Iris: declaración de amor a Aguascalientes.

68 descanso, después de una actividad intensísima en su Arte, permaneció 5 años en Aguascalientes”. MAP, II, 1929, 1:4 Nuevamente desconocemos la fecha exacta de este traslado, aunque contamos con dos documentos que nos dicen que ya para marzo de 1925 Miramontes se encontraba instalado en la ciudad hidrocálida. Uno de ellos es la fecha de finalización de su obra para piano Mazurka-estudio , dato que encontramos en la partitura: “Aguascalientes. 4 de marzo de 1925”. El otro documento es una carta envida a Aguascalientes el 3 de marzo de 1925 de parte de Miguel Lerdo de Tejada, director de la Orquesta Típica y miembro de la dirección artística de la mencionada estación radiodifusora Excélsior Parker, en donde le pide al compositor le envíe las partituras del Andante de su Suite Sinfónica Mexicana y su Danza Azteca, pues desea tocarlas con su orquesta en una gira que llevarán a cabo en Sudamérica y Europa. MAP, I, 1925.

3.5 Iris: declaración de amor a Aguascalientes.

Ya instalado en la ciudad hidrocálida, la siguiente obra de gran aliento que Miramontes compondría sería su ballet sinfónico Iris, “escrita el año de 1926 ‒Enero‒ en Aguascalientes, La tierra natal del compositor ”. MAP, II, s.f., 9:1 Esta pieza se divide en siete partes, aludiendo cada una a un color del arco-iris, simbolizando así la “vestimenta septicoloreada [sic] de la vida que oscila entre la angustia del ser y el alegre y elegante quehacer de la acción, consistír [sic] de la existencia ”. Ibidem:2 Se trata de una auténtica declaración de amor a Aguascalientes, a sus bellos atardeceres, que le valdría al compositor el reconocimiento de Horacio Westrup Puentes al mencionarlo en un poema que escribió sobre la hidrocálida ciudad: Te quiero por tus viernes de Cuaresma; por los hermanos Fernández Ledesma, de fama que ha llegado hasta París; por los versos del vate Reyes Ruiz, porque el miraje de tus horizontes, ya lo ha cantado Arnulfo Miramontes. Westrup Puentes, H., s.f. 68 69 Iris es otra de las obras de Miramontes que se inserta dentro del estilo de música programática. Se cuenta con dos versiones del texto descriptivo para la obra. 71 Estos escritos pueden dividirse en dos partes, la primera de ella hace un retrato de las condiciones climáticas de la ciudad de Aguascalientes, donde “la transparencia del aire es maravillosa; la comba celeste es toda ella `una intensa vibración azur´ cercada de lejanías profundas”. MAP, II, s.f., 9:1 Esta primera parte describe también el cielo de la ciudad en las diferentes horas del día: Los crepúsculos, de una belleza indescriptible, son derroche de colores sobre los cuales triunfa al fin la magnífica gama de los rojos que parece precipitarse como un torrente de fuego sobre el Picacho, o como si el sol llendose [sic] a dormir arrojara sobre él su púrpura vestimenta. El amanecer es igualmente hermoso perfumado con el aroma de los cercanos huertos ¡tan íntimos como el alma de la recolecta ciudad que expande un tibio vientecillo. Al medio día el sol semeja enorme lis de oro destacando en un fondo limpiamente azul. Y la azulada noche sempiternamente “noche estrellada” –según el decir popular‒ en sus tres dimensiones, brilla como un diamante tallado de incontables facetas. Ibidem Haciendo referencia también del arcoíris que resulta de las lluvias: poco a poco la lluvia va cediendo hasta que cesa de llover, entonces sobre el cielo aún tempestuoso, se tiende magnífico al Arco Iris, el viento va limpiando al cielo de nubes y a poco vuelve a brillar el sol en toda su esplendidéz antes de ocultarse, dando origen a la magnífica fiesta de los colores vesperales. El iris se multiplica en las gotas de agua que aún oscilan sobre las hojas de los árboles y sobre la esponjada verdura de los huertos; en los surtidores de las fuentes, en todas partes donde dancen rayos solares con gotas líquidas. Ibidem:2 En la segunda parte de ambos escritos se hace una descripción de los siete colores del arcoíris, cada uno de ellos dotado de una característica musical y psicológica. 72 El texto es dueño de un gran sentido poético que nos regala además diversas características de la personalidad del músico. Se descubre un compositor romántico e 71 La única diferencia entre ambos es estilística, pues el contenido es el mismo. 72 La descripción completa de Iris se encuentra en el anexo 1.4. 70 idealista, pero también un hombre religioso, 73 el cual nos legó partituras de música sacra, tales como numerosas obras corales, algunas de las cuales, lamentablemente, se encuentran perdidas; su ya citado Oficio de difuntos y Requiem, una Misa solemne y cuatro oratorios. Miramontes fue un hombre formado en el catolicismo, fe que sin duda alguna profesaba tanto en su quehacer artístico como en su vida cotidiana y familiar. 74 Para el año siguiente Miramontes organizaría un “Festival-Beethoven […] con objeto de conmemorar el 1er Centenario de la muerte del gran Maestro de Bonn [en el cual interpretó] el 3er Concierto para piano, la Sonata Rayo [sic] de luna [programó el] Cuarteto 16 [y dirigió] la Egmont y otras obras ”. MAP, II, 1929, 1:4 Durante su estancia en Aguascalientes Miramontes se dedicó no sólo a la composición, sino también “a la enseñanza, adar conciertos y reorganizó la Orquesta Sinfónica de Aguascalientes con la cual dio bajo su dirección, una serie de 8 Conciertos con un éxito brillante. En estos conciertos se tocó por primera vez Iris, Bellet [sic] en 7 números y su Baile Mexicano”. Ibidem Este último punto, el ser director titular de la Orquesta Sinfónica de Aguascalientes, 75 sería de gran importancia en su carrera musical.

3.6 Orquesta Sinfónica de Aguascalientes.