Tratados Unilaterales
Tratados Unilaterales
Sin perjuicio de las iniciativas de características comunitarias que se han buscado implementar dentro de la relación energética entre la UE y Rusia, también se han implementado diversos acuerdos y Tratados unilaterales entre miembros de la Unión y Rusia. En este sentido, destacan los acuerdos
19 Hecho que, en definitiva, fue una de las principales para que Rusia cortara el suministro de gas natural a Ucrania a comienzos del presente año.
celebrados entre Rusia, y más específicamente la filial estatal Gazprom, con compañías similares de Francia, Italia y Alemania. 20
Con la compañía francesa Gaz de France se celebró un acuerdo por el cual se alargaba el suministro de gas desde 2012 hasta 2030, al tiempo que a partir
de octubre de 2007 se permitía a la empresa gasista rusa vender 1.500 millones de metros cúbicos de gas a los consumidores finales franceses. Al mismo tiempo, Gazprom aceptaba la participación de empresas extranjeras, en este caso francesas, en la explotación del yacimiento de Stockman, y su reciprocidad desde el lado francés, en el sentido de permitir que la empresa rusa pudiera adquirir activos de la futura empresa formada por Gaz de France y Suez.
Con Italia, además de los contratos a largo plazo, que en un primer momento surtirían al país romano de gas ruso hasta el año 2035, se ha acordado el acceso a las diferentes redes de distribución italianas por la compañía rusa, al tiempo que se permite a la empresa nacional italiana encargada del suministro de gas acceder a la explotación de yacimientos rusos. Recientemente ha salido a la luz que a medio plazo el Reino Unido también podría seguir, al menos parcialmente, la vía italiana. En concreto, se podría permitir el acceso de Gazprom a la red de distribución directa de gas en el país, a través de la creación de una empresa mixta con la británica Centrica. Tal acuerdo quedaría supeditado de alguna forma a la entrada en funcionamiento el Gasoducto del Norte, de manera que Gazprom podría pasar de cubrir, aproximadamente, el 4% de las necesidades británicas a alcanzar el 10%, con un volumen de 11.000 millones de metros cúbicos de gas. Esta forma de negociación contribuye a diversificar el negocio de Gazprom y a reducir la vulnerabilidad de la dependencia económica en lo relativo a inversiones. Un punto relevante con respecto al caso de Italia, es que fue el primer país fundador de la UE, en negociar en forma directa y bilateral con Gazprom (más específicamente su empresa estatal de energía ENI) su suministro energético, a la vez que se dio luz verde para las proyecciones y cooperación en la construcción del gasoducto South Stream (Mendoza, 2008).
En el caso de Alemania, surgen una serie de elementos a destacar, siendo tal vez el principal la construcción del Gasoducto del Norte de Europa, y que de acuerdo a algunos analistas, cambiaria la cara del panorama geopolítico
20 También se han negociados acuerdos en el mediano plazo con Bulgaria, Serbia, Hungría, Reino Unido, Holanda y España, pero que aún no se han concretado a la espera de la
completa operatividad de los ductos planificados. Así también, se prevé que se negocie con Eslovenia y Austria en el corto plazo.
europeo. 21 Siendo así, por un lado dicho gasoducto garantizaría el abastecimiento directo a Alemania de gas ruso y, por otro, transformaría a
Alemania en vía de tránsito hacia el resto de Europa, situación que hoy por hoy comparten países vecinos con Rusia, con los cuales las relaciones bilaterales se han deteriorado, entre otros motivos, por las desconfianzas en materias de distribución de hidrocarburos, como por ejemplo Ucrania.
Si bien es cierto que determinados Estados aún se encuentran en directas conversaciones con la estatal rusa, también es cierto que la posición geográfica que poseen muchos de aquellos países se convierte en un elemento a considerar dentro de los lineamientos de expansión energética de Rusia en Europa. En este sentido, se destacan los casos de Hungría, Bulgaria, Rumania, Italia y Austria.
Hungría, miembro de la UE desde 2004, se relaciono con el proyecto de GASPROM recientemente, con estas palabras el Primer Ministro húngaro Ferenc Gyurcsany, anunció la participación de su país en el gaseoducto Blue Stream ―Nabucco ha sido un sueño largo y un plan antiguo, pero nosotros no necesitamos sueños, necesitamos proyectos‖. Con estas palabras del Primer
Ministro Húngaro quedaron al descubierto las incertidumbres e inseguridades que rodea la estrategia energética europea y a su falta de coherencia, mientras que el pragmatismo de los movimientos diplomáticos de Moscú se anotaba otra victoria (Mendoza, 2008).
En forma similar, Bulgaria y Rumania, dos Estados recientemente incorporados al proceso de integración europea, son actores importantes dentro del contexto de planificación de los gasoductos propuestos por Gazprom. En este aspecto, si bien ambos países no son grandes productores
de gas natural si se le compara en un primer momento con Rusia, pero lo relevante en este caso es la posición geográfica que ambos poseen, como países de tránsito de los recursos energéticos que provienen tanto de Rusia como de la zona del mar Caspio. La posición geográfica de estos países, ubicados en la ribera occidental del mar Negro, constituyéndose en la puerta
de entrada de los recursos energéticos para la zona central de Europa, al mismo tiempo que son a la vez el comienzo de los gasoductos planificados por Gazprom para proveer a la UE de gas, dentro del proyecto South Stream. Pero sin perjuicio de lo anterior, sobre Rumania también recaen otras consideraciones energéticas, como por ejemplo, dentro de su territorio posee
21 Al no considerar a determinados países con los cuales se han tenido serios problemas por su condición de países ―de tránsito‖, en el aspecto de transporte de gas natural, dicho
gasoducto considerará a los países de Europa occidental como directos consumidores del gas ruso, ampliando de esta forma la estructura gasífera de dicha región.
casi la totalidad de las refinerías presentes en la Europa Suroriental, representando un centro de refinamiento de gran importancia para toda el área (Mendoza, 2008).
Austria posee una vital importancia dentro de las negociaciones bilaterales que mantiene Rusia con los diferentes países de la UE. La empresa austriaca
de energía OMV ha sido invitada por su similar rusa a cooperar en la construcción del proyecto South Stream. En términos netamente realistas, el proyecto es muy atractivo, si consideramos que junto al gasoducto se incluiría la construcción de un gran complejo de almacenamiento de gas natural cercano a la ciudad de Salzburgo, con una capacidad de tenencia de
2.4 mil millones metros cúbicos, lo que portaría a favor de la seguridad energética de Austria, y aumentaría su influencia en materia energética dentro de la zona de Europa central y occidental. Por lo tanto, Austria pasaría, una vez operativo el complejo de gasoductos del sur de Europa, a convertirse en la principal fuente de distribución de la región, posibilitando
de esa forma un acceso de gas ruso a países de Europa occidental, sin perjuicio de que el proyecto North Stream también busque objetivos similares (Mendoza y Cabrera, 2009).