2.2.1.- Apreciación geopolítica

2.2.1.- Apreciación geopolítica

Como se visualizó anteriormente, la política exterior rusa, así como también sus lineamientos geopolíticos, guardan una estrecha relación con su pasado

como ―herederos naturales‖ de la ex URSS. Por lo tanto, y sobre la utilización

de los recursos energéticos y su alto valor en el mercado mundial, Rusia aspira a retomar el sitial de poder que dejó la ex URSS, estableciendo para aquello tanto códigos geopolíticos a nivel local, regional, y global. Pero sin perjuicio de aquello, conviene destacar que de acuerdo a lo planteado por Flint (2006), un código geopolítico también se encuentra condicionado por la llegada de un nuevo gobierno. En el caso de Rusia, tanto los códigos geopolíticos a nivel local, regional y mundial, son principalmente derivados

de la administración Putin, y seguidos en forma similar por su actual sucesor Dimitri Medvedev, sin perjuicio de que el antiguo mandatario siga dentro de la cúpula gubernamental en el cago de Primer Ministro.

Siguiendo entonces la misma línea argumentativa, a nivel local Rusia aspira

a mantener el control e influencia de un buen número de Estados que, o son parte de la actual CEI, o bien formaron parte de la ex URSS, como es el caso

de Ucrania, Georgia y los países bálticos. Sin perjuicio de las diferentes instancias que puede tener un Estado en particular, para mantener su grado

de poder o influencia dentro de área geográfica determinada, en este caso de poder o influencia dentro de área geográfica determinada, en este caso

Dentro del área económica, Rusia mantiene fuertes vínculos como prestamista en diversos países vecinales y que pertenecieron a la URSS, destacándose los casos de Bielorrusia, Armenia y Kirguiztán. Con el primer país, Rusia le otorgó un préstamo por unos 2.000 millones de dólares en el año 2008, por un plazo para el pago de 15 años, con una prórroga de 5 años; con el país caucásico, la Federación Rusa otorgó un crédito de estabilización por unos 500 millones de dólares, por un período de devolución

de unos 15 años, tomando los primeros 4 años con condiciones preferenciales. Y con el país del medio oriente, Rusia le ha otorgado 3 diferentes tipos de ayudas económicas: en primer lugar, se dio un préstamo concesional por un monto de 2.000 millones de dólares, por un plazo de 40 años para el pago total; en segundo término, le concedió una ayuda financiera directa por un valor de 150 millones de dólares, la cual tiene la característica de ser gratuita y a plena voluntad de la Federación; y en tercer lugar, Rusia le condonó la deuda externa, la cual tenía un valor de unos 180 millones de dólares.

En el plano militar, Rusia es el principal proveedor de armas convencionales

a aquellos países que son vecinales a ella, al tiempo que también actúa como medio para repotenciar y actualizar los diversos sistemas de armas de dichos Estados. En este sentido, conviene destacar el suministro de importante material bélico, tanto en cantidad como en su modernidad a Bielorrusia, país con el cual además, firmó un Tratado de asistencia mutua en materias de Defensa. Así también, Rusia ha impulsado la creación de acuerdos de cooperación en materias de seguridad y defensa, cobrando en este último tiempo una gran relevancia los ejercicios de la Fuerza Colectiva de Acción

Rápida, de la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva. 22

Finalmente, los lazos energéticos que mantiene Rusia con su entorno vecinal es, a grandes rasgos, una de las principales formas en que se mantiene la relación en lo que respecta a cooperación y eventuales formas de integración. Siendo así, conviene destacar que con gran parte de los países que pertenecieron a la antigua órbita soviética, la dependencia energética es

de promedio de un 100%, lo que crea una clara relación de influencia entre Rusia y los mencionados países, como por ejemplo los países Bálticos y Ucrania, por mencionar algunos.

22 Véase al respecto RIA Novosti , ―La OTSC crea Fuerza Colectiva de Acción Rápida‖ (04/02/2009). http://sp.rian.ru/onlinenews/20090204/119965689.html

Así también, la Federación Rusa posee un claro código geopolítico a nivel regional, propiciado de igual forma, por dos grandes factores: el militar y el energético.

Dentro del aspecto militar, tal como se mencionó en lo relativo a la adquisición de material bélico convencional, se destaca el hecho de que Rusia también abastece de material de última generación a determinados Estados que son parte de su entorno regional, como lo son algunos ubicados en Europa oriental, Medio Oriente, China y otros países más allá. Un ejemplo de aquello es la entrega de misiles antiaéreos de última generación S-300 a China, Irán, India, Bielorrusia, Eslovaquia, Hungría, Bulgaria, Grecia, Armenia, por mencionar a los más importantes o relevantes. Así también, Rusia exporta armas como submarinos y aviones de combate, tales como en las líneas Sukhoi y MiG, a gran parte de los países señalados. Un buen ejemplo de aquello es que cerca de la mitad de la flota de aviones de combate de la India, es de origen ruso.

Siguiendo la misma línea argumentativa, Rusia ha establecido en conjunto con otros Estados el denominado Grupo de Shanghái, compuesto por China, Kazajstán, Kirguistán, Uzbekistán y Tayikistán. Dicho estamento, si bien tiene una connotación político-económica, también ha experimentado un fuerte vínculo en materias de seguridad y defensa. Y aunque algunos analistas sostienen que dicho estamento ayudaría a facilitar la influencia de China en la zona de Medio Oriente, ha sido la Federación Rusa en variadas ocasiones, la que ha planteado establecer mecanismos de Defensa conjunta sobre la base de dicha organización.

Y en el aspecto energético, Rusia se ha convertido en un socio de carácter ―estratégico‖ para grandes regiones en el orbe, como es el caso de la UE. En

este plano, los gasoductos que se han proyectado en directa cooperación con países de la mencionada Unión, proponen un nuevo orden de asociación entre Rusia y los Estados más importantes de la UE, al establecer negocios directamente entre el proveedor (Rusia), y los países destinatarios, sin considerar a Estados intermediarios, como es hoy en da el rol, por ejemplo,

de Ucrania. Por lo tanto, Rusia a través de los diversos convenios establecidos por parte de la empresa estatal Gazprom con sus similares en la UE, crea una relación de dependencia energética por parte de la UE hacia Rusia, lo cual contiene también como se ha mencionado, un fuerte componente político (Snijder, 2008).

Finalmente, Rusia propugna un cada vez más notorio código geopolítico a nivel mundial, bajo una premisa tanto militar, y a raíz de lo anterior su poder político, gracias a su estatura estratégica y su posición dentro del esquema global de seguridad internacional, como miembro permanente del Consejo de Seguridad de la ONU. En este sentido, la influencia política que posee la Federación en asuntos que son de interés, o que afectan la normalidad del sistema internacional, como por ejemplo la crisis en Corea del Norte, le otorga un sitial de relevancia en los acontecimientos mundiales, al tiempo que sirve de contrapeso natural frente a algunas decisiones unilaterales tomadas por EE.UU., citando para este caso el ejemplo anterior (Mendoza y Cabrera, 2009)

No obstante aquello, Rusia a comenzado a retomar los vínculos políticos y diplomáticos con países que fueron, en su momento, aliados considerados estratégicos para la URSS, como es el caso de Cuba, a su vez que ha estrechado lazos con nuevos aliados, como es el caso de Venezuela, India e Irán, en algunos sentidos, destacándose en este aspecto el nuevo carácter

de estos acercamientos, con un rol más pragmático y estratégico, dejando en un segundo plano el aspecto ideológico.

En directa concordancia con lo antes señalado, y volviendo en este sentido a la percepción geopolítica del uso de la energía como recurso de poder en política exterior, conviene señalar que la construcción del proyecto de gasoducto North Stream por parte de Gazprom, cambiaria las perspectivas geopolíticas de la energía, por dos grandes motivos. En primer lugar, modificará sustancialmente el tránsito de los suministros energéticos, ya que al pasar directamente hacia Alemania a través del Báltico, no se dependerá

de terceros países como factores de riesgo en el constante suministro, rol que hoy por hoy cumple en gran medida Ucrania, país a través del cual circula cerca del 80% del recurso energético que va destinado a los países de la UE. Y en segundo lugar, la construcción de aquel gasoducto va añadir un número importante de nuevos demandantes de gas ruso, como ya han manifestado el Reino Unido y Holanda. Por lo tanto, si bien la UE busca por un lado tratar de disminuir su directa dependencia del gas ruso, la construcción del citado gasoducto genera todo lo contrario, un aumento en la dependencia del recurso energético ruso, al tiempo que aumenta la influencia

de dicho país en el concierto de los Estados más importantes al interior de la UE, como es el caso de Alemania, Francia y, de construirse el mencionado gasoducto, Reino Unido.

Proyecto Gasoducto North Stream

Fuente: http://www.rferl.org/content/Russian_Gas_Export_Pipelines_Proje cts/1366873.html

Pero aparte de lo anterior, Gazprom tiene planificada la construcción de otros gasoductos, así como también una cantidad considerables de nuevos ramales

de gasoductos existentes dentro del territorio europeo. El segundo proyecto

de importancia de construcción de gasoducto, proyectado por Gazprom para estar en completa operación para el año 2015, es el denominado South Stream, que unirá la costa rusa del Mar Negro con Europa Central y del Sur,

a través también del fondo del Mar Adriático. Es por ello que la compañía que implementa dicho proyecto con la citada Gazprom, es el grupo italiano ENI. En este plano, dicho gasoducto deberá cruzar los territorios, además de Rusia, de Bulgaria, Grecia, Serbia, Hungría, Eslovenia y Austria.

Proyecto Gasoducto South Stream

Fuente: http://news.bbc.co.uk/2/hi/europe/7799396.stm

A través de dicho gasoducto, se proyecta que se reducirá al menos dos veces el paso de gas ruso por Ucrania, y contará con una capacidad total de unos 31.000 millones de metros cúbicos anuales, con lo cual se busca satisfacer en gran parte de la demanda constante de carburante por parte de la UE. Dicho esto, las mayores consecuencias geopolíticas que se derivarían del citado gasoducto serian, por un lado, el eventual aumento de la seguridad energética por parte de la UE, al tener contacto directo y sin Estados intermediadores, con los yacimientos de gas rusos y de la región de Asia

Central; 23 y en segundo lugar, se estrecharán los nexos económicos entre Rusia y la UE, aumentando con ello la interdependencia comercial y

energética entre los dos bloques.

Otro de los gasoductos proyectados por la estatal rusa, es el relativo a la extensión de un segundo ramal del Corriente Azul, para suministrar gas natural a Turquía y a algunos países de medio Oriente, como por ejemplo Israel. Cabe señalar a que ya existe un gasoducto Corriente Azul para Turquía, pero que este no daría abasto a los cada vez mayores niveles que demanda dicho Estado. Así también, este nuevo ramal busca llegar a nuevos mercados que se han mostrado dispuestos a recibir gas natural, pese a que se posean intermediarios en este aspecto. Por lo tanto, Rusia no solamente

23 Debido a las cantidades pre acordadas de exportación de gas, se considera que dicho gasoducto también traerá suministros energéticos desde Turkmenistán.

aspira al mercado de la UE, sino que también a sus alrededores como alternativa.