Magia, cultura y migración

manera de ejemplos, hemos decidido presentar los siguientes casos, que, para el primer ejemplo, se relaciona con la tesis e hipótesis ya propuesta por una investigadora social durante la década de 1980:

2.1. Magia, cultura y migración

La tesis doctoral de Sthephani Kane 1986, antropóloga norteamericana, sobre poblaciones emberá y wounaan del Darién, que intenta demostrar la persistencia y gran influencia de aspectos mágico-culturales en la vida cotidiana de esta población, queda sustentada a través del poblamiento o formación de la comunidad de Peñita, a orillas del río Jaqué, en el corregimiento de Jaqué. Antes de proseguir con el relato, es necesario adelantar dos puntos. Primero, los emberá y wounaan creen que en el bosque y el río existen una serie de seres sobrenaturales y espirituales. Uno de ellos el antumía o madre de agua, que se encuentra en el río y puede provocar la muerte. Este ser diabólico también puede convertirse en cualquier animal del bosque. Segundo, persisten hasta la actualidad aquellos que son considerados y se consideran así mismo como brujos o jaibaná, que no sólo poseen el poder de contacto con el mundo de los espíritus sino también el conocimiento sobre plantas y hierbas del “monte”. De tal manera, “los emberá-waunán no son un pueblo violento; al menos en cuanto a violencia física se refiere. Su forma tradicional de resolver pleitos y disputas es mediante la brujería, el maleficio y el envenenamiento” Muñoz, 1997: 11. La matriarca, que mantiene relación de parentesco con casi todos los grupos domésticos de la comunidad de Peñita; antes del 2001, vivía, junto con su esposo y sus hijos e hijas, en la comunidad de Buena Vista, a orillas del río Jampavadó, afluente del río Juradó, municipio de Juradó, perteneciente al departamento del Chocó en Colombia; un sitio muy cercano a la frontera entre Panamá y Colombia. Tanto ella, como varios de sus familiares, señalan que su esposo fue amenazado de muerte y finalmente embrujado por un médico-brujo de esa comunidad. Al él enfermarse, fue llevado a Juradó, pero de allí, fue trasladado, hasta la cuidad de Panamá, donde ellos tenían un hijo y una hija. El señor murió en Panamá, la familia decidió asentarse en Jaqué, debido a que también recibieron la amenaza de muerte por parte de este médico-brujo. De hecho, uno de los grupos domésticos que actualmente vive en Peñita, una pareja que raya ya los 60 años de edad cada uno, familiares del esposo de la matriarca, regresaron a vivir a esta región de Jaqué por amenazas y acusaciones de brujería dentro de la comunidad en la que vivían allá en Juradó. Así lo comentaba un anciano emberá: “Mira, a mi me gusta hablar la verdad, yo no he tenido caso en ninguna parte en donde yo he andado, pero allá a la señora… le cogieron como una bronca o chisme pues… Dicen que ella que era que… hacía daño, hacia maldad, daba los venenos, se moría la gente, ¡yo no se Comenzaron la gente a habla sobre eso y como nosotros estábamos como sólo con esa gente de allá… Y comenzaron que ‘usted no es de aquí, usted por que no se va para su tierra’. ¡No ve Y ella no quería venirse nada… Allí yo no pude. Bueno, yo le dije: ‘mira, yo lo siento mucho, pero, en la verdad, yo soy el que estoy pasando trabajo y esa vaina. Toda tu familia están allá en Jaqué, llega un loco y te mete un tiro, te matan por allí… y a mi me toca responde la sangre tuya, el caso es si tu no quieres ir yo me iré sólo y nos apartaremos, pues’; y yo le comente eso a ella”. En otra ocasión, uno de los miembros de la comunidad narró lo expresado por el señor de 60 años de esta manera: “Bueno, se vino de nuevo, de Juradó para aquí, porque en ese tiempo, bueno, tu sabes que problemas internos de la comunidad, siempre por mala versión de la gente. Decían que la señora era de las que hacia mal, y de ese aburrimiento él se vino, no por él sino por la mujer…; bueno, de ese aburrimiento el se vino”. Como podemos notar, las acusaciones sobre brujería y la fiel creencia en ellas son tan fuertes y serias que pueden provocar, como estos dos casos, la salida de las comunidades y la instalación en otras. Los vínculos familiares inciden de tal manera que la migración no sólo la ejerce un grupo doméstico, sino todo el grupo familiar cuando estos casos ocurren. Además, está la posibilidad de ir hasta donde se encuentran otros familiares. Las mujeres y hombres emberá que ahora residen en Peñita, si vinieron hasta acá fue porque décadas anteriores habían vivido en la región o, en todo caso, sus parientes aún residían en Jaqué.

2.2. La relación entre migración y matrimonio