America Latina necesita a Chavez como Eu
[Rusia]:
Análisis comparado de Rusia y Venezuela desde la
perspectiva geopolítica, económica y de gobernabilidad
Juan Eduardo Mendoza Lester Cabrera
Documento de Trabajo Nº 28
Septiembre de 2010
ISSN 0717-7550
Editor Guillermo Pattillo
Profesor Universidad de Santiago y Pontificia Universidad Católica de Chile.
Comité Editorial
Paolo Tripodi
Profesor Cátedra Donald Bren en Ética y Liderazgo, Universidad de la Infantería de Marina de los Estados Unidos
Carl Marowski
Profesor de Historia Militar y Estrategia Academia de Guerra del Ejército
Peter Liotta
Executive Director The Pell Center for International Relations and Public Policy Salve Regina University, Rhode Island
Fernando Wilson
Profesor del Departamento de Historia, Universidad Adolfo Ibáñez Investigador Concurrente, Centro de Estudios Estratégicos de la Armada
El envío de manuscritos a ser considerados para publicación debe ser realizado por correo electrónico al editor, profesor Guillermo Pattillo, [email protected]
Índice General
Página Resumen
4 Introducción
9 economía-mundo
1. Posicionamiento de Rusia y Venezuela en el Sistema de
1.2 La ubicación de Rusia y Venezuela en la estructura
18 tripartita de Centro-Semiperiferia-Periferia
1.3 Rusia y Venezuela, Estados en la Semiperisferia
33 sobre la base de una política energética: el gas y el petróleo como elementos de poder
2. Proyectos geopolíticos y lineamientos en política exterior
2.1 Apreciaciones teóricas preliminares
2.2 El caso Ruso
2.3 El caso Venezolano
3 Política energética y gobernabilidad comparada entre Rusia y
67 Venezuela
3.1 Análisis preliminar
3.2 La Federación Rusa y su política energética hacia la UE
3.3 Venezuela y su política energética hacia América del Sur
74 y el Caribe
3.4 La gobernabilidad como sustento político
4 Conclusiones 114 Bibliografía
Resumen 1
Juan Eduardo Mendoza Pinto 2 Lester Cabrera Toledo 3
―América Latina necesita a Chávez como Europa a Putin [Rusia]‖, es el título
de este trabajo de investigación y corresponde a la declaración formulada por la entonces candidata presidencial y senadora, Cristina Fernández de Kirchner al diario español El País (26/07/07).
Si bien, la comparación realizada por la actual presidenta argentina, también
ha sido abordada por otros autores, que hay en realidad en esta comparación, más allá de la obvia semejanza entre dos Estados productores
de hidrocarburos, que en el último tiempo, se han caracterizado un uso instrumental de sus recursos energéticos en beneficio de sus objetivos de política exterior. Lo anterior a contribuido también, al acercamiento entre Rusia y Venezuela, por ejemplo, en materia militar (adquisiciones de armamento ruso por parte de Caracas), cooperación tecnológica entre sus respectivas empresas energéticas Gazprom (Rusia) y PDVSA (Venezuela); en política económica se han caracterizado por el control soberano de sus recursos energéticos, estableciendo una red de alianzas con otros países productores (Ej. Venezuela con Bolivia y Rusia con Irán) con miras a extender su influencia política. Por otra parte, también son observables importantes diferencias, como por ejemplo: Rusia y los países de la UE, presentan diferencias históricas y culturales, siendo una relación esencialmente comercial entre productores y países importadores de energía, donde se presentan intereses geopolíticos contrapuestos; Venezuela, en cambio, comparte la misma raíz histórica, cultural, social y política con el resto de los países latinoamericanos y forma parte de los bloques de
1 Este documento corresponde al informe final del proyecto de investigación sobre seguridad internacional financiado por el Área de Estudios de Defensa del Instituto de Ciencia Política
de la Pontificia Universidad Católica de Chile. 2 Investigador principal en este trabajo. Licenciado en Educación mención Historia y
Geografía, Universidad de Concepción. Magíster en Historia, Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, Magíster en Seguridad y Defensa, Academia Nacional de Estudios Políticos y Estratégicos. Candidato a Doctor en Estudios Americanos mención Estudios Internacionales, Universidad de Santiago de Chile. Actualmente se desempeña como Profesor de Geopolítica y Relaciones Internacionales en la Universidad de Concepción. Mail: [email protected]
3 Co-investigador. Licenciado en Ciencias Políticas y Administrativas, y Administrador Público con mención en Ciencia Política, Universidad de Concepción. Diplomado en Estudios Políticos
y Estratégicos, y Magisterando en Seguridad y Defensa con mención en Política de Defensa,
Academia Nacional de Estudios Políticos y Estratégicos. Mail: [email protected] Academia Nacional de Estudios Políticos y Estratégicos. Mail: [email protected]
El objetivo de este trabajo es realizar un análisis comparado de dos situaciones vinculadas al dominio de los recursos de hidrocarburos de gran valor estratégico, por parte de dos Estados estratégicos en el abastecimiento del gas. Considerando por cierto, los distintos contextos (dimensional y cultural) ha si como el grado de significación que Rusia o Venezuela tienen en sus respectivas espacios geográficos sobre los cuales pretende ejercer un dominio económico, político y militar.
Introducción
¿Cuáles son los diversos procesos que se enmarcan dentro de las políticas energéticas en Rusia y Venezuela, dentro del ámbito de la economía internacional? ¿Cuál es el grado de influencia que se obtiene a través de este instrumento, al interior de las regiones geográficas en que se desenvuelven? El presente trabajo tiene por objetivo responder en forma minuciosa las anteriores interrogantes, pero sin perjuicio de un posterior y eventual análisis, conviene otorgar algunas respuestas de carácter netamente provisorio y simple.
En primer lugar, ambos países, tanto Rusia como Venezuela, durante lo que
ha transcurrido del presente siglo, han aumentado su posicionamiento en diferentes ámbitos, principalmente al nivel regional correspondiente, y al mismo tiempo han expandido el nivel de influencias a nivel internacional en diferentes esferas, traduciéndose lo anterior en viajes y giras de Estado a diversas localidades con distintos fines, así como también se destaca su presencia en foros internacionales y en la prensa especializada en materias internacionales contingentes. No obstante lo anterior, aquello si bien puede
ser explicado por una fuerte cuota de ―ideologización‖, principalmente desde el punto de vista venezolano, y por el lado de Moscú como un intento por
retomar su posición bajo el amparo de lo que fue la ubicación de la Unión Soviética en el sistema internacional, lo anterior encuentra su basamento, siguiendo un punto de vista tanto económico como geopolítico fundamentalmente, en la capacidad que se les otorga a ambos países, ser importantes exportadores de hidrocarburos, tanto petróleo como de gas natural, en sus respectivas regiones de influencia.
Siguiendo el mismo planteamiento, los procesos que se conjugan de la exportación de hidrocarburos, al tiempo que se aprecia una importante escalada en el precio de dichos productos en el mercado internacional, derivados de la alta demanda de aquellos Estados en desarrollo o en su defecto en vías de desarrollo, han inyectado en las economías que son objeto
de la presente investigación, una gran cantidad de recursos con las cuales se
ha hecho viable y factible la formulación y posterior aplicación de sendas estrategias en materia de política exterior, tanto a un nivel vecinal y paravecinal, como a un nivel macro regional. Lo anterior se aplica al caso tanto de Rusia como de Venezuela, en la Unión Europea y Sudamérica respectivamente. No obstante lo anterior, cabe destacar que pese a los altos niveles de dólares adquiridos a través de las exportaciones de hidrocarburos, tanto las económicas de Rusia como de Venezuela no pueden considerarse como de primer orden, ya que mediante una serie de indicadores, dentro de ha hecho viable y factible la formulación y posterior aplicación de sendas estrategias en materia de política exterior, tanto a un nivel vecinal y paravecinal, como a un nivel macro regional. Lo anterior se aplica al caso tanto de Rusia como de Venezuela, en la Unión Europea y Sudamérica respectivamente. No obstante lo anterior, cabe destacar que pese a los altos niveles de dólares adquiridos a través de las exportaciones de hidrocarburos, tanto las económicas de Rusia como de Venezuela no pueden considerarse como de primer orden, ya que mediante una serie de indicadores, dentro de
Pero sin perjuicio de lo anterior, y en respuesta a la segunda interrogante, el hecho de que existan países que se encuentren condicionados, hablando en materias de abastecimiento energético, en su totalidad o en un gran porcentaje, a los Estados antes señalados, les otorga a estos últimos un grado importante de influencia sobre los receptores de hidrocarburos, ya sea en materias estrictamente energéticas, tales como el precio del abastecimiento, normal flujo; o bien en aspectos más amplios, como por ejemplo integración en aspectos culturales y/o políticos, ayuda económica, y acercamiento incluso dentro de un plano ideológico. Estos factores brevemente analizado les da un no débil grado de poder a los Estados exportadores de hidrocarburos, no solamente por el hecho de ser suministradores de un bien altamente escaso y a la vez demandado en grandes cantidades, sino que también les da la posibilidad de generar vínculos políticos fuertes, a la vez que se les da el fundamento, tanto económico como político-ideológico, de establecer un modelo de desarrollo y cooperación de acuerdo a sus directrices y necesidades en política internacional. Buenos ejemplos de lo anterior son las irrupciones de Rusia en el área que denominan el ―exterior cercano‖ en materias militares, tales
como la acción bélica en contra de Georgia, y la firma de convenios militares con diversos países que fueron parte de la ex URSS, tales como Bielorrusia y Kirguiztán; y por parte de Caracas se destacan las ayudas financieras que
ofrece el gobierno bolivariano a países ―amigos‖, con los cuales comparte una lógica política-ideológica común, así como también los sendos proyectos
de integración sudamericana, tales como el ALBA o el Banco del Sur.
En el presente trabajo se analizan elementos tanto teóricos como prácticos,
de cómo se han desarrollado los procesos vinculados con las sendas políticas energéticas tanto de Rusia como de Venezuela, al tiempo que se comparan aquellas políticas con el eventual posicionamiento que poseen ambos países dentro del sistema de economía mundial. A lo anterior se debe necesariamente agregar que dicho proceso está marcado a la vez por el grado de influencia geopolítica que ejercen ambos actores en sus respectivas áreas geográficas, demostrado tanto por los convenios y acercamientos realizados desde comienzos del presente siglo, como por la constante demanda de nuevos actores estatales de surtirse de hidrocarburos proveniente de ambos países. No obstante aquello, cabe señalar la gran relación que existe entre factores gubernamentales endógenos en la de cómo se han desarrollado los procesos vinculados con las sendas políticas energéticas tanto de Rusia como de Venezuela, al tiempo que se comparan aquellas políticas con el eventual posicionamiento que poseen ambos países dentro del sistema de economía mundial. A lo anterior se debe necesariamente agregar que dicho proceso está marcado a la vez por el grado de influencia geopolítica que ejercen ambos actores en sus respectivas áreas geográficas, demostrado tanto por los convenios y acercamientos realizados desde comienzos del presente siglo, como por la constante demanda de nuevos actores estatales de surtirse de hidrocarburos proveniente de ambos países. No obstante aquello, cabe señalar la gran relación que existe entre factores gubernamentales endógenos en la
El material analizado para dicha investigación, da cuenta de un entorno bastante complejo, donde tienden a entrecruzarse, y en su momento hasta sobreponerse, distintos factores que involucran tanto a la política exterior de los Estados estudiados, con la proyección de su política energética a base de la exportación de hidrocarburos. En este sentido, también conviene destacar las diferentes perspectivas geopolíticas que poseen tanto Rusia como Venezuela, como una forma de comprender sus lineamientos en materias internacionales. Asimismo, se destaca como dichos países, a pesar de tener una cierta preponderancia en la agenda internacional, sus modelos de desarrollo sobre la base de la exportación de hidrocarburos, no concuerda con el reflejo de la situación interna, en temas tales como la gobernabilidad, sosteniendo con ello un posicionamiento sobre la base del sistema económico mundial en la Periferia, en un sentido Tayloriano.
El objeto de estudio se enfoca en analizar como, tanto Rusia como Venezuela, emplean diversos lineamientos estratégicos en su política exterior al tiempo que utilizan, dentro del proceso económico que reviste la exportación de hidrocarburos, a determinadas zonas geográficas, empleando
de dicha forma planteamientos geopolíticos como proyectos en política exterior, sosteniendo siempre como base de las relaciones, la interdependencia que existe entre los países demandantes de dichas materias primas, y los objetivos trazados, tanto por Rusia como por Venezuela, en sus respectivas áreas de influencia, tomados estos como exportadores netos de recursos energéticos.
Capitulo. 1: Posicionamiento de Rusia y Venezuela en el Sistema de economía-mundo
1.1.- Bases conceptuales
El comportamiento y/o las decisiones que adopte cada Estado dependerán ante todo de las relaciones de poder existente en las estructuras históricas en las cuales se encuentra cada Estado. Al interior de estas estructuras, dependiendo del Sistema Histórico donde se encuentre dicho Estado, es donde cambiaran los principios básicos por las cuales se sustenta tal o cual Sistema Histórico y por ende las relaciones de poder entre los actores e Instituciones que participen del Sistema.
Tomando entonces el anterior planteamiento, hoy por hoy nos enfrentamos al Sistema de Economía-Mundo Capitalista, el cual, según Immanuel Wallerstein, se caracterizaría por la incesante acumulación de capital y donde las ―instituciones están organizadas a mediano plazo a todos los que dan
primacía a la acumulación de capital y castigar a mediano plazo a todos los que tratan de aplicar otras prioridades‖ (Wallerstein, 2003: 148). Con respecto a esto último, Peter Taylor indica que ―no hay estructura política dominante, ya que el mercado es, en definitiva, quien controla con frías riendas la competencia entre las diversas unidades de producción, por lo que la regla básica en a cumular o perecer‖ (Taylor, 2002: 8)
Siguiendo entonces lo esbozado por Wallerstein (1976), la perspectiva de economía-mundo puede considerase como una estructura formal, en el sentido de que puede también conceptualizarse como la división individual del trabajo, la cual puede sistematizarse en forma preferencial en una multiplicidad de culturas, dejando en un segundo plano el aspecto político, sin perjuicio de que dicha economía-mundo se encuentre situada a su vez dentro de un sistema-mundo en forma amplia. En este sentido, la distribución de las riquezas exceptúa la forma del sistema político imperante, dejando al mercado el rol protagonista de ser la forma en como se distribuyen las riquezas. No obstante lo anterior, frecuentemente los Estados ubicados dentro del sistema de economía-mundo buscan distorsionar el sistema de mercado, el cual tiene la característica de ser eminentemente capitalista.
En este sentido, expresa en forma explícita Wallerstein que:
Un modo capitalista de producción es uno en el cual la producción es netamente para el intercambio de los bienes; es decir, el proceso está determinado por la rentabilidad en un mercado, un mercado en el que cada comprador desea comprar barato (y por consiguiente que es, a la larga, el bien que de produjo de forma más eficaz y posteriormente comercializado), pero en que cada vendedor a su vez desea vender a un precio estimado (y por lo tanto está interesado en que no se demuestren las eficacias de otros en reducir sus ventas). Así, el individuo como el comprador premia la eficacia y como los usos del vendedor su poder político para frustrarlo (Wallerstein, 1976: 348).
Tomando la anterior premisa, se puede visualizar una clara contradicción en lo que respecta a las relaciones que se generan entre el comprador y el oferente, particularmente en lo que se hace referencia a las libertades (relativas) que posee el comprador, y la obligación (relativa) del vendedor dentro de esta lógica, es decir, el comprador tiene la capacidad y la libertad
de elegir dentro de un producto determinado, mientras que el oferente se ve obligado a respetar las diferentes ―libertades‖ que se generan dentro del proceso de producción capitalista, como por ejemplo la libertad de trabajo, la
libertad del flujo de los factores productivos, y la libertad del mercado per se, por mencionar algunas. Esta ambivalencia de libertades afecta de alguna u otra forma los diferentes espacios de representación política, así como también la cultura misma y las diversas relaciones sociales que se presentan en la misma.
Siguiendo por lo tanto esta perspectiva economista, podríamos afirmar que es evidente la influencia que ejercen, hoy por hoy, las macroestructuras socioeconómicas en las relaciones de poder existentes entre los distintos actores sociales. Por tanto, al afectar directamente en cuestiones de poder, el asunto se vuelve inevitablemente político. En efecto, coincidimos con el planteamiento del Profesor Dupuy de la Universidad de la Plata, en cuanto
nos dice que: ―Las decisiones y acciones impulsadas por las sociedades, responde a imperativos políticos derivados de la actuación de las fuerzas económicas y sociales‖ (Dupuy, 1993).
Es así que se considera apropiado que antes de cualquier análisis sobre las decisiones en cuanto a política interna y/o política/relaciones internacionales, es necesario ante todo, un análisis sobre las estructuras tripartitas que conformarían este Sistema Mundial, y que de acuerdo a los planteamientos
de Wallerstein, consisten en sendos procesos de Centro, Periferia, y la Semiperiferia, como un área intermedia en su defecto. Los primeros, es decir los procesos de Centro ―consisten en relaciones de que combinan salarios
relativamente altos, tecnología moderna y un tipo de producción relativamente altos, tecnología moderna y un tipo de producción
Pero sin perjuicio de lo anterior, Barry Buzan sostiene que, y bajo el argumento del fin de la Guerra Fría y el conflicto de orden bipolar, el término
―periferia‖ se ha sugerido como alternativa al de Tercer Mundo, carente este último de sentido luego de la desaparición del Segundo Mundo. Además de lo anterior, Buzan define el conc epto de Centro como ―un núcleo dominante
globalmente de economías capitalistas‖, y más específicamente el de Periferia como ―un conjunto de Estados débiles, política, industrial y financieramente, que opera dentro de un marco de relaciones predefinido por
el Centro‖. Y anexo a lo anterior, el autor se refiere a la semiperiferia en lo concerniente a la relación que los Estados más consolidados y más desarrollados de la Periferia poseen con el Centro, traduciéndose en este
sentido más que como un posicionamiento, como una aspiración de convertirse en miembros del Centro (Buzan, 1991).
En un plano más cercano a la teoría conflictiva neomarxista, la propia estructura espacial antes descrita permite situar también a los procesos de Centro y de Periferia dentro de una lógica de poder e influencia, siempre teniendo en cuenta el marco superior de estar bajo el esquema de sistema- mundo, y a su vez dentro de la lógica de la economía-mundo. Siendo así, en el proceso de Centro del sistema mundial, los Estados luchan por conseguir la hegemonía, con lo cual se favorecería una acumulación de capital y trabajo con un alto grado de especialización; mientras que en la Periferia, las clases dominantes que controlan el aparato estatal colaboran, mediante la represión interna, con aquellos Estados que ocupan una situación de Centro en el mantenimiento de las relaciones de explotación que se producen bajo el alero de la división internacional del empleo. Por lo que para mantener o afianzar aquella relación de subordinación, se puede llegar a escalar dentro
de un conflicto, con un Estado u otros, de rango similar. Mientras que en el área de la semiperiferia, los porcentajes del conflicto derivan de que, al ser lugares altamente dinámicos, cuyo fin implica un movimiento hacia el ―Centro‖ o hacia la ―Periferia‖, las alianzas de Estados con alcance regional,
tenderán a expandir o retroceder su traslado a alguna de las áreas antes mencionadas, y a disminuir y aumentar las bases de acumulación, incluido también el dominio, real o no, del territorio (Cairo y Pastor, 2006).
En un ámbito más cercano a las realidades que se aprecian en América Latina, Armando Di Filipo (1998) señala que la visión de Centro-Periferia tiene, si bien una lógica económica teórica, preferentemente concentra su En un ámbito más cercano a las realidades que se aprecian en América Latina, Armando Di Filipo (1998) señala que la visión de Centro-Periferia tiene, si bien una lógica económica teórica, preferentemente concentra su
productividad entre Centros, definidos como ―generadores y propagadores de progreso técnico y rectores de la especialización productiva mundial‖, y a las Periferias, las cuales están subordinadas a los Centros en lo relativo a la absorción de tecnología y el eventual posicionamiento del proceso productivo internacional; y por otro lado, la distribución de los excedentes y ganancias al interior de los Centros y la Periferias, tomando en consideración el posicionamiento de los grupos sociales que influyen en el proceso productivo. Pero sin perjuicio de lo anterior, se aprecia que en el proceso productivo ligado a la globalización, no son los excedentes de la producción los que generan las diferencias entre los Centros y las Periferias, sino la capacidad que tiene esta dicotomía de formar, captar, y en su defecto retener, el conocimiento adquirido entre trabajadores calificados y no calificados, traduciéndose lo anterior en ventajas competitivas para las empresas.
Pero sin perjuicio de lo anterior, también es susceptible señalar dentro de la misma temática un enfoque histórico sobre los procesos ya señalados. En este sentido señala Di Filipo (1998), se pueden distinguir tres grandes periodos históricos donde se hace plausible los diferentes enfoques del sistema de Centro-Periferia, los cuales salen detallados en los siguientes diagramas.
Centro y Periferia: la visión
Siglo XIX
Siglo XX (mitad)
Siglo XX (fines)
VISIÓN
Papel central del progreso técnico y de su impacto sobre las asimetrías del desarrollo económico La
de
determinación
posiciones
centrales
(activas, hegemónicas) o (La misma) (La misma) (La misma) periféricas
(pasivas,
subordinadas) en la división internacional del trabajo. La distribución de sus frutos entre (y dentro de) centros y periferias
Fuente: Di Filipo, Armando (octubre 1998) ―La visión centro-periferia hoy‖, Revista de la CEPAL Nº número extraordinario [en línea]. Extraído el 11 de abril de
http://www.eclac.org/publicaciones/xml/1/19381/difil.htm
Centro y Periferia: estructuras y políticas
ESTRUCTURAS Y
Siglo XIX
Siglo XX (mitad)
Siglo XX (fines)
POLÍTICAS
Grado
Transnacionalización diversificación
de Economías primario-
Exportación
de la industria. integración
e exportadoras
primarios e
Maquila. Empresas de las estructuras economías de
interna coexistiendo con
industrialización
pequeñas, medianas productivas
orientada al mercado
subsistencia
nacional.
y microempresas
Heterogeneidad
crean empleo.
Subsiste subempleo. Distribución
estructural
Globalización del de las ganancias de redundante presiona
interna Fuerza de trabajo
Sector primario
progreso técnico y productividad
"subvenciona" a la
hacia abajo las
industria.
transnacionalización
remuneraciones y
Concentración
en las ganancias
mejora rentabilidad
distributiva,
internas de
sector primario.
consumismo,
productividad.
Diferentes tipos de
insuficiencia
Fortalecimiento
sector financiero Capacidad del Estado Orden liberal, apertura Orden proteccionista. Apertura, para incidir sobre las económica.
situaciones.
dinámica.
privatización, posiciones periféricas
Industrialización
sustitutiva de
desregulación. Menor
importaciones.
radio de acción en políticas.
Fuente: Di Filipo, Armando (octubre 1998), ―La visión centro-periferia hoy‖, Revista de la CEPAL Nº número extraordinario [en línea]. Extraído el 11 de abril de
http://www.eclac.org/publicaciones/xml/1/19381/difil.htm
Centro y Periferia: el sistema
Siglo XIX
Siglo XX (mitad)
Siglo XX (fines)
SISTEMA
Revolución en técnico
Fuente del cambio Revolución industrial.
Segunda revolución
tecnologías de la especialización
y Centros generan
industrial. Centros
información. Centros productiva
progreso técnico,
generan progreso
exportan
técnico y exportan
propagan progreso
manufacturas de
manufacturas de
técnico, vía
consumo y capital e
consumo y capital a
transnacionalización
importan productos
las periferias.
productiva.
primarios. Periferias Comercio
Globalización
receptoras pasivas de
intraindustrial
financiera.
progreso técnico,
intracentros.
exportan productos
Comercio
Periferias copian
primarios e importan
intraindustrial e
tecnología industrial
manufacturas y bienes
intrafirma entre
corporizada en
de capital. Comercio
centros y periferia.
intersectorial
equipos, exportan
Centros exportan
productos primarios
servicios. Periferias
e importan
diversifican
manufacturas.
exportaciones de bienes
Distribución
Vía comercio. Cesión Vía comercio: internacional de las
Vía comercio. Cesión
de parte de los frutos búsqueda de la ganancias
de parte de los frutos
del progreso técnico competitividad productividad
de del progreso técnico.
actividad internacional"(formas centros y periferias
entre Deterioro términos de
Retención "espurias" y
Explicaciones por el
de los frutos del "legítimas"). Vía
lado de la oferta y por
progreso técnico en inversiones (captan
el lado de la demanda
la
industria
vía menores costos
laborales periféricos) Reglas
protección
Tríada (Estados (institucionalidad) de colonialismo en Asia y
de juego Hegemonía británica,
Hegemonía
Unidos, Unión la economía mundial
estadounidense,
África coexistiendo
descolonización
Europea, Japón).
con orden liberal en
masiva coexistiendo
Multilateralismo
América Latina.
con bloques
reglado por la OMC,
Multilateralismo
cerrados, crisis,
el Banco Mundial y el
fundado teóricamente
guerras, etc.
FMI. Regionalismo
en el patrón oro y
Proteccionismo en los abierto hemisférico.
prácticamente en la
centros, comienzo de Libre flujo de
balanza de pagos
la liberalización
inversión extranjera
británica.
económica de
directa, de tecnología posguerra. Fundación y de servicios. del GATT, el Banco
Asignación privada
Mundial y el FMI.
(transnacional) de recursos. Liberalización financiera.
Fuente: Di Filipo, Armando (octubre 1998) ―La visión centro-periferia hoy‖, Revista de la CEPAL Nº número extraordinario [en línea]. Extraído el 11 de abril de
http://www.eclac.org/publicaciones/xml/1/19381/difil.htm
Entonces para Di Filipo (1998), la visión Centro-Periferia es, ante todo, una interpretación macroeconómica del proceso de desarrollo, estableciendo sus diferentes categorías de análisis en el marco de los límites del Estado. Y complementa, a su vez, que ―las escalas nacionales pueden ser consideradas conjuntamente para dia gnósticos de regiones conjuntas‖, situando a América Latina como ejemplo, o en su caso por el nacimiento de nuevas entidades políticas y económicas de nivel supranacional, como es en su caso la actual Unión Europea. Por lo tanto, la visión macroeconómica no depende entonces
de los límites geográficos de los Estados, pero sin lugar a dudas es un referente importante que permite estimar ―magnitudes agregadas, distribuciones y promedios sobre las condiciones globales de empleo e de los límites geográficos de los Estados, pero sin lugar a dudas es un referente importante que permite estimar ―magnitudes agregadas, distribuciones y promedios sobre las condiciones globales de empleo e
Periferia son los Estados, no especificando su condición política o de relación con otros entes similares.
Sin perjuicio del anterior argumento, y siempre situándose dentro de la lógica tripartita de Wallerstein, conviene resaltar que pese a que los Estados pueden considerarse como unidades de análisis, no se debe confundir con el proceso que viven y evidencian los mismos, dentro de la lógica productiva capitalista. Es esto lo que sitúa a los Estados dentro del amplio espectro de los procesos de Centro, o en su caso de Periferia.
Dentro de las perspectivas ya abordadas, puedes extraerse algunos elementos que son comunes, y que ayuda a un mejor entendimiento de los conceptos antes señalados. En primer lugar, todos los autores antes citados concuerdan en la lógica económica que encierra la concepción de los conceptos de Centro y de Periferia, de acuerdo a que son eminentemente procesos dentro de un ámbito de producción. En segundo lugar, se hace generalizado que la concepción de Centro encierra por si misma, la realización de los principales procesos productivos, dentro de los cuales se encuentran la mayor cantidad de recursos, tanto materiales como humanos, así como también las más amplias capacidades para poder establecer diferentes tipos de influencias, concepto básico en lo referente a las relaciones de poder, y en su defecto como se señaló en su momento, políticas, no importando en este aspecto la naturaleza del actor que lo revista. Asimismo, la conceptualización de Periferia, hace referencia en todos los actores citados, a los procesos llevados a cabo por entidades que, de alguna u otra forma, se ven influenciadas por el Centro en las formas de llevar a cabo el proceso de producción. Y si bien la conceptualización de las áreas (o territorios en su defecto) a las que se hace alusión son ámbitos deprimidos económicamente en comparación al Centro, lo anterior no significa que dichos procesos se mantengan en una relación inercial con respecto a la formas de producción, y posterior distribución, de los bienes, sino que se tiene la posibilidad de que, a través de los mismos mecanismos que utilizan los Estados de Centro, se pueda llegar a una situación similar.
En directa relación con lo planteado anteriormente, Di Filipo (1998) sostiene que no solamente puede verse una asimetría con respecto a los procesos de producción en el Centro y en la Periferia, sino que también se aprecia en los diferentes sectores del desarrollo, en la transferencia hacia la población de actividades primarias hacia las secundarias, y en el protagonismo que han En directa relación con lo planteado anteriormente, Di Filipo (1998) sostiene que no solamente puede verse una asimetría con respecto a los procesos de producción en el Centro y en la Periferia, sino que también se aprecia en los diferentes sectores del desarrollo, en la transferencia hacia la población de actividades primarias hacia las secundarias, y en el protagonismo que han
Por lo tanto, la relación entre Centro y Periferia ya no solamente puede caracterizarse exclusivamente por la exportación de productos manufacturados del Centro, y absorbidos por la Periferia; y la exportación de productos primarios desde esta hacia el Centro. También deben señalarse las experiencias y avances tecnológicos que algunos procesos de Periferia hacen disminuir la dependencia del Centro, al mismo tiempo que permite disminuir la barrera de dependencia sobre diversos productos manufacturados. Y por otro lado, el Centro exporta productos con valor agregado, principalmente en el sector tecnológico, que son susceptibles de tranzar dentro de los procesos
de producción de la Periferia.
Y pese a que la normal caracterización del Centro y la Periferia hacen denotaciones hacia comunidades con determinados procesos de producción, y en su defecto a los Estados que los poseen, también debe hacerse notar que como procesos de producción en la lógica económica capitalista, también puede generarse que al interior de una misma sociedad, se produzcan sendos procesos de Centro y Periferia, puesto que la sociedad, en si misma y en los tiempos actuales, no puede concebirse como un todo homogéneo, sino que con las clásicas variaciones que, a la larga, permiten conjugar la lógica imperante del proceso capitalista. Y es desde aquel punto de vista, donde resulta susceptible realizar puntos de comparación entre diferentes sociedades nacionales (Wallerstein y Hopkins, 1971). Así también, la relación entre los procesos de producción de Centro y Periferia en una sociedad determinada marcan, además, complejos procesos de interacción entre la sociedad en sí, estableciendo con ello conflictos o crisis dentro del sistema (Marcu, 2007). Por lo tanto, se deduce que si bien en la mayoría de la sociedad se presentan dichos procesos, lo que resulta diferenciador entre cada una, es la magnitud del proceso, así como el grado real de
compenetración de la sociedad en el mismo. 4
No obstante, y como se señaló con anterioridad, hablar de procesos de Centro y de Periferia da pie para señalar una postura ―ecléctica‖,
4 Bajo este supuesto, se puede establecer un fuerte componente sicológico dentro de las sociedades en su conjunto, en el sentido de que si bien una sociedad en su entorno cercano
puede evidenciar procesos de Centro en su mayoría, aquello no significa que en comparación con otras, sea una sociedad con dicho proceso a un nivel estructural.
denominada semiperiferia. De acuerdo a lo estipulado por Taylor (2002), la semiperiferia no es un proceso, sino que más bien, el concepto se aplica directamente a las zonas, regiones o Estados en los que no predominan los procesos de Centro y de Periferia. Por lo tanto, y desde un punto de vista de la explotación social, la semiperiferia sufriría la explotación del Centro, mientras que la primera estaría bajo el rol de explotador en determinadas zona de la Periferia. Pero sin perjuicio de lo anterior, Wallerstein considera que el rol de la semiperiferia es más cercano a un ámbito político que a uno económico, a diferencia de lo expresado en los procesos de Centro y Periferia, puesto que es en la semiperiferia donde, principalmente, se generan los mecanismos políticos para poder acceder a los procesos productivos de Centro.
Una definición en algunos aspectos diferente es la que entrega Javier Martínez (2008), el cual define tácitamente a la s emiperiferia como ―los espacios periféricos que se han integrado en la División Internacional del Trabajo desde la nueva manufactura orientada a la exportación, y con un desarrollo rápido de un mercado interno de medios de consumo por parte de
nuevas ―clases altas y medias‖. Aunque dependientemente, pasan a formar parte entonces de la articulación global entre la capacidad de producir y la capacidad de consumir en la acumulación capi talista global‖. Si bien es cierto
que la anterior definición no otorga espacio para la articulación política que señala Wallerstein, se aprecian asimismo elementos de vital importancia y que, en forma clara, delimitan los espacios entre Periferia y semiperiferia,
como por ejemplo la utilizaron de una ―nueva manufactura‖ en los procesos
de producción, así como también se señala la conformación de nuevas ―clases‖, con lo que se señala en forma indirecta, una transformación en la distribución de los excedentes de la producción, otorgando espacios para
generar procesos de producción de Centro.
En una óptica diferente, pero no por ello contraria, Rafael de la Cruz (1987) establece dos campos de transformaciones que, según su visión y de acuerdo
a lo expresado por Wallerstein, establecen los límites entre la Periferia y la semiperiferia: la economía y la política.
Es así como de forma general, la Periferia puede caracterizarse desde un punto de vista económico por: a) producción nacional fundamentalmente agrícola (exceptuando la producción industrial de enclave); b) inserción en la división internacional del trabajo como proveedor de materias primas para la producción industrial central y semiperiférica. A su vez, la semiperiferia presenta características muy diferentes: a) producción nacional predominantemente industrial-secundaria (industrias en la fase de expansión Es así como de forma general, la Periferia puede caracterizarse desde un punto de vista económico por: a) producción nacional fundamentalmente agrícola (exceptuando la producción industrial de enclave); b) inserción en la división internacional del trabajo como proveedor de materias primas para la producción industrial central y semiperiférica. A su vez, la semiperiferia presenta características muy diferentes: a) producción nacional predominantemente industrial-secundaria (industrias en la fase de expansión
De acuerdo a los anteriores puntos de vista expuestos, resulta indispensable para el siguiente grado de análisis de la presente investigación, realizar las comparaciones necesarias para establecer el posicionamiento, tanto de Rusia como de Venezuela, en la estructura de procesos, o en su eventualidad de lugar, de Centro-Semiperiferia-Periferia, dentro del sistema económico mundial.
1.2.- La ubicación de Rusia y Venezuela en la estructura tripartita de Centro - Semiperiferia - Periferia.
Según los argumentos y visiones ya expuestas, los Estados pueden diferenciarse según su capacidad de intervención en el mercado capitalista. Los Estados que cuentan con una concentración de actividades centrales tienden a ser más poderosos, mientras que aquellas áreas que han quedado confinadas a actividades periféricas han devenido en Estados débiles (Wallerstein, 2007: 195).
Por lo tanto, la interrogante que surge es: ¿cuáles son las actividades de Centro y cuales las de la Periferia? Al respecto, y tal como mencionamos en anteriormente, el Centro y la Periferia no son lugares, sino que son sendos procesos que conducen a una situación de Centro o Periferia, dentro de un sistema de economía-mundo (Taylor, 2002, p.22), por lo tanto el espacio es estructurado y socializado de acuerdo a los procesos que predominen.
Así como se señaló oportunamente que en la mayoritaria comprensión de los modelos de Centro y de Periferia, se subentiende en un sentido amplio que el Centro actúa como un explotador, y la Periferia como lo explotado. No obstante lo anterior, las zonas no se explotan unas a otras, pues para Wallerstein, como ya mencionamos, el Centro y la Periferia son procesos de producción opuestos. Los procesos de Centro los entendemos como aquellos que combinan un estilo de producción avanzada en tecnología de la comunicación y de la información, un elevado uso de tecnología, salarios por sobre el poder adquisitivo promedio a nivel mundial, una mano de obra especializada y tecnificada, grandes acumulaciones de capital, y el control de las principales compañías y empresas multinacionales del mundo. Mientras que por otro lado, los procesos de Periferia los definimos son aquellos que combinan un estilo de producción rudimentaria, escaso uso de tecnología, Así como se señaló oportunamente que en la mayoritaria comprensión de los modelos de Centro y de Periferia, se subentiende en un sentido amplio que el Centro actúa como un explotador, y la Periferia como lo explotado. No obstante lo anterior, las zonas no se explotan unas a otras, pues para Wallerstein, como ya mencionamos, el Centro y la Periferia son procesos de producción opuestos. Los procesos de Centro los entendemos como aquellos que combinan un estilo de producción avanzada en tecnología de la comunicación y de la información, un elevado uso de tecnología, salarios por sobre el poder adquisitivo promedio a nivel mundial, una mano de obra especializada y tecnificada, grandes acumulaciones de capital, y el control de las principales compañías y empresas multinacionales del mundo. Mientras que por otro lado, los procesos de Periferia los definimos son aquellos que combinan un estilo de producción rudimentaria, escaso uso de tecnología,
a bajas cuotas –o en su defecto inexistentes- acumulaciones de capital. Visto lo anterior, para localizar a Rusia y a Venezuela dentro de uno de los anteriores conceptos, se utilizarán los datos que proporciona el Índice de Desarrollo Humano del año 2008, entregado por el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), puesto que dicho informe entrega información relativa a los campos que, de acuerdo a las anteriores definiciones, se mueven los procesos antes descritos.
Indicadores de Rusia, Venezuela y Noruega en el IDH 2008
Ubicación en el IDH 67 74 2 PIB per capita. (US dólar)
41.420 Tasa bruta combinada de matriculación Primaria, secundaria, terciaria. (%)
Población que vive con 2 USD al día (%)
--------------- Población que utiliza saneamiento mejorado (%)
4USD al día
87 68 99 Personas con Internet c/1000 hab.
735 Investigadores Investigación y Desarrollo
4.587 por cada millón de hab.
-------------------
Importación de Bienes y Servicios (%) 22 21 28 Exportación de Bienes y Servicios (%)
35 41 45 Exportación Alta Tecnología (%)
Fuente: Elaboración propia sobre la base de los datos obtenidos en el Índice de Desarrollo Humano del año 2008. http://hdr.undp.org/en/statistics/data/hdi2008/
Si se analizan someramente los datos económicos reflejados en el anterior diagrama, se puede apreciar que ni en el caso de Rusia como en el de Venezuela, se cumplirían los estándares necesarios para ejemplificarlos como países con procesos de producción de Centro, considerando para este caso que los países que son objeto del presente estudio poseen un bajo PIB per cápita e indicadores que los demuestran con serios problemas de pobreza, como por ejemplo el relativo al saneamiento mejorado.
Tal como se ha mencionado, otra característica de los procesos de Centro es que posee mano de obra especializada. En este sentido se visualiza como la tasa bruta combinada de matriculación no alcanza el 90% en ninguno de los casos; y si se toma en cuenta que es relativamente improbable que la tasa
de matricula primaria y secundaria superase (que además sería ilógico) la de matricula primaria y secundaria superase (que además sería ilógico) la
Otro punto a considerar son las exportaciones de bienes y servicios. Como se observa en el anterior diagrama, no se puede determinar una diferencia sustancial entre los porcentajes de exportación e importación de los casos con respecto al país ejemplo, en este caso Noruega. No obstante, esto no debe ser susceptible de confusiones, pues como bien señala Taylor (2002, p.
21) los procesos no están determinados por el tipo de productos que se elaboran, sino por la forma propiamente tal. André Gunder Frank (citado en Taylor, ob. cit.) ejemplifica muy bien este aspecto con respecto al gran contraste que existe entre las maderas duras de África Central y las maderas blandas de América del Norte y Escandinava; la primera combina madera cara con mano de obra barata y la segunda madera barata con mano de obra cara. Como ya se ha observado, la mano de obra en los Estados objeto, por su baja especialización, puede considerarse como mano de obra es barata, por tanto, a pesar de que sus niveles de exportación e importación no se alejen mucho de los países centrales, es necesario examinar el nivel, calidad y características de los productos exportados. En este punto, basta con señalar los porcentajes de exportación de alta tecnología, los cuales indican que en su mayoría la producción es en su caso nula, o con un nivel rudimentario de elaboración.
Para determinar lo anterior, basta concentrarse principalmente en la diversificación de la economía de los países objeto. Venezuela, centra principalmente su economía en el sector energético, esencialmente en base al petróleo, el cual representa tres cuartas partes del total de las ganancias por exportación; alrededor de la mitad del total de los ingresos del gobierno; y cerca de un tercio del PIB. Además se debe necesariamente agregar que, según la British Petroleum, decayó desde el máximo de 3,5 millones de barriles diarios alcanzado en 1998 a 2,9 millones de barriles en 2002, una disminución del 17%, lo que responde principalmente a la baja inversión en infraestructura para la extracción (Klare, 2004, pp. 191-192).
Rusia, por su parte, parece no estar muy alejada de dicha realidad. Lo anterior adquiere especial relevancia al tomar en consideración que la estructura de la economía rusa depende casi exclusivamente de sus exportaciones de recursos energéticos. Es así como de acuerdo al FMI y al
Banco Mundial, los sectores gas y petróleo generaron más del 64% del total
de los ingresos por exportación el 2007. Por lo tanto, se podría concluir que el mercado y la producción en general de Rusia dependen de forma mayoritaria de los recursos no renovables que posee, lo que se traduce inevitablemente en una baja diversificación económica.
Por lo tanto, y de acuerdo a los datos analizados, al tiempo que se siguen las estructuras ofrecidas por Wallerstein, podemos inferir que tanto Rusia como Venezuela son países que no se enmarcan dentro de los procesos de Centro. No obstante aquello, existen algunas contradicciones que vuelven insuficiente y ambiguo ubicar a estos países en los procesos de Periferia. Por ejemplo, Rusia pertenece al G8 y en los últimos años la tasa de crecimiento del PIB ha sido de 8,1 %, superando ampliamente a todos los países miembros del organismo. Venezuela por otra parte, fue miembro fundador
de la OPEP y ha vuelto a integrarla, al mismo tiempo que ha generado una red de influencia en gran parte de Sudamérica, y su Presidente ha sido el centro de atención de las noticias de orden internacional, tanto por sus discursos como por sus acciones. En conclusión, se puede inferir que dichos datos, de orden primordialmente político, les otorgan una ubicación distinta
de la dialéctica Centro-Periferia a los países objeto de estudio.