Alternativa Bolivariana para las Américas y el Caribe (ALBA)

Alternativa Bolivariana para las Américas y el Caribe (ALBA)

Esta iniciativa venezolana se dio a conocer, en un principio, como una alternativa al programa de integración económica que auspiciaba el gobierno

de EE.UU. para el continente, denominado Área de Libre Comercio para las Américas (ALCA), en donde se extraen dentro de los principales factores diferenciadores serian que, por un lado, el ALCA pone énfasis en el libre comercio y transacción de bienes y servicios, al tiempo que genera facilidades para la inversión de capital externo a los Estados; mientras que por otra parte, la opción de Chávez pone su énfasis discursivo en la lucha contra la pobreza y la disgregación social, buscando de aquella forma aunar comunes denominadores estatales a dicha realidad. Siendo así, Cuba fue el primer país que adhirió a los principios de integración formulados por Caracas, a la cual se sumó posteriormente Bolivia, Nicaragua, Dominica y recientemente Honduras.

Tal y como se expresaba en el anterior párrafo, el ALBA no solamente se centra en el aspecto de integración económica de los países, sino que también lleva a cabo y gestiona diversas áreas de desarrollo común, como por ejemplo el plano de la salud, el deporte, el acceso a fuentes de financiamiento para sus miembros y, la integración en materia energética. Siendo así entonces,

El ALBA es una propuesta enfocada a construir consensos que conlleven a repensar los acuerdos de integración en función de alcanzar un desarrollo endógeno nacional y regional que erradique la pobreza, corrija las desigualdades sociales y asegure una creciente calidad de vida para los pueblos (Correa, 2005).

26 Son relevantes los casos de Cuba y Bolivia en este sentido.

Siguiendo dicho plano argumentativo, y de acuerdo a lo expresado por el Diputado Correa (2005), los principios rectores del ALBA son:

1. La integración neoliberal prioriza la liberalización del comercio y las inversiones.

2. Es una propuesta que centra su atención en la lucha contra la pobreza y la exclusión social.

3. Se otorga una importancia crucial a los derechos humanos, laborales y

de la mujer, a la defensa del ambiente y a la integración física.

4. La lucha contra las políticas proteccionistas y los ruinosos subsidios de los países industrializados no puede negar el derecho de los países pobres de proteger a sus campesinos y productores agrícolas.

5. La producción agrícola es mucho más que la producción de una mercancía, es la base para preservar opciones culturales, es una forma

de ocupación del territorio, define modalidades de relación con la naturaleza, tiene que ver directamente con la seguridad y autosuficiencia alimentaria. En estos países la agricultura es, más bien, un modo de vida y no puede ser tratado como cualquier otra actividad económica.

6. Enfrentar la llamada Reforma del Estado que sólo llevó a brutales procesos de desregulación, privatización y desmontaje de las capacidades de gestión pública.

7. Como respuesta a la brutal disolución que éste sufrió durante más de una década de hegemonía neoliberal, se impone ahora el fortalecimiento del Estado con base en la participación del ciudadano en los asuntos públicos.

8. Hay que cuestionar la apología al libre comercio, como si sólo esto bastara para garantizar automáticamente el avance hacia mayores niveles de crecimiento y bienestar colectivo.

9. Sin una clara intervención del Estado dirigida a reducir las disparidades entre países, la libre competencia entre desiguales no puede conducir sino al fortalecimiento de los más fuertes en perjuicio de los más débiles.

10. Profundizar la integración latinoamericana requiere una agenda económica definida por los Estados soberanos, fuera de toda influencia nefasta de los organismos internacionales.

Aquello da cuenta de que una de las principales líneas que fundamentan la creación y posterior institucionalización del ALBA, son las relativas a un ―reaccionismo bolivariano‖ en contra de la postura de EE.UU. sobre el ALCA,

al tiempo que se busca avanzar en un plano político-ideológico, incorporando

a este proyecto de integración a países afines a los postulados ideológicos a este proyecto de integración a países afines a los postulados ideológicos

Bajo el amparo del ALBA, se han impulsado diversas políticas que abarcan no solamente a los países oficialmente afiliados a la alternativa bolivariana, sino que también a aquellos en que se encuentran algunos elementos que hacen

sostenible su posición, como es el caso de Perú y las casas ALBA 27 , que no son más que estamentos que prestan asesoría y servicios a aquellos

ciudadanos que requieran protección social y en orden a sus demandas. Por lo tanto, la red de protección social ALBA no solamente se encarga de establecer políticas comunes en los países miembros, sino también en

aquellos que se muestre necesidad manifiesta. 28

Siendo así, uno de los elementos centrales del ALBA, es el posicionamiento en materias energéticas en la región, así como también la creación de diversas entidades, instituciones y mecanismos atingentes, de la cual impulsar, políticas energéticas de acuerdo a sub-regiones comunes. Por ende, también se destaca que dentro de los grupos de países que integran dicha asociación, se encuentren aquellos con alto valor en lo relativo a suministros de hidrocarburos, tanto real como potencial, como es el caso lógico de Venezuela, y en otro sentido Ecuador y Bolivia. Por lo tanto, y dado el objetivo de la presente investigación, conviene señalar cuáles son los principales mecanismos de integración energética, sobre la base de los postulados político-ideológicos e institucionales que genera el ALBA.