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catalán muy aplaudido […] Primer premio: Cuarteto de arco, del señor Arnulfo Miramontes, de Aguascalientes.
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El Imparcial, 1911
Esta nota periodística desmiente el dato que expresa José Manuel Sainz Janini en la reseña biográfica que le realizó a Miramontes después de que el músico falleciera,
cuando menciona que ese premio le fue otorgado en 1916. MAP, II, s.f., 3:1 Lo que sí hay de cierto en ese año es que se llevaría a cabo la interpretación de dicho Cuarteto:
“En 1916 el Cuarteto `Saloma´ tocó […] el Cuarteto en Ré menor, obra laureada con el primer premio en concurso”. MAP, II, 1944, 1:3 y 2:3
Existen dos críticas sobre la mencionada obra, una realizada por Gustavo E. Campa y la otra realizada por el crítico Hugo Conzatti, las cuales nos aportan información acerca de
los gustos estilísticos de Miramontes. La primera de ellas aparece en el escrito de 1929 y dice: “El Cuarteto en re menor de Arnulfo Miramontes ha puesto de relieve sus
sólidos conocimientos técnicos y su serena inspiración nutrida en los clásicos y nunca
contagiada con impurezas propias del decadentismo ”. Campa, cfr. MAP, II, 1929, 1:2
Mientras que en el escrito de Conzatti leemos:
De las obras del programa de este concierto, la más interesante es, sin duda, el cuarteto en Ré m. del Sr. Miramontes. Este humilde é inteligente Maestro ha comprendido sin
duda que nuestra fantasía desbordante y joven debía inspirarse no en las obras que son fruto de la decadencia y que solo cuando suponen raras cualidades de genio pueden
triunfar, sino en las obras consagradas, las que representan la más completa perfección del ingenio humano en materia de música, y la expresión más excelsa y pura de la
belleza, las obras que forjaron los gigantes Haydn, Mozart, Beethoven, Mendelssohn […] En esa obra grandiosa se inspiró el Sr. Miramontes, y su creación fue digna de sus
modelos. Conzatti, MAP, II, 1916, 1:3
2.2 Años de zozobra.
Un año después de haber conseguido con su Cuarteto de cuerdas No.1 su primer triunfo en suelo mexicano, acaecería una sensible pérdida para Miramontes, fruto de la cual
nacería una de sus obras más importantes: su Misa de Requiem, la cual está precedida por un Oficio de difuntos
‒En la interpretación del Requiem de Miramontes ambas obras
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Se entregaron diez primeros premios. La obra de Miramontes es la tercera que se cita. El Imparcial, 1911
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37 suelen representarse juntas, siendo el Oficio de difuntos una especie de introducción
para la Misa de Requiem ‒. La persona a quien está dedicada esta obra es María del
Refugio Romo de Vivar, su madre, cuyo deceso acaeció el 28 de diciembre de 1911 en la ciudad de Aguascalientes. MAP, II, 1911
De acuerdo con el autógrafo de ambas obras, el Oficio de difuntos sería terminado el 29 de noviembre de 1912, mientras que la Misa de Requiem el 20 de diciembre del mismo
año, ambas en la ciudad de Aguascalientes. Una semana después de concluida esta última, el Oficio de difuntos y Misa de Requiem, dirigidas por el propio compositor, se
estrenarían en conmemoración al primer aniversario luctuoso de su madre en el Santuario de Guadalupe de la ciudad de Aguascalientes.
A propósito de esta obra se diría que
es el canto inspirado y sincero del hijo, vivificando el más puro y sublime de los amores, como es el amor a la madre, amor que ni la muerte puede destruir. Cuando tan
noble motivo de inspiración encuentra un campo técnico para su desarrollo, el resultado es una magnífica y bella obra: así lo demuestra la maestría de Miramontes al tratar las
voces y la cuerda, dentro del más estricto y meditado plan escolástico, con claros y bien definidos contrapuntos canónicos, solos contrastados, e interesantes diálogos de coro y
orquesta. Gomezanda, cfr. Castillo, 1953
A esta zozobra personal pronto habría de sumársele otra, pues la revolución mexicana no tardaría en llegar a la ciudad de Aguascalientes sacudiendo así la tranquila vida de
sus habitantes, muchos de los cuales, como Miramontes, se vieron en la necesidad de hacer un cambio radical en sus vidas. El compositor recuerda:
En estos días, las Fuerzas Revolucionarias Carransista y Villistas atacáron y tomáron la ciudad de Zacatecas; todos los hospitales de Aguascalientes estaban invadidos de
heridos y muertos, el pánico era muy grande en todos los habitantes de esta ciudad, máxime cuando se decía que las Fuerzas Federales iban a hacer Resistencia. En estas
condiciones, el maestro Miramontes optó por trasladarse a Lagos de Moreno, Jal. en donde permaneció 3 meses. MAP, II, 1929, 1:2
No se tienen las fechas de la estancia del compositor en Lagos de Moreno, sin embargo, podemos darnos una idea de cuándo estuvo allá gracias a que fechó varias de las obras
que escribió en esa ciudad. Al respecto, de la obra que se tiene el registro más temprano
38 es Ich liebe dich, fechada el 25 de mayo de 1914, mientras que el segundo movimiento
de su Concierto para piano y orquesta en mi mayor, fechado el 10 de septiembre de 1914, sería lo último que escribiría en Lagos de Moreno. Por otra parte, podemos
establecer que para el 19 de septiembre de 1914 Miramontes se encontraba de vuelta en la ciudad de Aguascalientes, pues ese día y en esa ciudad finalizó el tercer movimiento
del mencionado Concierto. Instalado de nueva cuenta en la ciudad hidrocálida Miramontes nos dice que:
A su regreso a Aguascalientes, permaneció muy poco tiempo en esta ciudad [pues] deseoso de estar en un medio más amplio para él, se resolvió abandonar Aguascalientes
y se fue a radicar definitivamente a la ciudad de México; ya una vez ahí, estableció su Academia de piano y organizó varias series de conciertos, con objeto de dar a conocer
sus obras, y a la vez seguía produciendo obras de gran aliento. Ibidem
Sobre su partida a la capital no contamos con referencia alguna, aunque podemos especular que su traslado a la Ciudad de México haya sido realizado a finales de 1914 o
en algún momento de 1915.
2.3 Una década prolífica para la composición.