Lucas El Valle del río Jaqué

2.1.3. Lucas

Volviendo al río Jaqué, luego de haber visitado las comunidades del Pavarandó, y pasado su desembocadura, después de avanzar aproximadamente 45 minutos, en una piragua con motor fuera de borda 25 HP, se acerca a la comunidad de Lucas, predominantemente emberá. Desde el río, a una distancia considerable, se divisa paulatinamente, sobre una pequeño colina, la escuela primaria de esta comunidad, construida de cemento. Incluso en la actualidad, sobre la margen derecha del río, “los tambos cónicos de Lucas se observan entre una pequeña quebrada y la colina, extendiéndose en una angosta zona plana rodeada por las estribaciones de la cordillera de Juradó” Rodríguez Jalón, 2004: 63. Predomina en el actual poblado de Lucas el linaje de los Zarco, aunque también el de los Berrugate. “Desde finales del siglo XIX llegaron allí, donde se asentaron, los emberá Zarco” Rodríguez Jalón, 2004: 131. Sin embargo, un grupo de los Zarco también vino, a mediados del siglo XX, procedente del valle del río Sambú, a finales de la década de 1940. Después de que esta comunidad mantenía una gran población hace dos décadas, en la actualidad sólo existen 8 viviendas, que en cierta medida conservan el patrón tradicional de construcción emberá y wounaan. Es decir, la mayoría de estos tambos son de techo de penca, cónico, sin ningún tipo de aún con 12 viviendas, la población disminuyó en un 16, quedando en 34 hombres y 45 mujeres. paredes. Los techos llegan a baja altura cubriendo adecuadamente de las lluvias. Además, varios de estos tambos fueron construidos bajo un proyecto de recuperación de la cultura, impulsada por las hermanas misioneras teresitas, a finales de la década de 1990. FOTO Nº 4: Vista de la comunidad de Lucas Como se comentó anteriormente, la comunidad cuenta con una escuela primaria, la cual se encuentra en una pequeña colina, a un costado del poblado 31 . 31 Varios edificios de la escuela han sido construidos sobre esta colina. Primero, el reverendo menonita, a inicios de la década de 1970, construyó la primera escuela. Sin embargo, con el Foto: KESS, 2005. Además, existe, al igual que en otras comunidades, un tambo, construido de paredes de madera y techo zinc, que funciona como albergue al maestro o a la maestra de la comunidad. Son sólo tres viviendas las que cuentan con techo de zinc, las cuales pertenecen tanto a los hijos e hijas de los Zarcos como de los Berrugate. TABLA Nº 11: Material y composición de la vivienda en Lucas COMPOSICIÓN MATERIAL Zinc Madera Caña blanca Paja o Penca Nada TECHO DE: 3 5 PAREDES DE: 8 Fuente: Elaboración propia sobre la base de la encuesta aplicada para la investigación, entre mayo y junio del 2005. Todas las personas entrevistadas por vivienda en Lucas estimaron que el estado de su vivienda se encuentra entre regular y mal. En esta comunidad ocurre casi lo mismo que pasa en las otras, entre los ríos Pavarandó y Jaqué. La demanda de materiales naturales utilizados para la construcción del techo como las pencas de nahuala o cortadera es bastante alta, comparado con la reproducción natural de este tipo de palmas. Es decir, que ha llegado a haber una escasez de este material en lugares cercanos a las comunidades. En la actualidad, buscar pencas de nahuala o cortadera implica caminar por varias horas entre el bosque tropical, en algunos casos atravesando los ramales de la cordillera de Juradó y la serranía de Junjurudó. Un trabajo muy agotador, que terremoto del 11 de julio de 1976 ésta se derrumbó y la escuela tuvo que funcionar entonces en la antigua capilla menonita. Posteriormente, a finales de la década de 1980, se construyó el actual edificio de la escuela, aún sobre la colina. también consume una gran cantidad de tiempo y no siempre pudiendo contar con la ayuda necesaria para tal fin. Seis de las viviendas cuenta actualmente, o con una piragua, un chingo o un bote para desplazarse en los ríos. Claro está, no todos ellos poseen una de buen tamaño como para colocarle un motor fuera de borda 32 . La mayoría de los grupos domésticos en Lucas son muy jóvenes, y en apariencia, de una unión con poco tiempo; debido a ello, muchos apenas están empezando a tener sus propios bienes. 32 Estando en El Coco, pudimos tener la oportunidad de participar en lo que los emberá llaman la botada de una piragua, la cual consiste en arrastrar la piragua lo más cerca a la vivienda, después del proceso de corte y vaciado del tronco del árbol, donde se obtiene una piragua a medio hacer. El propietario de la piragua, el patriarca de los Berrugate, invitó tanto a miembros de su comunidad como de otras cercanas, en este caso El Coco. Desde muy temprano nos dirigimos a la comunidad de Lucas a través del camino que conecta a estas dos comunidades, atravesando las quebradas de Malparedó y Lucas. Luego, después de llegar a la comunidad de Lucas, un grupo de aproximadamente quince hombres nos dirigimos hasta el lugar donde estaba la piragua, atravesando el ramal de la cordillera de Juradó que se encuentra justo detrás del poblado, entre el bosque húmedo tropical. Caminamos por una empinada trocha, aproximadamente dos horas, hasta llegar a la futura embarcación. Para realizar esta actividad que representa un gran esfuerzo físico se lleva para beber la chicha de maíz fermentada. Esta se bebía en pequeños descansos que se hacían debido a mi poca destreza con la faena. Luego de que se clavaron, de forma espaciada, algunos palos sobre la piragua que servirían de apoyo para empujar la piragua sobre troncos ya colocados en una trocha recién hecha para tal fin , todos comenzamos la gran tarea de empujar, sostener y empujar, a un solo ritmo. A tales troncos que se colocan sobre el suelo se les llama polines y su función es facilitar el deslizamiento de la piragua con menos esfuerzo. También se amarra a la embarcación largas y gruesas sogas, tanto en la proa como en la popa, para asegurar la piragua tanto en las subidas como en las bajadas, y así no perder el control del arrastre ni terreno avanzado en la superficie empinado. Como es un gran esfuerzo físico el que se hace en esta actividad, en ocasiones, cuando la piragua se atasca, se utilizan algunos palos largos que se colocan como palanca debajo de la piragua y así sacarla de su atascadero. Esta palanca recibe el nombre de epeque. La idea es llevar la piragua hasta el río Jaqué o hasta uno de sus afluentes cercano y así poder manejarla con mayor facilidad. En esta ocasión la piragua fue arrastrada hasta la parte media de la quebrada Malparedó. En este trabajo se empleó casi todo un día. Al llegar a Lucas, después de un agotador día de trabajo, el dueño de la piragua ofrece en su casa una fiesta que es animada con grandes cantidades de chicha fermentada y comida. Una fiesta que dura hasta el amanecer, con la mayor parte de los hombres, e incluso mujeres, embriagados. Sólo unos pocos son los que continúan en pie. Debe recordarse que la única comunidad que cuenta con luz eléctrica de forma parcial es Biroquerá, todas las demás no cuentan con luz eléctrica, incluso Lucas. Obviamente, en este poblado ninguna vivienda cuenta con televisión. De hecho, ninguna tiene radio, ni siquiera que funcione con baterías. La oportunidad de ver televisión se presenta cuando se viaja a Jaqué Centro, ya sea en el cine Chavela —presente allí desde hace varias décadas—, o en casa de algún no indígena conocido, tal vez, algún compadre. Con lo que sí cuenta actualmente la comunidad es con un acueducto comunitario, cuyas aguas provienen de un riachuelo en los ramales de la cordillera de Juradó. Pese a ello, seis de las ocho viviendas utilizan el agua del acueducto para beber. Las restantes, se proveen de la pequeña quebrada que limita al poblado. Incluso, tanto para bañarse, como para lavar, se va hasta esta quebrada, pues el 87.5 de los entrevistados así lo expresaron. En cambio, sólo una persona, o sea, el 12.5, lo hace en el río Jaqué. Entre las dificultades que existen con el agua para beber, durante la estación lluviosa, el 62.5 de los entrevistados, aseguran que el agua se ensucia y se pierde el servicio al partirse las tuberías por la gran presión del agua. En cambio, para la estación lluviosa, el mismo porcentaje consideró que no existe ninguna dificultad con el suministro del agua. Aunque, un 37.5, consideró que existía poca presión en esta época del año. Ninguna de las viviendas utiliza alguna técnica para potabilizar el agua. Aunque en siete viviendas se opinó que sí poseen una letrina, realmente lo que hay en la comunidad son dos letrinas utilizadas por los miembros de las distintas viviendas. Mucho tiene que ver en ello el parentesco que existe en la comunidad, donde de una u otra manera son parientes entre ellos. Las letrinas que allí se encuentran parecen estar en un regular estado, pero expuestas, como en otras comunidades, a las inundaciones. Por otro lado, la población total de la comunidad es de 42 habitantes, que se podrían dividir en 22 hombres y 20 mujeres. Una población que ha disminuido mucho en las últimas décadas producto de la emigración hacia la ciudad capital 33 . Con todo y que en general, la natalidad es bastante alta, en el transcurso de las dos últimas décadas del siglo XX, su población ha disminuido considerablemente. El promedio de grupos domésticos por vivienda es de 5.3 habitantes. TABLA Nº 12: Población por rangos de edad en la comunidad de Lucas Rangos de edad Sexo Total Hombres Mujeres De 0 a 9 años 7 8 15 35.7 De 10 a 19 años 4 5 9 21.4 De 20 a 29 años 6 3 9 21.4 de 30 a 39 años 0.0 De 40 a 49 años 3 2 5 11.9 De 50 a 59 años 0.0 De 60 años y más 2 2 4 9.5 GRAN TOTAL 22 20 42 100 Fuente: Elaboración propia sobre la base de la encuesta aplicada para la investigación, entre mayo y junio del 2005. 33 Mientras en 1979, la población de Lucas, que se encontraba tanto en lo que es el actual poblado como en las riveras de la quebrada Malparedó, era de 138 habitantes, en 17 viviendas, para el censo del 2000, Lucas contaba con 6 viviendas y 35 habitantes. Muchos de su habitantes no sólo se dispersaron a otras comunidades cercanas, como es el caso del El Coco, sino que también “bajaron” a vivir hasta Jaqué Centro y muchos se fueron hasta la ciudad capital. A toda esta población, debemos sumarle un grupo de 5 personas que para este año se han marchado de la comunidad, ya sea de forma temporal o permanente. Entre ellos se encuentran tanto hombres como mujeres, pero sobre todo son jóvenes. TABLA Nº 13: Miembros de la comunidad de Lucas que se han marchado LUGAR DE DESTINO CANTIDAD COMUNIDAD CERCANA 2 OTRA COMUNIDAD EN DARIÉN 1 A LA CUIDAD DE PANAMÁ A COLOMBIA 2 OTRA TOTAL 5 Fuente: Elaboración propia sobre la base de la encuesta aplicada para la investigación, entre mayo y junio del 2005. Como se observa en la Tabla Nº 13, 2 de ellas se han marchado a una comunidad cercana, en este caso a Jaqué Centro. Una de forma permanente, pues se ha ido por el “matrimonio”; otra de forma temporal, para estudiar en el Centro Básico General de Jaqué, y así acabar la premedia primer ciclo. El que viajó a otra comunidad en Darién, lo hizo hasta Garachiné y su razón del viaje es porque forma parte de la costumbre, pero más que eso está detrás la visita familiar y la búsqueda de mejores posibilidades económicas. Aquellos que se han marchado a Colombia han sido dos jóvenes, en edades de aproximadamente 15 años, ambos se fueron juntos para llegar hasta las comunidades indígenas en el río Juradó. La razón del viaje, según la opinión del miembro de su vivienda que fue encuestado, es la visita familiar, la búsqueda de empleo y la costumbre. Actualmente, como la población de Lucas ha disminuido considerablemente y los que allí viven son, en promedio, muy jóvenes, el 87.5 7 viviendas de los encuestados manifestó que siempre ha vivido en la comunidad de Lucas. La excepción la constituye el señor Ricardo Zarco, hombre de 61 años, quien llegó a la edad de 3 años, junto con sus padres, procedente de Sambú. FOTO Nº 5: Niñas en El Coco recogen el arroz que se secaba al sol Foto: KESS, 2005.

2.1.4. El Coco