emergentes.

• Deterioro del espacio público.

Un consecuencia del procesos de segregación espacial y social es la decreciente calidad del espacio y su perdida progresiva. El impacto de la presencia continua del automóvil, dominando el espacio no edificado, ya sea en los espacios de la circulación, ya sea en los de estacionamiento. Ocupación física y dominio cultural: el derecho internalizado a la circulación, al estacionamiento, a la velocidad, implica la expulsión de todos los usos urbanos que necesitan seguridad, tranquilidad, y, por tanto, la expulsión del espacio urbano

de los grupos vulnerables; ancianos, niños, enfermos, personas con movilidad o capacidad reducida.

La combinación de trabajo, cuidados y vida personal, o las relaciones personales afectadas también por la globalización pueden dar razón a la idea: ¿podemos pensar que la gente actualmente puede que no tenga ninguna necesidad de la vitalidad de las ciudades?

La escasez y falta de calidad ambiental, estética, convivencial de la red de espacios públicos existentes: Salvo excepciones, la penuria de diseño de los espacios públicos y colectivos en la ciudad moderna es paradigmática, frente a la calidad de los espacios de la ciudad tradicional.

La aparición de grandes contenedores de actividad: grandes superficies comerciales, de ocio, etc. Que atraen a un número elevado de personas, configura en su interior un conjunto de espacios de uso colectivo

Planificación urbana y Paisajística- AMB-PUP.

regulado, no por las ordenanzas municipales sino por el reglamento interno de la actividad que se trate, prohibiendo, como es obvio, comportamientos colectivos.

Actualmente, la aparición de nuevos grupos sociales con necesidad de espacios de desahogo y solidaridad compite con la población tradicional en el uso de espacios libres, con tendencia al abandono por parte de los ciudadanos de origen. Su permanencia en estos lugares comienza a ser cautiva por parte de los que no encuentran alternativas o no tienen movilidad, mientras que las familias que pueden optar por soluciones de ocio o disfrute más alejadas. O se permiten el mantenimiento de una segunda residencia en la costa, en la montaña o en el campo. La gente con autonomía decide cada vez más su opción de espacios libres, eventos y lugares de ocio seleccionando aquellos que le confieren una identidad, la pertenencia a un grupo concreto de afinidad o mayor sensación de seguridad. El transporte rápido cada vez más accesible, permite largos desplazamientos para objetivos de ocio o descanso.

Fig. 10. Los grandes contenedores comerciales en la periferia urbana

Fig. 11. Las autopistas el uso abusivo del automóvil, han contribuido al deterioro de la calidad de vida urbana y a la contaminación del paisaje.

• Contaminación sonora Otro de los impactos que genera la urbanización es la contaminación sónica, pues el ruido producido por la

industria y los ruidos urbanos, disminuye la capacidad auditiva y puede afectar el sistema circulatorio, y aún, cuando los trabajadores de estas industrias ya están acostumbrados al ruido por escucharlos en forma prolongada, les genera daños mentales.

Planificación urbana y Paisajística- AMB-PUP.

Los daños o costos ambientales resultantes ponen en peligro la futura productividad de las ciudades y la salud y calidad de vida de sus ciudadanos. Las ciudades se han vuelto las principales zonas rojas ambientales que requieren urgentemente de atención especial en las evaluaciones ambientales regionales y de proyecto y en la planificación y administración ambiental a escala regional metropolitana.

• Impacto sobre los servicios y recursos Los sistemas y servicios urbanos (por ejemplo agua potable, alcantarillado, transporte público y caminos) se

congestionan cada vez más debido al crecimiento demográfico, comercial e industrial, junto con una mala administración urbana. Los recursos naturales (agua, aire, bosques, minerales), vitales para el desarrollo económico de las ciudades y de futuras generaciones, se pierden o malgastan mediante políticas urbanas inapropiadas. Aumenta constantemente el radio de impacto de las ciudades sobre los recursos que se hallan lejos de sus fronteras. Es más, las áreas urbanas se encuentran inundadas por sus propios desechos y asfixiadas por sus propias emisiones como resultado de políticas y prácticas inadecuadas de control de la contaminación y manejo de los desechos.

• Simplificación de la organización urbana.

La gran diversidad de pueblos y ciudades que componen nuestro entorno habitado ha manifestado desde su origen un perfil de pequeños municipios discretos, escala local de funcionamiento, variedad de tipologías arquitectónicas, estructura compleja y articulada y una red de espacios urbanos singulares que cualificaban en muchos casos el espacio público en torno a la plaza como espacio de identidad y sociabilización urbana.

Las nuevas tecnologías ofrecen muchas oportunidades, que no se han traducido en mayor accesibilidad y/o comunicación sino en todo lo contrario, en el sacrificio de los espacios urbanos y residenciales a una ciudad del automóvil o de las redes, que a la larga se define como una ciudad de la congestión o del aislamiento. La periferia que acoge las migraciones campo-ciudad ya supone una primera simplificación de la estructura urbana.

• Baja calidad del ambiente urbano Los impactos de mayor preocupación se encuentran a menudo a escala doméstica y comunitaria, y se

relacionan con las deficiencias de infraestructura y servicios urbanos. Los habitantes de los urbes, particularmente los pobres, soportan la mayoría de las condiciones del ambiente deteriorado mediante la pérdida de salud y productividad y la disminución de la calidad de vida.

Se elevan los costos de la explotación de los recursos (p.ej. el costo de nuevas fuentes de agua potable) a medida que se acaban los recursos económicamente asequibles y de alta calidad. Las emisiones relacionadas con los problemas ambientales regionales y globales, se generan cada vez en las áreas urbanas o como resultado de la demanda urbana (por ejemplo, la urbanización en sí podría ser un factor principal en la demanda mundial de energía durante la próxima generación).

Fig. 12. Los habitantes de los urbes, particularmente los pobres, soportan la mayoría de las condiciones del ambiente deteriorado mediante la pérdida de salud y productividad y la disminución de la calidad

de vida. Ciudad de Lagos.

• Eliminación de residuos sólidos. Donde existen desagües, rara vez proporcionan un tratamiento de aguas residuales las ciudades. De modo

similar, la recolección y eliminación de la basura es un continuo problema para el gobierno local.

Planificación urbana y Paisajística- AMB-PUP.

Sólo la mitad de los residentes urbanos se beneficia de los servicios de recolección, y los desechos sólidos. La basura industrial representan una particular preocupación en las ciudades que carecen de capacidad para su correcto manejo, puesto que es difícil controlar las descargas y asegurar que los desechos peligrosos no acaben en las alcantarillas. Los sofisticados controles, necesarios para tratar y eliminar los desechos peligrosos, no se encuentran establecidos y en uso en la mayoría de los países en desarrollo.

Fig. 13. Recolección y

eliminación de la basura es un continuo problema para el gobierno local. La acumulación

de residuos en la ciudad de

Córdoba, Argentina

• Pérdida de propiedad cultural Al considerar los impactos ambientales, con frecuencia se pasa por alto la degradación del patrimonio

cultural en las ciudades, sean monumentos históricos o vivos. La contaminación del aire y agua es el principal culpable, que acelera la descomposición y destrucción de estos recursos culturales. Se siente los impactos en la pérdida de patrimonio cultural y de rentas provenientes del turismo.

Fig. 14. Las ruinas de San Ignacio en Misiones (Argentina) han sido declaradas patrimonio de la humanidad.

Planificación urbana y Paisajística- AMB-PUP.

Límites finitos del uso de los ecosistemas y recursos la Tierra

Otra premisa crucial para el estudio de impacto ambiental de la urbanización es que el uso de ecosistemas y recursos de la Tierra por parte del hombre no es ilimitado. (Yeang,1999)

Los ecosistemas operan en la parte de la esfera terrestre en que manifiesta la vida y que llamamos biósfera, la cual abarca la totalidad de los medios existentes en el manto terrestre. Podríamos describirla como el sistema biológico más amplio y completo existente sobre la Tierra; incluye todos los sistemas vivos terrestres y mantiene un sistema estable intermedio entre la aportación altamente energética del sol y el pozo térmico del espacio (Odum, E. 1969, p. 5). Dentro de esta biosfera, el flujo de materias tiende a ser cíclico (Sjors, 1955).

El hecho de que este flujo siga un modelo cíclico tiene amplias consecuencias en lo relativo uso de materias en el medio edificado. Podría establecerse una analogía según la cual el uso de materias en el medio edificado debería seguir, análogamente a la biosfera, un modelo cíclico.

Entre los ciclos bioquímicos de la biosfera se incluye la circulan de elementos químicos (p. ej., carbono, hidrogeno, oxígeno, nitrógeno, fósforo del medio físico (Hasler el al., 1972). Entre esos ciclos también se incluyen la circulación de agua (el cic lo hidrológico), los lentísirnos procesos

de erosión y levantamiento de los continentes (ciclo geológico), y los procesos complementarios de la fotosíntesis y la respiración (ciclo ecológico).

Pero aún más importante es el hecho de que la Tierra y la biosfera pueden ser consideradas como un "sistema de materias cerrado" con una masa finita. Los procesos y fenómenos que actúan sobre él están en continuo movimiento, y se puede considerar a la Tierra como una unidad ecológica.

Esta finitud define el límite inexorable al cual está sometido el uso humano de los recursos (orgánicos e inorgánicos) de la Tierra. Por lo tanto, la totalidad de interacciones entre los, componentes bióticos y abióticos de todos los ecosistemas comprendidos en la biosfera (o ecósfera, según Cole, 1958) y las cantidades finitas de energía y recursos materiales de la Tierra, constituyen nuestro contexto ecológico. De ello se deduce la necesidad de hacer un uso prudente de todos esos recursos, dado que toda ciudad tiene lugar inevitablemente dentro de sus confines. Esta premisa implica que se debe perfeccionar y conservar el uso de los recursos de la Tierra si se pretende asegurar su disponibilidad y continuidad para las generaciones venideras. (Yeang, 1999)

Fig. 15. Metabolismo linear y circular. Fuente: Rogers, 2000

Planificación urbana y Paisajística- AMB-PUP.

Fig. 16. El metabolismo urbano de la ciudad de Barcelona en un esquema que relaciona la ciudad con su entorno.Fuente: Parés, Pou y Terradas, 1985

Complejidad de los impactos: efectos múltiples de modificaciones introducidas en los ecosistemas

Una de las características de los ecosistemas es que no operan como sistemas lineales y, por lo tanto, no pueden ser caracterizados por una simple relación directa de causa y efecto (Margalef, 1963). En el planteamiento ecológico, el planificador urbano de ser consciente de que las interacciones en el seno de un ecositiema y entre ecosistemas son funciones complejas, y que los ecosistemas son sistemas frágiles.

La auténtica relación de interacción podría ser descrita, más como una red de "causa-condición-efecto" (Sorenson 1972 y Moss, 1973). Esto significa que una simple acción concreta puede causar uno o más cambios en las condiciones del ecosistema, los cuales, a su vez, pueden producir más cambios de estado, antes de dar como resultado otros efectos que actúan de modo holista (véase fig.).

Fig. 17. Multiplicidad de efectos múltiples por efecto de una sola acción.

Planificación urbana y Paisajística- AMB-PUP.

Cualquier cambio introducido en el ecosistema produce, pues, una multiplicación de efectos no siempre fácil

de controlar. Por ejemplo, en la construcción de una urbanización, las obras de excavación, terraplenado y formación de calles en un terreno pueden provocar la erosión y arrastre de tierras hacia los cursos de agua vecinos. Esto redundará con posterioridad en un aumento de la turbiedad de los arroyos, lo que conducirá a una pérdida de profundidad de los cursos de agua o a una alteración de la cuenca de los mismos. Esto, a su vez, aumentará el potencial de inundación de los arroyos y cegará el paso a la biota acuática (por la obstrucción con barros). Por consiguiente, vemos que todos los componentes del ecosistema son física y funcionalmente interdependientes. En ciertos casos, los efectos secundarios y de otros órdenes pueden llegar a ser incluso más dañinos que los primarios. En otros, la suma de los efectos puede actuar sinérgicamente para producir otros efectos cuantitativamente diferentes de los que cabría esperar si actuaran por separado (Ray, 1970).

En el planteamiento ecológico no existe ninguna "varita mágica tecnológica" ni un enfoque de proyecto universal que puedan resolver todos los problemas ambientales o eliminar todos los efectos negativos. En ecología casi nunca es posible realizar una sola acción individual sobre un ecosistema, ya que los efectos de una actividad proyectada para conseguir un solo objetivo son, en realidad múltiples.

Pero, aunque no siempre sea posible predecir todos los múltiples efectos que se pueden producir, la responsabilidad del planificador urbano consiste en ser consciente de, y anticipar en la medida de lo posible, las consecuencias.

El grado de previsión del impacto de un proyecto sobre el ecosistema dependerá de la complejidad concreta del proyecto y del valor y riqueza ecológica del ecosistema en cuestión.

Para minimizar los impactos indeseables, el planificador urbano debe aprehender a e inventar los complejos procesos de los componentes del ecosistema antes de la ejecución del plan para, seguidamente, intentar predecir en la fase de proyecto (hasta donde posible) los efectos que tendrán sobre el ecosistema cada una

de las actividades individuales relacionadas. Por consiguiente, hay que volver a insistir en la necesidad de

un planteamiento previsor del planeamiento urbano. Idealmente, este enfoque debería extenderse a la predicción de los efectos de la gama de actividades durante la fase de construcción, durante el período de vida de la construcción y una vez concluida Vida Útil (es decir, a lo largo de todo el ciclo de vida del sistema edificado).

Capacidad de autorregulación y asimilación de los ecosistemas.

A lo largo de la historia, y como resultado del uso del suelo y de la urbanización continuada y extensiva, el medio ambiente artificial ha cambiados su condición de sistema "contenido", pasando a la de contenedor.

En efecto los ecosistemas artificiales de la biósfera están cada vez más saturados e sistemas artificiales. Este proceso de saturación tiene el efecto general de reducir, regional y globalmente, la capacidad de auto- rregulación y de asimilación de los ecosistemas. Hablando en términos generales, los impactos humanos sobre el ecosistema suelen tener como resultado un cierto grado de simplificación del mismo; es decir, se pasa de un estado diversificado a otro de menor complejidad.

Esto repercute en una reducción de la flexibilidad de la relación entre el medio edificado y el ecosistema, a la vez que aumentan las restricciones sobre el ecosistema en el medio artificial. El efecto global es que la población y sus sistemas edificados, lejos de ganar independencia respecto al funcionamiento de los ecosistemas de la biosfera, se convierten en más dependientes de ellos.

De seguir reduciendo la capacidad asimiladora del ecosistemas, corremos el peligro de alcanzar un límite a partir del cual los controles artificiales externos ya no puedan seguir reemplazando a los controles naturales, ecológicamente autorreguladores. Este es, por lo tanto un límite a la capacidad de los entornos artificiales a reemplazar y simplificar a los ecosistemas. Con el medio edificado actual hemos creado una situación en la que sólo caben retornar a los controles ecológicos naturales, desarrollar unos nuevos o proyectar alguna combinación nueva.

En el planteamiento ecológico, el planificador urbano parte de la base de que aunque un ecosistema sea capaz de asimilar un cierto grado de agresión a sus procesos, su capacidad de asimilación tiene un límite definido. Para evitar que un ecosistema sufra una agresión permanente, el planificador debe asegurarse de que todas las acciones y actividades que en él se desarrollen permanezcan sujetas a las limitaciones inherentes al ecosistema y sus componentes. En la mayoría de los casos, esas limitaciones sólo se manifiestan después de un profundo estudio del ecosistema del lugar de emplazamiento y de sus propiedades

Planificación urbana y Paisajística- AMB-PUP.

Impacto ambiental y Planificación urbana

El respeto por el impacto sobre del territorio ha sido un objetivo secundario de la planificación urbana tradicional, en los casos en que se ha tenido en cuenta. Podemos afirmar que la planificación urbana, y el urbanismo como campo de conocimiento nunca ha destacado por su sensibilidad hacia la naturaleza, el medio natural o rural, a pesar de las recientes aportaciones de la geografía y la ecología.

La idea que subyace en el concepto de "uso del suelo" o "suelo no urbanizable" dentro del planeamiento tradicional define claramente la falta de entendimiento del territorio que caracteriza a los instrumentos inerciales del urbanismo. (Libro verde de la planificación urbana).

En principio, para el urbanismo todo el suelo es urbanizable salvo reductos excepcionales de especial valor ecológico, las cuales son denominadas áreas de reserva o "suelo no urbanizable". Ni siquiera se prevé que ese valor ecológico pueda desaparecer en poco tiempo, ya que espacios no urbanizados aislados en un mar de hormigón y asfalto inevitablemente perderán su rica biodiversidad en un plazo más corto que largo.

Los retos que afrontan las sociedades del siglo XXI vienen y son fruto, en buena medida, de los cambios ocurridos en la manera de producir ciudad y también por el desarrollo de la tecnología que nos ha situado a las puertas de una nueva era: la era de la sociedad de la información y el conocimiento, en un procesos de globlaización continuo.

Por otra parte, el automóvil, la vivienda unifamiliar y las hipotecas, dos artefactos y un mecanismo financiero explican en buena medida la dirección del cambio de territorios extensos. Las hipotecas y los créditos personales han permitido, por una parte, el uso masivo del automóvil y, por la otra, el acceso a la vivienda. Con el automóvil se han desarrollado las infraestructuras de transporte que han producido una mayor accesibilidad y se han revelado como la vanguardia de un proceso de urbanización que ha ido ocupando territorios extensos con asentamientos, de muy baja densidad.

Como se puede percibir, las causas que determinan las tendencias apuntadas, no se ciñen al estrecho campo del urbanismo, su regulación e instrumentos, sino que están determinadas por las pautas económicas globales y locales, con los hábitos de movilidad, con las nuevas relaciones personales y sociales de la ciudadanía y con el amplio conjunto de políticas estatales, autonómicas y locales que influyen, determinan o eliminan alternativas en el espacio urbano.

Causas de los principales cambios operados en el territorio

Estos cambios se pueden resumir en los siguientes puntos:

• Urbanización descontrolada La primera causa es la intensidad y duración sin precedentes del actual "boom inmobiliario", que opera tanto en el crecimiento de los precios como en la expansión de la superficie urbanizada, con las consiguientes servidumbres e incidencias territoriales, sociales y ambientales.

• Marco Legal e institucional débil El Marco institucional y legal débil y en algunos casos inexistente a los controles de las urbanizaciones es propicio a la rentabilidad del negocio inmobiliario mediante plusvalías, y a potencia la demanda de viviendas como inversión y especulación del uso del suelo. Por otra parte existe una estrecha vinculación de las economías municipal a la expansión urbanística y a las plusvalías de urbanización que la acompañan que se revierten en mayores impuestos.

• Facilidad de acceso a recursos financieros Los mecanismos de financiación bancaria y de apoyo económico alientan a la extensión de la urbanización dispersa que fomenta: 1) La expansión de la urbanización difusa; 2) El desarrollo inmobiliario que separa piezas y funciones urbanas que sólo podrán conectarse con medios motorizados.

• Influencias culturales foráneas La vinculación conceptual que asocia de la calidad de vida a los estilos de vida relacionados con la vivienda

unifamiliar y el vehículo privado, y la vida en la naturaleza.

Planificación urbana y Paisajística- AMB-PUP.

• El incremento de los espacios de actividad dependientes del automóvil Hipermercados, polígonos industriales o de oficinas, centros de ocio, etc.). Los efectos de la economía globalizada, con sus amplias escalas logísticas y de flujos de mercado en la estructura de las ciudades y sus territorios.

Consecuencias de los principales cambios operados en el territorio

Por otra parte los aspectos señalados mas arriba provocan los siguientes aspectos:

• Desatención de las ciudades existentes Desatiende la conservación y mejora de la ciudad como proyecto de vida colectivo y del patrimonio cultural: la rehabilitación y readaptación del patrimonio inmobiliario existente es la gran asignatura pendiente que hace que el uso ineficiente, el abandono y la destrucción de ese patrimonio sean uno de los principales problemas junto a la demoledora construcción nueva.

• Ineficiencia de las medidas urbanísticas El urbanismo actual no incorpora, con suficiencia, las variables vinculadas a los grandes retos de la sociedad del siglo XXI, en materia de medio ambiente, pobreza, y segregación social.

• Crecimiento sin sustentabilidad Los elevados ritmos de urbanización y construcción nueva están produciendo un panorama urbano en

donde principal reto futuro desde el ángulo de la sostenibilidad y de la habitabilidad no estriba ya tanto en mejorar la calidad de la construcción y el urbanismo nuevos sino, sobre todo, en gestionar la ciudad y el patrimonio construido, rehabilitándolos y reconvirtiéndolos sobre nuevas bases.

• Desarrollo versus desarrollo sostenible Hoy el desarrollo urbano hace que la idea de desarrollo sostenible sea una contradicción, puesto que el desarrollo supone un aumento creciente de la presión sobre los sistemas de soporte y la sostenibilidad lo contrario. Desarrollo y sostenible, con la actual estrategia para competir basada en el consumo de recursos son palabras contradictorias. A continuación desarrollaremos los principales problemas que acarrea la urbanización con relación a las restricciones y aptitudes del ambiente natural y cultural.

• Prevención de zonas inundables No hay que olvidar a creación de una política de seguimiento y control de zonas inundables, zonas de protección de riberas y otros sistemas de conocimiento del medio que debe extenderse a todo el territorio y completarse con urgencia en las áreas con alta presión urbanística. Las previsiones de los análisis prospectivos asociados al cambio climático deben aumentar la alerta.

• Criterios para incorporación de espacios públicos Es necesario incorporar la necesidad de crear una buena red de espacios públicos verdes a los proyectos urbanos: el estándar urbanístico se suele resolver con la creación de grandes parques aislados, sin optimizar la continuidad de los corredores verdes para el mejor funcionamiento de los espacios libres y verdes. Los municipios temen el exceso de zonas verdes por su responsabilidad futura en su mantenimiento. El inadecuado diseño y la errónea ubicación pueden hacer que, efectivamente, ese mantenimiento suponga un peso económico para el municipio. Pero hay soluciones en las que la colaboración con la naturaleza contribuye a procesos más naturales que reducen notablemente la factura de la conservación de espacios verdes.

Bibliografía consultada

YEANG, KEN (1999) " Proyectar con la Naturaleza. Bases ecológicas para el proyecto arquitectónico".

Editorial Gustavo Gili. Barcelona España

ROGERS, R. Y GUMUCHDJIAN,. PH. (2000) "Ciudades para un pequeño planeta". Editorial Gustavo Gili. Barcelona España

FARINA TOJO, JOSÉ (1998) " La ciudad y el medio natural". Ediciones Akal. Madrid España.

CURTIT, GUILLERMO ( 2003) "Ciudad, gestión local y Nuevos desafíos ambientales. Rflexiones en tono a las políticas neoliberales y sus efectos sobre nuestros territorios. Estuis de caso: Eje de crecimineto

Planificación urbana y Paisajística- AMB-PUP.

noroeste de la ciudad de la Plata". Ciam. Centro de investigaciones ambientales.Espacio editorial. Buenos Aires.

PALOMO, SALVADOR (2003) " La planificación verde en las ciudades" Editorial Gustavo Gili. Barcelona España

MONTENEGRO, RAÚL (1983) " La ciudad como caja negra". Universidad Nacional de Córdoba. Córdoba.

Enciclopedia Encarta (2000)

Wikipedia,( 2007)

ODUM, E. P. (1972)."Ecosistemas". Philadelfia. North american Publishing.

MARGALEF, (1963)."Ecología". Philadelfia. North American Publishing.

MCHARG, IAN (1981) "Proyectar con la naturaleza". Editorial Gustavo Gili. Barcelona España

LIBRO VERDE DEL MEDIO AMBIENTE URBANO- TOMO I- Ministerio de medio ambiente. Madrid.

Citados en el texto

DUFFEY Y WATT, A. S. (eds.) (1970) " The Scientific Mangement of Animal and Plant Communities for Conservation. 11° Simposio de British Ecological Society, University of East Anglia, Norvich, Blackwell, Londres, 7-9 de julio.

Planificación urbana y Paisajística- AMB-PUP. CAPITULO NUEVE FIJANDO OBJETIVOS Y METAS 1

La conclusión de la etapa de Diagnóstico nos conduce a la formulación de la fijación de Objetivos y Metas o Visión estratégica ( para la planificación estratégica) de la urbe estudiada, es decir, a la definición Modelo

de ciudad que la comunidad desea para los años venideros. Esta fase del Plan Urbano se caracteriza por las dosis de creatividad que requieren sus tres tareas fundamentales: la identificación de temas críticos, el diseño de escenarios, y el desarrollo de objetivos y metas.

Visión de objetivo futuro

La planificación aplicada a cualquier actividad humana consiste básicamente en concebir un futuro deseado y en programar los medios reales para alcanzarlo. Así como la mayoría de las personas se preguntan durante su niñez ¿qué quiero ser cuando sea grande?, una ciudad necesita reflexionar sobre la visión o el modelo que debe guiar su futuro desarrollo físico, económico y social. En otras palabras, necesita imaginar su futuro.

En términos generales, puede decirse que la formulación de la visión objetivo representa la toma de posición frente al entorno y, consecuentemente, persigue dos fines: lograr un desarrollo armónico, integral y sustentable de su población y territorio; y por otro lado, otorgar coherencia al desarrollo del Plan Urbano facilitando la asignación de prioridades a los diversas estrategias.

Enunciar la visión objetivo para una ciudad puede convertirse en un ejercicio de semántica, una búsqueda 2

para hallar la palabra o frase apropiada que mejor defina la envergadura del modelo urbano deseado, lo cual puede terminar no teniendo impacto sobre la estrategia. Para evitar la trivialización de esta tarea, una visión útil incluirá un juicio acerca de la dirección más prometedora del desarrollo urbano, a la vez que juicios, implícitos o explícitos, sobre la dirección del desarrollo que no resulte tan satisfactoria.

Finalmente, cabe resaltar que la formulación de una visión objetivo aplicada a una ciudad siempre conlleva un complejo proceso de elección colectiva, en el cual surge inevitablemente la exigencia de elegir entre diversas opciones y, por lo tanto, de apostar por determinados cursos de acción, dejando en segundo término los restantes. Por esta razón, hay que concentrar los esfuerzos de una comunidad en un número limitado de áreas de intervención o temas críticos hacia los que se canalicen expectativas y recursos.

2 Resumido y adaptado de Fernández Güell (1997) Algunos ejemplos de visiones objetivos: Madrid ( España): "Convertir a Madrid en un centro urbano de primer rango en el arco mediterráneo europeo mediante el aumento de su competitividad económica y su calidad de vida".

Curitiva (Brasil): "Llevar a Curitiva a ser la Capital Internacional del Medio Ambiente, gestionado sustentablemente sus recursos naturales, y la calidad de vida de sus habitantes, en un contexto de equidad". Barcelona (España): "Consolidar a Barcelona como una metrópoli emprendedora Europea, con incidencia sobre la micro-región, con elevada calidad de vida, socialmente equilibrada y arraigada en la cultura mediterránea. New York ( Estados Unidos):To make New York City a better place to live, to work to conduct and business. ( Hacer de la ciudad de Nueva York, la mejor ciudad para vivir, para trabajar, para conducir e invertir. Río de Janeiro (Brasil): Tornar a Río de Janeiro una metrópoli con creciente calidad de vida socialmente integrada, respetuosa de la cosa pública y que confirme su vocación para la cultura y la alegría de vivir. Una metrópolis emprendedora y competitiva, con capacidad para ser un centro e pensamiento, de generación de negocios para el país y su conexión privilegiada con el exterior.

Planificación urbana y Paisajística- AMB-PUP.

Diseño de escenarios

El primer paso en la formulación de la visión objetivo de una ciudad es la generación de una serie de escenarios de futuro que esbocen la evolución inercial de la ciudad frente a diversas opciones de comportamiento del entorno. Hoy en día, resulta obvio que la previsión de acontecimientos y tendencias individuales puede ser demasiado simplista en un entorno complejo, donde interactúan muchas otras tendencias y acontecimientos importantes. Así pues, una manera de enfrentarse a esta complejidad es desarrollar escenarios totales de lo que contendrá el entorno futuro.

El concepto de escenario

Los escenarios pueden definirse como descripciones del entorno futuro, basadas en supuestos coherentes sobre las diferentes combinaciones plausibles que los cambios sociales, políticos, económicos y tecnológicos pueden adoptar.

Una de las técnicas más utilizadas para el diseño de escenarios es la construcción imaginaria de historias plausibles en las que se narran secuencias futuras de acciones y las consecuencias de las mismas. Mediante sucesivas iteraciones basadas en el método de prueba y error, el planificador consigue mejorar progresivamente la concreción de los escenarios más plausibles, brindando los resultados finales a los responsables políticos.

Ventajas y limitaciones de la formulación de escenarios

La construcción de escenarios ofrece una serie de ventajas:

- Dan cuenta de la complejidad de los cambios. -

Señalan problemas identificables, de manera que se aíslan los contextos dentro de los cuales esos problemas se desarrollan.

- Muestran el desarrollo hipotético de contingencias asociadas con combinaciones particulares de objetivos y sus prioridades.

Proveen una base para la consideración explícita de asunciones diversas respecto de escenarios futuros.

Al mismo tiempo, el diseño de escenarios presenta limitaciones, que pueden expresarse en los términos siguientes:

- Los escenarios no suelen contener un valor probabilístico y no representan un camino que pueda ser seguido como opción de política o estrategia. - Un escenario no puede proyectar los parámetros de comportamiento de agregados críticos de población, particularmente clientes, consumidores u objetos de regulación. - El diseñador de escenarios no puede anticipar quién estará participando en los procesos de implantación. - Mientras que resulta fácil predecir que ocurrirán retrasos de algún tipo en las hipótesis planteadas, es más difícil predecir la magnitud de sus causas.

A pesar de las limitaciones mencionadas, la prueba de un buen escenario no es tanto si retrata acertadamente el futuro, como si capacita a una comunidad urbana a adaptarse a los cambios. El diseño de escenarios es un arte que requiere imaginación e intuición y que está poco extendido, razón por la cual hay poca información sobre cómo hacerlo bien. En cualquier caso, sí pueden dictarse algunas recomendaciones

de carácter general que orienten al planificador en esta tarea.

Método para el diseño de escenarios

Los métodos de diseño de escenarios aplicados en ejercicios de prospectiva suelen requerir una inversión significativa en tiempo (de 12 a 18 meses) y en instrumentos de análisis (modelos econométricos), medios no siempre disponibles ni adecuados en la planificación de ciudades. Considerando estas limitaciones de recursos, proponemos un método simplificado, similar al desarrollado por Godet (1991), que cubre de modo razonable -las necesidades de prospectiva que se suscitan en un Plan Urbano y que contempla los pasos siguientes (ver Figura 10-1):

Planificación urbana y Paisajística- AMB-PUP.

Figura 10.1. Proceso de Diseño de escenarios. Fuente: Fernández Güell. (1997)

Delimitación

Evaluación de del fenómeno

Identifica-

Generación

Elección de

implicaciones analizado

ción de

de escenarios

Retroalimentación de los resultados

1 - Delimitación del fenómeno analizado. El primer paso consiste en delimitar el fenómeno estudiado a través de la fijación de las variables explicativas del sistema analizado, de los actores implicados en el mismo, de los factores del entomo general (político, económico, social, tecnológico, etc.), del horizonte temporal y del alcance más apropiado del análisis.

2. ldentificación de las variables clave. Una vez delimitado el fenómeno y sus variables explicativas, se identifican aquellas variables determinantes del sistema y sus parámetros o hipótesis más sensibles. Como ejemplo, se describen las variables clave con sus correspondientes hipótesis que podrían considerarse en el diseño de escenarios para la base ambiental de una ciudad:

a) Contexto territorial.

1) Calidad de las unidades ambientales detectadas.( Geomorfología, agua, suelo, vegetación, etc)

2) Nivel de impacto de las actividades que se desarrollan.

3) grado de reversibiliad del impacto detectado.

4) Capacidad de reacción y recuperación del ecosistema.

b) Políticas de desarrollo regional, leyes vigentes, normas.

1) Capacidad de aplicación de normas y leyes ambientales.

2) Posibilidad de éxito en la aplicación de normas leyes decretos.

c) Estrategias estatales.

1) Capacidad económica para hacer frente a los costes ambientales.

2) Capacidad técnica de recursos humanos.

3) Capacidad técnica en materia de recursos tecnológicos.

3. Generación de escenarios. En este paso se obtienen tantos escenarios posibles como combinaciones razonables existan entre las variables clave y sus hipótesis correspondientes. En el ejemplo anterior, las combinaciones de las tres variables clave con sus hipótesis respectivas darían lugar a doce escenarios potenciales, de los cuales sólo se mantendrían aquéllos que presentaran una estructura hipotética ra- zonable. En general, los escenarios se describen en pocas frases o párrafos.

4. Elección de escenarios finales. Éste es el paso crucial del proceso, en el cual los escenarios potenciales se seleccionan en función del grado de probabilidad que ofrezca el cumplimiento de las hipótesis manejadas. Dada la incertidumbre que pesa sobre las hipótesis, esta selección conviene realizada mediante una consulta a expertos en el tema. De esta forma, se obtienen: un escenario de referencia, que es la imagen que aparece con mayor frecuencia entre las más favorecidas por los expertos y que corresponde al juego de hipótesis globalmente más probable; y los escenarios contrastados, elegidos entre las imágenes citadas con frecuencia por los expertos, que tiene una probabilidad promedio de realización significativa y que suelen corresponder a las imágenes pesimistas y optimistas de la evolución deseada.

5. Evaluación de las implicaciones. Elegidos los escenarios Finales, hay que evaluar las implicaciones que éstos tendrán sobre el fenómeno analizado y la influencia que ejercerán sobre las decisiones críticas que se tomarán para aprovechar las oportunidades y minimizar las amenazas detectadas en el diagnóstico. La correcta evaluación cuantitativa de las implicaciones obliga a contar con bases de datos actualizadas y modelos matemáticos contrastados que no distorsionen la realidad estudiada; de no contar con estos me- dios, es aconsejable aplicar métodos cualitativos. La exposición de las implicaciones permite estrechar las opciones a aquéllas que representan el consenso más amplio y más viable desde el punto de vista político.

Planificación urbana y Paisajística- AMB-PUP.

6. Retroalimentación de los resultados. Finalmente, los resultados obtenidos permitirán retroalimentar y ajustar iterativamente el proceso descrito. En suma, los escenarios son concebidos como un instrumento para formalizar imágenes del futuro, que permitan estimular el debate entre su diseñador y los principales agentes sociales y económicos de la ciudad, de forma que estos últimos puedan enjuiciar los posibles efectos de acontecimientos eventuales sobre el devenir de su ciudad.

Desarrollo de la visión estratégica

Una vez que se han diseñado los escenarios a los que previsiblemente se enfrentará una ciudad en el futuro mediato, el siguiente paso consiste en desarrollar las estrategias óptimas para cada uno de ellos. A continuación, cada estrategia se evalúa no sólo con respecto a su escenario asociado, sino también de acuerdo con los demás escenarios. Si una evaluación de este tipo puede cuantificarse y la probabilidad de cada escenario puede ser estimada, entonces puede valorarse cada estrategia y optar finalmente por la más plausible.

Este proceso desemboca en la formulación de una única visión estratégica para la ciudad analizada, en la cual se contemplan los tres aspectos cruciales de su desarrollo futuro: el económico, el social y el físico. Ahora bien, en la práctica el Plan Estratégico de una ciudad suele centrarse básicamente en la formulación

de las visiones económica y social, dejando la Física para el Plan General de Ordenación Urbana. Esto es así porque el Plan Estratégico no tiene vocación ni dispone de herramientas para establecer las directrices

de desarrollo Físico de una comunidad urbana, aunque sí puede aportar criterios y objetivos de índole económica y social que permitan asentar unas bases sólidas y consensuadas entre los agentes de la comunidad para acometer el Plan General de Ordenación Urbana.

La experiencia acumulada en diversos procesos de planificación revela que la formulación de la visión estratégica de una ciudad puede abordarse acertadamente mediante la operativo siguiente:

1. Definición de principios. Cabe plantear de entrada que toda visión estratégica debe perseguir dos principios innegociables: una ciudad debe ser más competitiva desde el punto de vista económico y más habitable desde la óptica social, pero sustentable desde el punto de vista físico. A primera vista, estos tres principios comprenden dos concepciones contradictorias, pero en una segunda lectura resultan complementarios entre sí: lograr una sólida competitividad económica que se traduzca en bienestar económico y alcanzar una habitabilidad sustentable que se materialice en bienestar social. Recordemos que un Plan Urbano no debe centrarse sólo un aspecto, sino también prestar atención a la intangibilidad

de las cuestiones de carácter social, o atender a cuestiones de orden ambiental.

2. Respuesta a cuestiones clave. A la luz del escenario o escenarios considerados como más probables, se deben abordar una serie de cuestiones clave en materia de competitividad calidad de vida, medio ambiente y habitabilidad, cuyas respuestas dotarán de contenido a la visión estratégica.

- ¿En qué sectores económicos deberíamos estar en el futuro? ¿Debería localizarse la economía en industrias manufactureras o en servicios? (están implícitos en estos aspectos netamente económicos otros sociales: como mano de obra capacitada y ambientales: recursos disponibles)

- ¿Debería la ciudad cimentar su futuro en uno o dos sectores productivos o, por el contrario, desarrollar una base económica diversificada? ¿Debería expandirse a nuevos sectores? - ¿Con qué tipo de recursos debe producirse el desarrollo económico: suelo, agua, energía, recursos humanos, recursos tecnológicos? - ¿Estos recursos son renovables o no renovables? En caso de ser renovables ( bosques, agua, aire, animales, recursos humanos), cuánto tiempo se requiere para su renovabilidad? -

¿A qué mercados deberían dirigirse nuestras manufacturas y servicios? - ¿Estamos dispuestos a retroceder en calidad de vida en favor de la prosperidad económica? ¿Qué política debería plantearse en materia de calidad de vida? -

¿Qué rol debe jugar la Administración local en el desarrollo social, ambiental y económico de la ciudad? -

¿En cuánto riesgo estamos dispuestos a incurrir para incrementar la competitividad y la habitabilidad de nuestra urbe?

3. Contraste con los representantes de la comunidad. La elección del modelo deseado para la ciudad debe contrastarse democráticamente dentro de la comunidad, pudiendo distinguirse dos niveles

de intensidad en este contraste. El primero supone que la visión estratégica sea discutida en el seno de la sociedad local, de forma que reciba la aprobación consensuada de las diversas fuerzas políticas que constituyen el municipio. El segundo nivel accede al mayor número de agentes sociales y económicos

de la comunidad cuyas opiniones pueden recabarse mediante la realización de mesas redondas y encuestas.

Planificación urbana y Paisajística- AMB-PUP.

Ahora bien, el método racional para formular la visión estratégica está influenciado, en gran medida, por los valores predominantes entre los ciudadanos y los representantes públicos. Si ellos valoran en alto grado la creación inmediata de empleos y la generación de ingresos, entonces favorecerán el crecimiento; si, por el contrario, valoran la preservación de su modo de vida, y la preservación del medio ambiente entonces tenderán al control del crecimiento o a la restricción del crecimiento. Esta segmentación de valores suele complicarse en la realidad, ya que en muchos casos surgirán la necesidad de conciliar e integrar visiones estratégicas dispares y contradictorias a primera vista. Por ejemplo, es habitual que los dirigentes urbanos conciban a su ciudad como una empresa, la cual tiene que vender sus puntos fuertes, ofreciendo los productos y servicios que sean demandados. Según Menéndez Rexach (1990), esta visión supone una concentración espacial especializada en sectores de alto costo, que se dirige preferentemente al usuario de negocios y que, en muchos casos, implica la expulsión de los residentes de rentas bajos hacia la periferia urbana. Esta visión exige concentración de actividades en ámbitos centrales, bienes y servicios inmateriales, medio ambiente de calidad, infraestructuras de co- municaciones, facilidad de acceso, cooperación público-privada y flexibilidad en la planificación urbanística.

Coincidente con la anterior, suele desarrollarse entre amplias capas de la población una visión urbana que persigue la preservación de la identidad local y la mejora de la calidad de vida frente a las presiones ejercidas por el proceso de globalización de la economía. Esta visión alternativa exige mayores oportunidades de calidad de vida, satisfacción del déficit de urbanización y equipamientos, reconversión de espacios obsoletos, satisfacción de conflictos y reivindicaciones locales, participación en la toma de decisiones, mejora de la disgregación social, planifica- ción urbanística, etc.

En suma, esta disparidad de visiones no debiera desalentar al planificador; por el contrario, éste deberá intentar conciliar ambas posturas a través de un proyecto global que garantice su coherencia.

Desarrollo del Objetivo estratégico

Una vez que se han diseñado los escenarios a los que previsiblernente se enfrentará una ciudad en el futuro mediato, el siguiente paso consiste en desarrollar las estrategias óptimas para cada uno de ellos. A continuación, cada estrategia se evalúa no sólo con respecto a su escenario asociado, sino también de acuerdo con los demás escenarios. Si una evaluación de este tipo puede cuantificarse y la probabilidad de cada escenario puede ser estimada, entonces puede valorarse cada estrategia y optar Finalmente por la más plausible. Este proceso desemboca en la formulación de una única visión estratégica para la ciudad analizada, en la cual se contemplan los tres aspectos cruciales de su desarrollo futuro: el económico, el social y el Físico. Ahora bien, en la práctica el Plan Estratégico de una ciudad suele centrarse básicamente en la formulación

de las visiones económica y social, dejando la Física para el Plan General de Ordenación Urbana. Esto es así porque el Plan Estratégico no tiene vocación ni dispone de herramientas para establecer las directrices

de desarrollo Físico de una comunidad urbana, aunque sí puede aportar criterios y objetivos de índole económica y social que permitan asentar unas bases sólidas y consensuadas entre los agentes de la comu- nidad para acometer el Plan General de Ordenación Urbana.