El niño y la niña migrante emberá y wounaan

FOTO Nº 13: Hermanos preparan el fogón en El Coco

3. El niño y la niña migrante emberá y wounaan

Entre la población emberá y wounaan de Jaqué un grupo doméstico generalmente está conformado por el padre, la madre y losas hijosas, es decir, existe una tendencia a conformar una familia nuclear sobre la organización social y política. Dentro de cada familia nuclear pueden haber como mínimo cinco hijosas. Foto: KESS, 2005. Los niños y las niñas juegan un papel importante dentro de la economía doméstica tanto de los que han migrado de Colombia como de los que siempre han vivido en la región de Jaqué. De acuerdo a su edad, tienen roles establecidos dentro de la división familiar del trabajo, ya que en general “los niños no…, ya más grande sí ayudan a uno”. No obstante, en el desarrollo de sus actividades asignadas siempre se procuran espacios y tiempos de diversión o entretenimiento, evitando en lo posible descuidar sus obligaciones, pues las reprimendas, regaños o castigos pueden ser una posibilidad ejercida por los padres, es decir, puede ser que si no se hace el trabajo asignado “le da rejo la pegona”, como mencionaba una anciana emberá. Desde pequeños se les educa, a través de la práctica y la vida cotidiana, sobre el trabajo y la división sexual del trabajo, como lo menciona un indígena del poblado de Anayansi, en Jaqué Centro: “O sea que el pela’o lo deja, lo va enseñando así de esa forma. Cuando van a trabaja lo viejo, haga dizque barre, lava, friega eso así; entonces, cuando viene ya del trabajo los viejos, ya lo vienen a ve to’ limpio, o sea, la casa barrida todo hecho. Entonces así se va educando también a ellos”. Comúnmente los niños acompañan al padre en las actividades agrícolas o propias del “monte” pescar, cazar, socolar, sembrar, alimentar los cerdos y otras, visitando los distintos sectores cultivados y criaderos de animales, que generalmente se encuentran un tanto distantes del poblado. Mientras, las niñas permanecen en la vivienda ayudando a la madre, ya sea en la preparación o cocción de los alimentos, fregando, limpiando la vivienda, lavando la ropa sucia de la familia o cuidando a los más pequeños, como lo expresa una mujer emberá: “Bueno, cuando uno deja una niña en la casa usted también le deja otro trabajo que tiene que hacer. Si tiene trastos sucios tiene que ir a lavar esos trastos. Si hay, digamos, plato que fregar que queda, digamos del medio día, tiene que fregar también, tiene trabajo también”. En la medida en que el grupo doméstico pueda resolver su sostenibilidad económica y alimentaria, en esa misma posibilidad los niños y las niñas van adquiriendo ciertas responsabilidades y ocupando tiempo para sus entretenimientos, juegos y diversiones. Ya sea que deba ir a ayudar en la cocina, a buscar agua, dar de comer a las gallinas, cuidar a los hermanos menores, sembrar, cargar leña, pilar el arroz, entre otros, siempre se divierte. “ESTILO DE CRIANZA DE LOS HIJOS El estilo general de crianza de los hijos podría calificarse de permisivo y natural. Los pequeños son las “estrellas” en la familias, y todos los cuidan con cariño y encuentran momentos para jugar con ellos y prestarles atención. La actitud de los adultos hacia los niños pequeños está llena de cariño, libertad y respeto a su edad. Se les consienten los caprichos: dulces, juguetes… Al no tenerlos lloran y patalean cogiendo unas rabietas tremendas, hasta que se cansan, porque los padres suelen prestarles mayor atención. Los niños un poco mayores de 4 años para arriba juegan con los más pequeños, les cargan con cuidado a la cintura, toman una actitud de responsabilidad hacia ellos. Las niñas aprenden pronto a cambiar pañales para ayudar a sus madres. En cuanto los pequeños puedan sostenerse solos empiezan a compartir los juegos del grupo, que los acoge y les incluye en ellos según sus capacidades. Juegan a fútbol y a otros juegos de pelota, al pañuelo, al escondite, a “pillar”, juegan con las piraguas en el río, buceando, saltando de los árboles al agua o subiéndose a ellos para coger fruta, persiguiendo a los perros o molestando a las gallinas, ñeques, tucanes o periquitos domésticos. Tienen multitud de juegos y pasatiempos inventados por ellos… o enseñados por los maestros o gente de afuera. Ningún chaval queda excluido, ni por sufrir algún defecto físico, ni por carácter ni por ninguna otra razón. Incluso los pocos muchachos silenciosos o retraídos que pueda haber son bien aceptados por los demás… Alrededor de los 10 años los niños empiezan a acompañar a sus hermanos mayores y papás en todas las actividades diarias: pescar, sembrar o cosechar, cocinar, cortar o cargar leña, cada uno según su tamaño y fuerza física. Nunca serán presionados o abusados”. Tomado de: Muñoz, L. M. 1997. RECUADRO Nº 3: Estilo de Crianza de los Hijos No obstante, a mayor responsabilidad en el hogar menor tiempo para su educación. De hecho, los mayores problemas escolares son el ausentismo, los fracasos escolares y el aprendizaje deficiente. El primero está principalmente relacionado con las responsabilidades infantiles en la alimentación del hogar. En los períodos de cosecha, de lo que prácticamente se depende y de suma importancia para la vida de estas comunidades, la mano de obra de los hijos e hijas es fundamental. Por tanto, los padres no envían a sus hijos a la escuela en esas fechas. El segundo, es consecuencia del primero, pero tiene mucho que ver también la incompatibilidad del modelo educativo con la realidad y la cultura de estas comunidades. Así, se pueden encontrar niños y niñas de edad avanzada en grados inferiores, adolescentes y jóvenes aún en la escuela primaria 63 . Por último, la deficiencia en el aprendizaje, está muy relacionado con los dos problemas anteriores, pero es causado también por los altos índices de desnutrición que sufren la mayoría de los niños y niñas. Pasar hambre o acostarse sin comer, es parte de la vida cotidiana en las comunidades del río Jaqué y Pavarandó y en muchas de las regiones de la provincia de Darién y las comarcas Indígenas circundantes. Esto evidentemente repercute en el desarrollo y la capacidad para recibir los conocimientos. De hecho, incide también en otros problemas de salud como retraso en el crecimiento, sordera, parálisis cerebral y otras discapacidades físicas y mentales. 63 Incluso, debido a que las uniones maritales culturalmente inician a edades tempranas o desde la adolescencia, el ausentismo por las uniones o el embarazo es también muy común. Así habla el jesuita español L.M. Muñoz de la adolescencia: “Antes de casarse la muchacha ha de haber aprendido las tareas para mantener un hogar: ir a por la leña sic, conservar alimentos salar, preparar, ahumar…, cocinar, cortar y moler caña de azúcar, hacer licor de maíz, pintarse de jagua, manejar bebés o cuidar animales… La adolescencia entre los varones es un período difícil. Ya FOTO Nº 14: Niñas de Peñita trayendo agua del río Jaqué a sus casas pasaron los ratos de la niñez, llena de juegos y risas. Ahora los grupos no son mixtos, y se empieza a pensar en el matrimonio” Muñoz, 1997: 19. Foto: KESS, 2005. CAPÍTULO CUARTO CAUSAS DE LA MIGRACIÓN EMBERÁ Y WOUNAAN C C A A P P Í Í T T U U L L O O C C U U A A R R T T O O C C A A U U S S A A S S D D E E L L A A M M I I G G R R A A C C I I Ó Ó N N E E M M B B E E R R Á Á Y Y W W O O U U N N A A A A N N “Principalmente eso es lo que más hay ahora, anteriormente no, anteriormente era costumbre…. Porque cuando yo… tenía quince años no veía guerrilla, yo no sabía que era guerrilla, por eso anteriormente era costumbre de di a pasear, que venían y otro salían de aquí, pero ahora ya no… Anteriormente, nosotros los indígenas no teníamos problema para entra aquí en este país, pero ahora sí hay mucho....” Hombre emberá, 2005 . Cuando hablamos de causas de la migración nos referimos a aquellas circunstancias o motivos que impulsan y condicionan la migración de una manera determinada. En este capítulo expondremos las que aparecen como más evidentes y las que podemos relacionar con la opinión generalizada de migrantes y no migrantes de las distintas comunidades de los ríos Pavarandó y Jaqué. Sin embargo, incluiremos algunas otras que a través de la documentación disponible podrían también estar detrás de las decisiones para migrar. Es muy probable que en la decisión para migrar se combinen varias causas y se sucedan de una forma determinada. No obstante, no podemos obviar que en estos casos detrás de todas ellas se encuentra la marginalidad, la exclusión y la pobreza. Esta última afirmación es la que podemos sostener con más fuerza hasta el momento pues, como mencionamos en la introducción de este estudio, no pudimos indagar las circunstancias migratorias desde el lado colombiano y las comunidades de donde proceden los migrantes indígenas. Debido a ello, nuestro conocimiento al respecto además de que es sobretodo documental, está bastante fragmentado. Sin embargo, las probabilidades de que las causas históricas y culturales, territoriales, productivas, ambientales, el conflicto armado y el narcotráfico, sean las que estén incidiendo con mayor fuerza en la migración son muy altas. El aporte principal de este capítulo en el estudio de la migración emberá y wounaan a través de la frontera es precisamente incluir factores que anteriormente no eran considerados, como es el caso del conflicto armado, la destrucción ambiental y el narcotráfico. Como ya mencionamos, futuras investigaciones podrían indagar, a profundidad, sobre las imbricaciones y solapamientos de las distintas causas, sobre aquellas que prevalecen o son las principales detonantes.

1. Territoriales, productivas, ambientales