2.3.- El caso Venezolano

2.3.- El caso Venezolano

Como se ha señalado anteriormente, Venezuela si bien a lo largo de su historia contemporánea ha sido considerado como un país exportador de hidrocarburos, principalmente petróleo, hacia los mercados demandantes del hemisferio norte del planeta, en concreto hacia EE.UU. y una buena parte hacia determinados países de Europa. Pero sin perjuicio de que aquel panorama se mantenga en cierta medida, tanto la utilización de los recursos generados a través de las ganancias de las exportaciones, y su fuerte vinculación con la política exterior de Caracas, es un elemento que se imprime principalmente bajo la administración del Presidente Hugo Chávez desde 1998.

En este sentido, la política exterior venezolana comenzó teniendo, desde un primer momento, un importante componente ideológico que le hacía tener elementos en común con los lineamientos de la Cuba de Fidel Castro, además de otros factores similares. Sin embargo, resaltan para su amplia comprensión dos acontecimientos de alta relevancia. En primer lugar, se debe considerar el origen militar y golpista de Hugo Chávez, produciendo su apogeo durante el año 1992 con su fallido golpe de Estado y posterior detención. Dicho intento de toma del poder político fue, a fin de cuentas, el impulso para el reconocimiento nacional de la figura del Comandante Chávez, y el inicio del camino hasta la obtención de la primera magistratura en el año 1999. Y en segundo lugar, la política exterior del gobierno caraqueño dio un giro radical después de los acontecimientos del año 2002, produciéndose manifestaciones, paralizaciones, e incluso un intento fallido de golpe de Estado. A partir de aquel momento, la política exterior del gobernante se volvió más radical, afianzado sus lazos con determinados gobiernos afines a su ideología (Cuba, Bolivia, Ecuador, Nicaragua), y estableciendo, principalmente en el ámbito de la retórica, continuados ataques tanto al gobierno de EE.UU. como a sus aliados a nivel mundial. En este plano, la política exterior de Venezuela, así como sus proyecciones geopolíticas, pueden analizarse en dos ámbitos fundamentales: un ámbito vecinal-regional, y un acotado ámbito mundial, tomando como factor esencial en dicha formulación de política exterior, el elemento energético.

Sin considerar para los efectos prácticos la situación que ha sucedido en la relación bilateral Colombia-Venezuela, 24 este último país en su política

vecinal-regional, ha concentrado su atención en dos grandes grupos de Estados, los cuales a su vez son susceptibles de dividir de acuerdo a su ubicación geográfica. En primer lugar, se encuentran los Estados con un importante grado de afinidad política-ideológica con los lineamientos revolucionarios del discurso chavista, agrupados a través de la denominada Alternativa Bolivariana para las Américas (ALBA). Geográficamente, dichos países se ubican tanto en la zona del Caribe como en Sudamérica misma. Y en segundo lugar, se pueden considerar aquellos países que, sin tener una afinidad en los postulados bolivarianos, se poseen importantes nexos, basados tanto en la política de intereses comunes como de buena vecindad, dentro de los cuales se encuentran, por mencionar algunos ejemplos, Argentina, Brasil y Paraguay en Sudamérica. Otro de los temas destacables en el ámbito regional, es el apoyo directo que Venezuela ofrece a candidatos en elecciones presidenciales, afines al proyecto chavista. En este sentido, se destaca el apoyo del citado país al líder etnocacerista del Perú Ollanta

Humala. 25

Y en lo que refiere a su política exterior más allá del ámbito regional, Venezuela ha puesto en práctica dos clases de nexos. Por un lado, se coloca cercana a aquellos países que mantienen una retórica similar ante los actos

de EE.UU. y pueden interactuar en materias de mutua conveniencia, como por ejemplo Irán; y por otro lado aplica u na ―diplomacia petrolera‖, en el sentido de que utiliza sus nexos a través de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) para influir en determinadas políticas destinadas a regular dicho mercado. Pero no obstante lo anterior, también se puede distinguir un tercer tipo de relaciones que pueden clasificarse como

―estratégicas‖, de acuerdo a los discursos del mandatario venezolano, donde se encuentran principalmente Rusia y China, dentro del ámbito de la

adquisición de material bélico por parte del país sudamericano, así como también en la posibilidad de atraer capitales para la inversión en el rubro de

24 En variadas ocasiones, Hugo Chávez ha catalogado al Presidente de Colombia Álvaro Uribe como ―mentiroso‖ y ―lacayo del Imperio‖, llamando así al gobierno de EE.UU. Además, se

cuenta como antecedentes relevantes el cierre y retiro de las reparticiones diplomáticas y consulares venezolanas en territorio colombiano, y la movilización de tropas venezolanas a la frontera con Colombia, producto de la intervención del Ejército colombiano en territorio ecuatoriano, dando muerte al segundo hombre de las FARC Luís Edgar Devia Silva, alias

―Raúl Reyes‖, a comienzos del año 2008.

25 Véase al respecto El Comercio de Lima 24-07- 2009 ―Ollanta Humala admite que la ‗gran vinculación‘ con Chávez lo perjudicó‖. Disponible en

http://www.elcomercio.com.pe/noticia/318544/ollanta-humala-admite-que-gran- vinculacion-chavez-le-perjudico-campana http://www.elcomercio.com.pe/noticia/318544/ollanta-humala-admite-que-gran- vinculacion-chavez-le-perjudico-campana

El proyecto chavista en política exterior se sustenta, básicamente, sobre la base de los recursos que genera la importación de petróleo, así como también de la exportación misma, en el sentido de facilitar dicho intercambio, hasta incluso llegar al punto de un importante número de

―donaciones‖ de esta materia prima. 26 No obstante, dicho proyecto de expansión de influencia, tanto a nivel vecinal-regional como en menor

medida global, está sustentado en una serie de acuerdos e iniciativas que tratan, como ya se mencionó, temáticas ligadas a establecer instituciones en torno a la cooperación económica, entre otros elementos.