El Coco El Valle del río Jaqué

2.1.4. El Coco

Relativamente cerca de la comunidad de Lucas se encuentra la comunidad de El Coco. En la travesía sobre el río, a lo lejos, se puede observar las palmeras presentes y muy cercanas a las riveras, en la margen derecha, las cuales ya van indicando el acercamiento al poblado. El Coco es uno de los poblados emberá que cuenta en la actualidad con la mayor cantidad de población en el valle del río Jaqué el otro poblado es Biroquerá, pero de mayoría wounaan. La única construcción de cemento en la comunidad es la escuela primaria. El anexo que existe para la vivienda del maestro o la maestra está hecho de madera. Está presente también, una gran secadora solar construida en 1999, mediante el desarrollo del Proyecto “Acciones integrales” de Fe y Alegría, que con el pasar de estos últimos siete años se ha ido deteriorando. El Coco cuenta con 27 viviendas 34 , construidas principalmente de techo de penca y sin paredes, en cierta medida conservan el estilo “tradicional” de la vivienda emberá, cuyo promedio de ocupantes es de 7 habitantes. Varias presentan techos de zinc, incluso paredes de madera. En realidad los estilos y formas de las viviendas son muy variados. Algunas con techos de zinc y sin paredes, de paredes de madera y techo de penca, de dos pisos, paredes de 34 Debemos aclarar que en realidad El Coco cuenta con 32 viviendas, sólo que durante el levantamiento de la encuesta, las viviendas estaban deshabitadas, pues sus habitantes estaban en Jaqué Centro o la ciudad capital. Intentamos en otra ocasión volver a estas viviendas, pero las personas no habían regresado aún. madera y techo de penca; en fin, muy diversas, pero sencillas y deterioradas. Con todo, siguen manteniendo la construcción sobre pilotes, elevadas sobre el suelo 35 . TABLA Nº 14: Material y composición de las viviendas en El Coco COMPOSICIÓN MATERIAL Zinc Madera Caña blanca Paja o Penca Nada TECHO DE: 6 21 PAREDES DE: 4 1 1 21 Fuente: Elaboración propia sobre la base de la encuesta aplicada para la investigación, entre mayo y junio del 2005. Según la opinión de los encuestados, el 51.9 asegura que su vivienda presenta un regular estado y un 29.6 manifiesta que su casa está entre un muy mal y mal estado. Únicamente el 18.5 consideró que sus viviendas están en buen estado. Por su parte, resulta muy llamativo que esta comunidad, al ser una de las más grandes en cuanto a población y vivienda, tenga muy pocas piraguas. Tan sólo el 14.8 de los entrevistados manifestaron contar con una piragua. Es decir, que únicamente 4 viviendas cuentan con una piragua. Incluso, ninguna tiene un motor fuera de borda propio. En la comunidad sólo está el de uso colectivo. Nueve de las veintisiete viviendas en El Coco carecen de una letrina particular. Por lo tanto, realizan sus necesidades en la letrina de algún familiar- vecino cercano o en el río. Sucede que varias de estas viviendas que no poseen 35 Entre lo que actualmente es considerado el corredor biogeográfico Chocó-Darién, por siglos ha existido una gran extensión de bosque húmedo tropical que se caracteriza por periodos de intensas lluvias en todo el año y una extensa red hidrográfica. Debido a ello, resulta normal, el periódico desbordamiento de los ríos y la permanencia de zonas inundables y cenagosas, y con ello la necesidad de construir las viviendas por encima del suelo, tanto para protegerse de las inundaciones, de las condiciones de humedad de los suelos, como, eventualmente, de la amenaza de algún animal de la selva. letrina aún, cuentan con los materiales necesarios para la construcción de la misma, ya que Fe y Alegría promocionó y ejecutó un proyecto de letrinación en casi todas estas comunidades del río Jaqué, entre el 2003 y 2004. El principal riesgo de la construcción de las letrinas, en casi todas estas comunidades del río Jaqué, son las inundaciones o el desbordamiento periódico del río. Ello provoca que las mismas letrinas se desborden también, quedando la población expuesta a las enfermedades y epidemias. Una situación que es mucho más peligrosa en esta comunidad de El Coco por la fuerza de la inundación allí. En este sentido, también existe la posibilidad del riesgo para el servicio de acueducto comunitario. El 88.9 de las viviendas cuenta con este servicio para abastecerse del agua para beber, mientras el 63 hace uso de él para bañarse, ya que el 29.6 va al río a bañarse o en ocasiones lo hace en su respectiva vivienda. En cambio, el 88.9 también hace uso del agua del acueducto para lavar la ropa. El 7.4 lava su ropa tanto con el agua del acueducto como del río. TABLA Nº 15: Usos del agua, por vivienda, en la comunidad de El Coco USOS Acueducto Río Ambos Otra Total Para beber 24 3 27 Para bañarse 17 1 8 1 27 Para lavar la ropa 24 2 1 27 Aquellos que no tienen servicio de acueducto y aquellos que se bañan y lavan la ropa en casa de familiares o vecinos. Fuente: Elaboración propia sobre la base de la encuesta aplicada para la investigación, entre mayo y junio del 2005. Dentro de los problemas que presenta el agua para beber, durante la estación lluviosa, las opiniones son las siguientes: un 22.2 considera que tiene mal sabor, un 33.3 piensa que tiene mal olor, el 85.2 estimó que se ensucia y un 48.2 que enferma a los niños, también. En tanto, consideran que, para la estación seca, las dificultades serían las siguientes: un 14.8 que presenta mal sabor, el 18.5 que emite mal olor, el 55.6 que se ensucia, el 40.7 que enferma a los niños y el 51.9 que presenta poca presión. Con el reconocimiento de todas estas dificultades, tan sólo el 3.7 utiliza alguna técnica para potabilizar el agua. Por otro lado, El Coco tiene una población de 97 hombres y 94 mujeres, para un total de 191 habitantes 36 . Veremos que en la Tabla Nº 16, el 66.5 de la población entre 0 y 19 años es mayoritaria, repitiéndose la constante de que más de la mitad de los habitantes de las comunidades es gente joven, pero sobre todo infantes. 36 El censo que llevó a cabo el sacerdote español J. Rodríguez Jalón en estas comunidades del corregimiento de Jaqué, para 1979, consignó que en El Coco existían 4 bohíos o tambos, con una población de 39 habitantes. En tanto, el censo del 2000, estimó que allí había 19 viviendas con una población de 76 hombres y 66 mujeres, para un total de 142 habitantes. Dos años después, estudiantes francesas, estimaron que en El Coco había 15 viviendas con una población de 61 hombres y 54 mujeres, que sumaban 115 habitantes. Estas variaciones en la cantidad de la TABLA Nº 16: Población por rangos de edad en la comunidad de El Coco Rangos de edad Sexo Total Hombres Mujeres De 0 a 9 años 35 37 72 37.7 De 10 a 19 años 28 27 55 28.8 De 20 a 29 años 10 13 23 12.0 de 30 a 39 años 9 9 18 9.4 De 40 a 49 años 8 3 11 5.8 De 50 a 59 años 2 3 5 2.6 De 60 años y más 5 2 7 3.7 GRAN TOTAL 97 94 191 100.0 Fuente: Elaboración propia sobre la base de la encuesta aplicada para la investigación, entre mayo y junio del 2005. Tal y como ha ocurrido en otras comunidades, de El Coco se han marchado 14 de sus habitantes en tan solo este año. Seis de ellos a distintos puntos en la ciudad de Panamá y ocho hasta tierras colombianas, uno de ellos hasta la comunidad de Santa Teresita, en el río Juradó y siete hasta Purricha, también en el departamento del Chocó, cerca a la costa del Pacífico. TABLA Nº 17: Miembros de la comunidad de El Coco que se han marchado LUGAR DE DESTINO CANTIDAD COMUNIDAD CERCANA OTRA COMUNIDAD EN DARIÉN A LA CUIDAD DE PANAMÁ 6 A COLOMBIA 8 OTRA TOTAL 14 Fuente: Elaboración propia sobre la base de la encuesta aplicada para la investigación, entre mayo y junio del 2005. población y número de viviendas se debe principalmente a dos razones, la emigración hacia la cuidad Capital y la inmigración de Colombia hacia Panamá. Aquellos que se han marchado hacia la cuidad de Panamá, coinciden en que lo han hecho en busca de empleo. Sin embargo, es importante señalar que uno de ellos, una joven, lo ha hecho para escapar del maltrato que recibía de su compañero en la comunidad de El Coco. Por su parte, de los que se fueron hacia Colombia, hacia Santa Teresita lo hizo un joven que no sólo iba de visita familiar sino que también en busca de empleo. En tanto, de los que viajaron a Purricha, que lo hicieron en un grupo familiar, no se tiene información de la causa del viaje. Para este año, son más los que se han ido que los que han llegado a vivir allí. Tan sólo dos personas han venido a vivir a la comunidad; uno que procede de la comunidad de Majé en el distrito y corregimiento de Chimán, provincia de Panamá, y otro, una joven, de la cuidad de Panamá. Ambos llegaron de visita familiar. En tan solo dos décadas la comunidad de El Coco creció considerablemente, no sólo por la llegada de indígenas procedentes de Colombia, sino también por los grupos domésticos que se hallaban asentados en otras regiones cercanas en el mismo río Jaqué o en sus afluentes. De hecho, el 66.6 de los encuestados tiene entre uno y 19 años de haber llegado a la comunidad. En cambio, el 33.3 de los entrevistados está entre los que tienen más de veinte años de vivir allí o los que siempre han vivido allí. TABLA Nº 18: Años de residencia en El Coco Años Sexo Total Hombres Mujeres Este año 3 1 4 14.8 Entre 1 y 4 años 5 5 18.5 Entre 5 y 9 años 3 3 11.1 Entre 10 y 19 años 5 1 6 22.2 Más de 20 años 2 2 7.4 Siempre he vivido aquí 6 1 7 25.9 TOTAL 24 3 27 100.0 Fuente: Elaboración propia sobre la base de la encuesta aplicada para la investigación, entre mayo y junio del 2005. La comunidad, que mantiene viviendas bastante cercanas una de la otra, podría decirse que está dividida en términos espaciales entre los emberá que proceden de Colombia y los que han nacido o crecido en la región de Jaqué, o, en todo caso, en Darién. Así, desde el salón comunal, situado casi en el centro del poblado, hacia “arriba” la mayoría de la población procede de comunidades en Colombia; en tanto, del salón comunal hacia “abajo” la mayoría de los indígenas son nacidos en territorio panameño. FOTO Nº 6: Transporte de plátanos frente a la comunidad de Mamey