2.3.1.- El proyecto geopolítico bolivariano

2.3.1.- El proyecto geopolítico bolivariano

A diferencia de Rusia, y de acuerdo nuevamente a lo esbozado por Flint (2006), Venezuela si bien posee un natural código geopolítico a nivel local, los acontecimientos y hechos mencionados dan cuenta de que busca posicionarse con un código geopolítico a nivel regional, en directo desmedro

de otros actores con similares objetivos. 33

Tal como se señaló, la República Bolivariana posee un lógico código geopolítico vecinal, el cual si bien posee determinadas características geográficas como para ser un código regional en la zona del Caribe, lo cual se expresa tanto en sus vinculaciones políticas y comerciales con los países limítrofes, así como también el nexo energético que este país posee.

33 En este aspecto, destaca el ―eterno‖ rol de Brasil, como el país mejor posicionado para convertirse en líder de un eventual bloque regional.

Sin embargo, este código geopolítico vecinal tiene como punto de partida el mandato desde el año 1999 del Presidente Hugo Chávez, con una fuerte influencia histórica a través del denominado Sueño Bolivariano, de acuerdo a lo planteado por el Libertador Simón Bolívar. En este sentido, el Estado que fundó dicho Libertador, la Gran Colombia, se encontraba conformada por Ecuador, Colombia, Venezuela y Panamá, al tiempo que señalaba en variadas ocasiones que América Latina debía ser un conglomerado unido, tanto cultural como políticamente. Siendo así, Chávez toma dicho planteamiento, añadiéndole un importante ingrediente ideológico ligado a la izquierda revolucionaria propia de la época de la Guerra Fría.

Tomando entonces este planteamiento, el código geopolítico de Venezuela desde la asunción de Chávez, tiene perspectivas tanto históricas, ideológicas y políticas, las cuales pueden apreciarse en lo relativo a su relaciones con los diferentes Estados vecinales, y en algunos casos, paravecinales. En este sentido, las relaciones con Colombia, pese a haber sido parte del proyecto estatal de la Gran Colombia, no han sido de cordialidad, sino que ha sido el conflicto el común denominador de la relación bilateral, donde el factor

ideológico ha primado por sobre otros elementos históricos. 34

En otro sentido, y siempre en el plano vecinal, Venezuela ha generado diversas instancias en donde el dialogo y la cooperación sobre la base de uso

de hidrocarburos y productos derivados de estos, son el principal elemento en la cual se debaten temas.

Sin embargo, la República Bolivariana ha adaptado el código geopolítico del Libertador Simón Bolívar, para una utilización de carácter regional. En este plano en donde se enmarcan la mayor parte de las instituciones y organizaciones creadas por Chávez, así como también la proyección de la política exterior venezolana. Como ya se mencionó, los proyectos derivados

de la utilización del petróleo, sobre la base del ALBA y Petroamérica tienen un fuerte componente regional más que vecinal, al tiempo que también establece otros proyectos con alcances similares en el plano netamente económico, dentro de los cuales conviene destacar el Banco del Sur, la concreción de una moneda única para los países que adscriben al ALBA,

denominada en un primer momento ―Sucre‖, así como también las iniciativas

34 Como ya se mencionó oportunamente, la ideología chavista considera a la actual administración de Colombia, y más precisamente al primer mandatario, como un ―lacayo‖

del Imperio, debido a la influencia que tiene EE.UU. en dicho país producto del Plan Colombia, para combatir los flagelos del narcotráfico principalmente del Imperio, debido a la influencia que tiene EE.UU. en dicho país producto del Plan Colombia, para combatir los flagelos del narcotráfico principalmente

En el aspecto militar, Venezuela también ha esbozado tener una influencia regional, sin perjuicio de que no posea una industria bélica desarrollada para exportar material bélico autóctono, a diferencia de Brasil. No obstante, y a través de los convenios suscritos por Caracas con otros países del orbe, como por ejemplo con la Federación Rusa e Irán, se han trazado

lineamientos sobre aquella materia. 35 Otro elemento a destacar en este ámbito, son las compras que a realizado la República Bolivariana en diversos

países, como por ejemplo aviones de combate (Sukhoi-30), misiles antiaéreos (Tor-M1), y radares para aplicaciones tanto pacíficas como militares (JYL-1). Debido al embargo que ha aplicado el gobierno de EE.UU. a Venezuela en lo que respecta a la adquisición de partes y piezas para renovar y actualizar el material bélico, Venezuela ha buscado como se ha visto otros proveedores, principalmente de origen ruso y chino. Siendo así, el material remanente y que no ha podido ser actualizado, ha dado pie para que sea susceptible de exportación a aquellos países que requieren dicho material, como por ejemplo los casos de Nicaragua, Cuba, y Bolivia. Anexo a lo anterior, cabe señalar las diferentes instancias que ha planificado el gobierno de Venezuela para aunar a las diferentes Fuerzas Armadas de la región, bajo un contexto americanista, dejando de lado las actuales estructuras hemisféricas. En este sentido se destaca la creación de un Consejo de Defensa Suramericano, bajo el ampara institucional de la recientemente creada UNASUR (Mendoza y Cabrera, 2009).

El caso de Bolivia, dentro del contexto geopolítico regional del proyecto bolivariano, es un elemento a analizar. Desde la llegada a la primera magistratura de Evo Morales en el año 2005, la política de Venezuela a ese país dio un giro radical comparando dicha situación con administraciones anteriores, tanto en el aspecto discursivo como en los hechos palpables. Bolivia adhirió en forma inmediata al proyecto bolivariano y a los postulados del ALBA, estableciendo con ello, y de acuerdo con algunos analistas, un

verdadero ―eje‖ entre Caracas, La Habana y La Paz. No obstante adherir a los postulados ideológicos de Hugo Chávez, Bolivia constituye una entidad

única en este proyecto sobre una base geopolítica, ya que posee una mayoría de población indígena, y se ubica en la zona central del continente Sudamericano. Esto a objeto del presente análisis, es de vital importancia geopolítica por dos grandes motivos. En primer lugar, el hecho de que un

35 Aquí se destacan los proyectos de instalar industrias, fundamentalmente de capitales rusos, para proveer tanto a Venezuela como a la región, de algunos suministros bélicos de

carácter convencional.

presidente que representa a una mayoría étnica dentro de un Estado, en este caso Bolivia, sea parte de un proyecto geopolítico regional, da pie para sostener un eventual aumento en lo que relativo a seguidores del mismo proyecto, en aquellos países con un importante número de indígenas dentro

del total de la población, como es el caso de Perú y Ecuador 36 . Y en segundo lugar, el hecho de que Venezuela haya captado a Bolivia en este proyecto

geopolítico regional, le otorga una importante base geográfica al centro de Sudamérica, de la cual puede expandir dicho modelo de desarrollo a todos aquellos países, en mayor o menor medida, que son colindantes con Bolivia, como es el caso de Argentina, Brasil, Chile, Paraguay y Perú.

Dentro del anterior contexto es donde se puede enmarcar en código geopolítico de Venezuela en el ámbito regional, en el cual busca a través tanto de los medios convencionales (cooperación e intercambio económico), como no convencionales (integración energética y asistencia con respecto al mantenimiento y reparación de material bélico convencional). En este sentido, la aplicación de las estrategias insertadas dentro del proyecto reactivo del ALBA, buscan generar tanto influencia como cooperación entre los países de América Latina y el Caribe, al tiempo que surge Venezuela como una interlocutora en estos aspectos. Pero sin perjuicio de lo anterior, el poder o influencia a la que aspira Venezuela se ha visto empantanada por una serie de elementos, dentro de los cuales está la considerable baja en los precios del crudo, y la falta de inversión de capitales extranjeros producto de las constantes nacionalizaciones.

No obstante aquello, y siempre tomando como elemento de especial relevancia para ejercer influencia en el subcontinente, tal vez el mayor proyecto geopolítico esbozado por la administración Chávez para con el subcontinente, es la construcción del denominado Gasoducto del Sur, destinado a llevar gas natural venezolano a los países del MERCOSUR, como son Brasil, Argentina y Uruguay, sin perjuicio de que el mismo Presidente venezolano haya mencionado y reiterado que dicho proyecto se encuentra aún en estado de evaluación.

36 El apoyo que entrega el gobierno de Venezuela a la administración de Morales no sólo pasa por ayudar en la asistencia gubernamental de la persona del mandatario, sino que

también proveyéndole asistencia en temas como militares, económicos y energéticos, además de ayudarle, dentro del plano de la retórica, en la ―demanda marítima‖ del país altiplánico hacia Chile. En el plano militar por ejemplo, Venezuela otorgó asistencia tanto

técnica como financiera en el año 2006, para establecer puestos militares fronterizos con todos los países en que Bolivia es limítrofe.

Proyecto Gasoducto del Sur

Fuente: BBC Mundo

El citado gasoducto, el cual cabe destacar que se inserta como la gran mayoría de los proyectos relacionados con hidrocarburos por Venezuela en la estrategia del ALBA, daría eventualmente cuenta de un tubo de una distancia entre los 8.000 y 10.000 kilómetros, el cual llevaría desde la ciudad venezolana de Puerto Ordaz a través de los complejos urbanos más importantes de Brasil, Uruguay y Argentina, pasando también algunos ramales hacia ciudades de Bolivia y Paraguay. Aquello en el mediano plazo, mientras que en el largo plazo, se proyectaría hacia la zona patagónica, suministrando gas tanto en el sur de Argentina y Chile. Visualizando someramente dicho proyecto, el mencionado gasoducto se convertiría en el ducto con dichos fines más largo del mundo, y cubriría las zonas más importantes del continente, en lo que respecta a densidad poblacional. Cabe señalar al respecto que en un principio, la operatividad del gasoducto estaría

a cargo de las empresas estatales de Venezuela (PdVSA), Brasil (Petrobrás) y Argentina (ENARSA). No obstante, y como se señaló anteriormente, dicho proyecto se encuentra aún en etapa de planificación, siendo dicho período

de, por lo menos, 7 años en lo que respecta a la construcción del ducto en sí. Y en lo relativo a la inversión inicial, estaría entre los 20 a 25 millones de dólares.

Dicho proyecto, pese a la grandilocuencia del mandatario venezolano en lo que respecta al impacto del mismo 37 , e incluso en su etapa de planificación,

ha sido objeto de variadas críticas. Por ejemplo, dicho oleoducto y/o gasoducto tendría un efecto negativo en la economía boliviana, puesto que al abastecer de hidrocarburos a Brasil, Bolivia perdería su posición en lo que respecta a su rol como exportador de gas natural. Por el lado de Brasil, dicho ducto le permitiría ejercer tanto una presión económica como política hacia Bolivia, para modificar tanto los precios de las transacciones como los volúmenes demandados, debido principalmente a la nacionalización por parte

de este último país, a la industria petrolera, la cual tenía en su momento una importante presencia de capitales brasileños. Por lo tanto, y de ejecutarse el mencionado gasoducto, Bolivia en un primer momento el principal país afectado económicamente hablando, lo cual se estaría en contra de los principios y espíritu del ALBA.

Otro de los elementos que ha despertado críticas, es el relativo a las consecuencias negativas que tendría la construcción del gasoducto en el medioambiente, principalmente en los territorios de la Sabana venezolana, y gran parte de la Amazonia brasileña, enfocándose en la tala de un gran número de especies naturales en una de las principales reservas ecológicas del mundo.

Un elemento que ha sido altamente considerado por los detractores del proyecto, y que es altamente previsible de acuerdo a los acontecimientos internos ligados a la extracción y posterior procesamiento de hidrocarburos en Venezuela, es el hecho de que este país no pueda cumplir con las cuotas proyectadas de recursos energéticos a través del citado ducto, lo cual es explicable por dos razones. En primer lugar, y como se ha tratado anteriormente, desde la asunción de Hugo Chávez a la presidencia de Venezuela, la empresa petrolera estatal PdVSA, ha ido paulatinamente reduciendo sus niveles de producción, y por ende de exportación en lo que respecta a hidrocarburos. Por lo tanto, con grandes mercados como lo son Argentina y Brasil, se duda de la capacidad caraqueña para cumplir con lo proyectado. Y en segundo lugar, Venezuela es parte de la OPEP, por lo que está sujeta a determinadas cuotas de extracción por parte de aquella entidad, lo que da como resultado la imposibilidad de que pueda ampliar su cuota de extracción de hidrocarburos a voluntad.

37 Hugo Chávez ha denominado al Gas oducto del Sur como ―la obra más grande que se haya pensado en nuestra tierras‖. Véase al respecto BBC Mundo, 27-01-2009. ―Entre la

integración y la propaganda‖. Disponible en http://news.bbc.co.uk/hi/spanish/specials/2009/chavez_10/newsid_7799000/7799446.stm

Ligado al punto anterior, se sostienen amplias dudas en lo que respecta a la viabilidad económica en sí del proyecto, de acuerdo principalmente a la longitud planteada en un principio. En este sentido, conviene destacar que hoy por hoy, el gas natural se transporta a una distancia máxima de unos 5.000 kilómetros, ya que el transporte a una distancia mayor no puede ser considerado rentable. De hecho, normalmente se aprecia que una vez pasados los 3.000 kilómetros de distancia, se aprecia económicamente mejor para la parte demandante el gas natural licuado, y su eventual transporte a través de buques.

Pero pese a lo anterior, uno de los principales problemas que tendría dicho gasoducto viene de su misma planificación. De hecho, este proyecto está trazado para que los principales centros urbanos tanto del Brasil como de Argentina, se puedan constantemente abastecer de gas natural y petróleo,

de acuerdo a sus cada vez mayores y constantes demandas. Sin embargo, esto entraría en directo conflicto en lo que respecta a la disminución de las

brechas económicas y sociales de ―los pueblos de Latinoamérica‖, como propugna el mismo proyecto bolivariano, al acrecentar la brecha entre las

ciudades o centros urbanos de mayor importancia de acuerdo a su densidad poblacional, en desmedro de las provincias con menor población y más pobres. Por lo tanto, dicho proyecto no se conjuga con las políticas del ALBA, sino que busca fomentar y aumentar la influencia política de Venezuela por medio de la herramienta de los recursos naturales, haciendo de esta manera dependientes a los dos mayores Estados de Sudamérica, territorialmente hablando, de los hidrocarburos de Hugo Chávez, estableciendo por directa consecuencia una preeminencia geopolítica en asuntos regionales.