MIGRACION TRANSFRONTERIZA INDIGENA los e

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MIGRACIÓN TRANSFRONTERIZA INDÍGENA

Los emberá y wounaan en Jaqué, Darién

Tesis sometida a la consideración de la Comisión del

Programa de Estudios de Posgrado en ANTROPOLOGÍA

para optar al grado de MAGISTER SCIENTIAE EN

ANTROPOLOGÍA

Por:

Kevin Evandro Sánchez Saavedra

Ciudad Universitaria “Rodrigo Facio”, Costa Rica

2009


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DEDICATORIA

A Victor y Eyda, por su inimaginable, pero persistente acompañamiento en mi educación.


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RECONOCIMIENTOS

Un reconocimiento especial a la Organización Política Tradicional Indígena de Jaqué —nokóes (dirigentes), caciques regionales— por su amable interés en ayudarnos y conducirnos en el conocimiento de la realidad de la migración emberá y wounaan a través de la frontera.

Nuestros agradecimientos a los miembros del equipo misionero del Vicariato Apostólico del Darién, promotores sociales de Fe y Alegría en Jaqué, y al equipo del Servicio Jesuita a Refugiados-Panamá por su gran apoyo logístico, colaboración y sugerencias para esta investigación. Así como también por su autorización para el uso de los resultados.

No habría palabras para agradecer a la familia Vindas Chinchilla, por su gran apoyo e interés durante mis estudios y la finalización de este trabajo. Doña Cecilia, don Victor y Francisco guardarán siempre un espacio importante en mi corazón.

Finalmente, quisiera agradecer a mi comité asesor, principalmente a mi director, Marcos Guevara, por su incondicional apoyo y paciencia en la culminación de esta tesis.


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Esta Tesis fue aceptada por la Comisión del Programa de Estudios de Posgrado en ANTROPOLOGÍA de la Universidad de Costa Rica, como requisito parcial para optar al grado de MAGISTER SCIENTIAE EN ANTROPOLOGÍA.

NOMBRES FIRMAS

Dr. Daniel Rojas Conejo Representante del SEP M.Sc. Mayra Zapparoli Zecca Representante del Programa Dr. Marcos Guevara Berger Asesor Principal

Dra. María Eugenia Bozzoli Vargas Asesora

Dra. Margarita Bolaños Arquín Asesora

Kevin Evandro Sánchez Saavedra Candidato


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ÍNDICE DE CONTENIDO

Páginas

Dedicatoria ……….. ii

Reconocimientos ……… iii

Índice de Contenido ………... v

Índice de Tablas ………. vii

Índice de Fotos ……… viii

Índice de Mapas ………. viii

Índice de Recuadros ……….. viii

Siglas y Abreviaturas ………. ix

INTRODUCCIÓN ………... 2

CAPÍTULO PRIMERO 9 ASPECTOS DE DISEÑO Y EXPERIENCIA DE CAMPO ……… 10

1. Metodología y trabajo de campo ……….. 14

2. Migración, migrante y transfronterizo: definición, pautas y aclaraciones ..… 17

3. Breve asunto de teoría: ¿empuje/jale o vivir aquí y allá? ……… 20

4. La relación entre migración y pobreza ……… 24

CAPÍTULO SEGUNDO 28 UN ACERCAMIENTO A LOS EMBERÁ Y WAUNAAN ………... 29

1. Breve discusión histórica: origen y procedencia ………..………. 31

2. Población y Ubicación territorial ………... 37

2.1. El Valle del Río Jaqué ……… 39

2.1.1. Biroquerá ………. 47

2.1.2. Valle Alegre y Llano Bonito: río Pavarandó ……… 56

2.1.3. Lucas ……… 68

2.1.4. El Coco ………. 76

2.1.5. Mamey ……….. 83

2.1.6. Peñita ……… 88

3. Organización Social y Política ……….. 96

3.1. La Autoridad Política “Tradicional” entre los emberá y wounaan de Jaqué .. 102

4. Economía ………. 110

5. Pobreza y Exclusión ………... 119

CAPÍTULO TERCERO 130 UN ACERCAMIENTO A LOS ACTUALES MIGRANTES EMBERÁ Y WOUNAAN ……….. 131

1. Población y sus características sociales ………. 133

2. Las mujeres migrantes emberá y wounaan ……… 141

3. El niño y la niña migrante emberá y wounaan ………... 145

CAPÍTULO CUARTO 151 CAUSAS DE LA MIGRACIÓN …... 152

1. Territoriales, productivas y ambientales……….. 153

2. Históricas y culturales ……… 156


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2.2. La relación entre migración y matrimonio ………... 169

3. Conflicto armado, violencia y narcotráfico ……… 173

3.1. La migración juvenil desde el conflicto armado ………. 181

CAPÍTULO QUINTO 183 CARÁCTERÍSTICAS DE LA MIGRACIÓN ……… 184

1. El tiempo y la migración ………. 186

2. El espacio y la migración: origen, rutas, territorio, destinos y su interrelación ………. 188

3. La familia y la migración ……… 193

CONCLUSIONES ………... 196

BIBLIOGRAFÍA ………... 205

ANEXOS

Anexo Nº 1: Listado de personas entrevistadas antes de la realización de la investigación en Jaqué.

Anexo Nº 2: Cuestionario.

Anexo Nº 3: Algunas definiciones del cuestionario sobre sitios de procedencia y sus resultados por comunidades de los ríos Jaqué y Pavarandó.

Anexo Nº 4a: Notas de campo condensadas, trabajo de campo Nº 1. Anexo Nº 4b: Breve resumen diario de trabajo de campo Nº 1.

Anexo Nº 4c: Notas de campo condensadas, trabajo de campo Nº 2. Anexo Nº 4d: Breve resumen diario de trabajo de campo Nº 2.

Anexo Nº 5: Registro de grabaciones, trabajo de campo Nº 1 y Nº 2. Anexo Nº 6: Dinámica de Taller para la Alianza Interétnica Darienita. Anexo Nº 7: Resolución Nº 3 del Consejo Nokó.


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ÍNDICE DE TABLAS

Páginas

Tabla Nº 1: Materiales y composición de la vivienda en Biroquerá ………. 48

Tabla Nº 2: Población por rangos de edad en la comunidad de Biroquerá ……… 52

Tabla Nº 3: Miembros de la comunidad de Biroquerá que se han marchado …… 52

Tabla Nº 4: Personas que han venido a vivir a la comunidad de Biroquerá ……... 54

Tabla Nº 5: Años de residencia en Biroquerá ……….. 54

Tabla Nº 6: Material y composición de la vivienda en Llano Bonito ……… 58

Tabla Nº 7: Rangos de edad de la comunidad de Llano Bonito ………... 61

Tabla Nº 8: Años de residencia en Llano Bonito ………. 62

Tabla Nº 9: Material y composición de las viviendas en Valle Alegre ………. 65

Tabla N 10: Población por rangos de edad en la comunidad de Valle Alegre …... 67

Tabla Nº 11: Material y composición de la vivienda en Lucas ………. 70

Tabla Nº 12: Población por rangos de edad en la comunidad de Lucas …………. 73

Tabla Nº 13: Miembros de la comunidad de Lucas que se han marchado ………. 74

Tabla Nº 14: Material y composición de la vivienda en El Coco ……….. 77

Tabla Nº 15: Uso del agua en la comunidad de El Coco ………... 78

Tabla Nº 16: Población por rangos de edad en la comunidad de El Coco ……... 80

Tabla Nº 17: Miembros de la comunidad de El Coco que se han marchado ……. 80

Tabla Nº 18: Años de residencia en El Coco ………... 82

Tabla Nº 19: Población por rangos de edad en la comunidad de Mamey ……... 87

Tabla Nº 20: Material y composición de la vivienda en Peñita ………. 91

Tabla Nº 21: Población por rangos de edad en la comunidad de Peñita ………… 93

Tabla Nº 22: Miembros de la comunidad de Peñita que se han marchado ……… 94

Tabla Nº 23: Años de residencia en Peñita ……….. 95

Tabla Nº 24: Tasas de producción en Peñita, El Coco, Valle Alegre y Biroquerá . 113 Tabla Nº 25: Prioridad de consumo y producción de los principales productos hortícolas en Peñita, El Coco, Valle Alegre y Biroquerá ……… 114

Tabla Nº 26: Ingresos por vivienda en comunidades del río Jaqué y Pavarandó . 125 Tabla Nº 27: Viviendas y población de familias migrantes por comunidad ………. 134

Tabla Nº 28: Rangos de edad de la población indígena migrante ………... 136

Tabla Nº 29: Materiales y composición de las viviendas de la población indígena migrante ………. 137

Tabla Nº 30: Identidad y nacionalidad de los indígenas migrantes ……….. 140

Tabla Nº 31: Rangos de años de la población migrante de vivir en Jaqué ………. 187

Tabla Nº 32: Ríos del pacífico colombiano de donde provienen los indígenas migrantes ……… 189

Tabla Nº 33: Rutas utilizadas por los indígenas migrantes ………... 190


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ÍNDICE DE FOTOS

Páginas

Foto Nº 1: Vista aérea del río y la comunidad de Jaqué ………... 40

Foto Nº 2: Vista de la comunidad de Biroquerá ………... 46

Foto Nº 3: Vista de la comunidad de Valle Alegre ………... 55

Foto Nº 4: Vista de la comunidad de Lucas ……….. 69

Foto Nº 5: Niñas en El Coco recogen el arroz que se secaba al sol …………... 75

Foto Nº 6: Transporte de plátanos frente a la comunidad de Mamey …... 83

Foto Nº 7: Vista de un tambo en la comunidad de Mamey ……… 86

Foto Nº 8: Vista de la comunidad de Peñita ………. 89

Foto Nº 9: Una familia emberá de la comunidad de Peñita ……… 100

Foto Nº 10: Reunión del Consejo Nokó en Mamey ………. 108

Foto Nº 11: Vista de cría de cerdos en El Coco ………... 118

Foto Nº 12: Madre e hijas, procedentes de Colombia, en El Coco ………... 141

Foto Nº 13: Hermanos preparan el fogón en El Coco ………. 145

Foto Nº 14: Niñas de Peñita trayendo agua del río Jaqué a sus casas …………... 150

Foto Nº 15: Jóvenes en camino hasta Juradó, en Colombia ………. 171

Foto Nº 16: Un hombre de Peñita explica la ruta entre la frontera y la selva …….. 193

ÍNDICE DE MAPAS

Páginas Mapa Nº 1: División política y administrativa de la república de Panamá ……… 27

Mapa Nº 2: Dinámica del poblamiento español en el siglo XVI ………. 36

Mapa Nº 3: Departamento del Chocó ……… 160

Mapa Nº 4: ¿Qué dicen los medios de comunicación? ……….. 180

ÍNDICE DE RECUADROS

Páginas Recuadro Nº 1: El arroz de Ovidio ………... 116

Recuadro Nº 2: La casa ……….. 130

Recuadro Nº 3: Estilo de crianza de los hijos ………... 148


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SIGLAS Y ABREVIATURAS

ACNUR Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados.

ANAM Autoridad Nacional del Ambiente.

APACOJA Asociación de Productores Colombo-Panameña de Jaqué.

AUC Autodefensas Unidas de Colombia.

CEALP Centro de Asistencia Legal Popular.

CIPDH Centro de Investigación y Promoción de los Derechos Humanos.

CODHES Consultoría para los Derechos Humanos y el Desplazamiento.

COPEG Comisión Panamá-Estados Unidos para la Erradicación y Prevención

del Gusano Barrenador del Ganado.

DDHH Derechos Humanos.

DIH Derecho Internacional Humanitario.

DVD Digital Versatile Disc o Digital Video Disc.

FARC Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia.

FYA Fe y Alegría-Panamá.

ELN Ejército de Liberación Nacional.

Epl Ejército Popular de Liberación.

MIDA Ministerio de Desarrollo Agropecuario.

ONG Organizaciones No Gubernamentales.

ONPAR Oficina Nacional para la Atención a los Refugiados.

OPEWAJ Organización de Productores Emberá-Wounaan de Jaqué.

PTH Protegido Temporal por razones Humanitarias.

SJR Servicio Jesuita a Refugiados.


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Existen actualmente en la república de Panamá1 (un istmo territorialmente

unido al resto de Centroamérica y puente que ensambla a Norte y Sur América)

siete pueblos indígenas lingüística y culturalmente diferenciados, los cuales son: Ngóbes, Buglés, Naso, Bribri, Kunas, Emberá y Wounaan.

Por largos procesos históricos de colonización interna y expansión de las fronteras agrícolas, estos pueblos han sido empujados ha establecerse en las zonas que limitan estrechamente con sus actuales países fronterizos, Costa Rica y Colombia.

Aunque la movilización e interacción de estos pueblos a través de las actuales fronteras panameñas ha sido una constante, ¿cuánto ahora se sabe o se conoce al respecto, en los primeros años de este nuevo siglo XXI? ¿Qué factores influyen en la movilización y los traslados de población a través de las fronteras

1 La República de Panamá tiene una extensión territorial de 75,517 Km2 ubicada entre los 7° 12’

07” y 9° 38’ 46” de latitud norte y entre los 77° 0 3’ 07” de longitud oeste. Limita al Norte con el Mar Caribe; al Sur con el Océano Pacífico; al Este con la República de Costa Rica y al Oeste con la República de Colombia. El Istmo se encuentra en las latitudes bajas, en la región tropical. Su clima presenta dos temporadas fundamentales: la lluviosa, de mediados de abril a noviembre y la seca, de diciembre a marzo. La temperatura oscila entre los 21 y 34.5 °C con una media de 27.5 °C. El país está dividido en 9 provincias, 75 distritos o municipios, cinco comarcas indígenas y 620 corregimientos. Contaba con una población total de 2,839,177 habitantes en el año 2000. En la actualidad, se estima que su tasa de crecimiento anual es de 1.8%. El 62.6% de la población reside en áreas urbanas y el 37.4% en zonas rurales. Cerca del 83% de la población se ubica en la vertiente del Océano Pacífico, mientras que el 17% restante reside en la vertiente del Océano Atlántico (ANAM, 2004).


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nacionales? ¿Siguen siendo los mismos o se han incorporado nuevos fenómenos sociales, culturales, económicos o políticos?

Precisamente, uno de los fenómenos históricos y culturales al cual internamente en Panamá menos atención se le ha prestado (desde diferentes sectores sociales, políticos e intelectuales) es el de la migración indígena a través de sus fronteras geopolíticas. Actualmente, entre Panamá y Costa Rica un considerable número de personas indígenas, (ngóbes [guaymíes] en su mayoría) traspasan la frontera, principalmente en períodos de auges agrícolas (en especial para el cultivo de café) o también con el fin de estrechar lazos sociales a uno y otro lado de la línea divisoria. Tal situación ha llevado a que, por ejemplo, durante este año se establezcan acuerdos binacionales entre los gobiernos de estos dos países para garantizar, por un lado, que tal migración ocurra de la manera mejor ordenada posible, y, por otro, que se respeten los derechos laborales y sociales de las personas indígenas trabajadoras migrantes.

En tanto, en la zona de fronteriza entre Panamá y Colombia diversos documentos históricos muestran, directa o indirectamente, una interacción constante de los ancestros de los actuales pueblos emberá, wounaan y kuna. Una migración en ambos sentidos entre la frontera actual que persiste hasta el presente; ahora ocurriendo de forma simultánea a dos fenómenos sociales, en la actualidad más evidentes, sugestivos y complejos. El primero, la búsqueda de protección y refugio de la población colombiana indígena, mestiza y afrocolombiana hacia Panamá; el segundo, las operaciones y movilizaciones de


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las guerrillas, los paramilitares y narcotraficantes desde Colombia hacia Panamá, y viceversa.

En esta investigación el esfuerzo por conocer más el fenómeno de la migración indígena se enfocó en la región fronteriza entre Panamá y Colombia: exactamente en Darién. Una región con una gran diversidad ambiental y riqueza cultural, pero con una generalizada y compleja situación social, cultural, política, económica y geográfica de exclusión y pobreza. Es una de las nueve provincias que conforman la república de Panamá y, junto con la comarca de Kuna Yala, limita estrechamente con el departamento del Chocó, de la república de Colombia.

La gran amplitud del territorio (Darién es la provincia de mayor territorio y la menos poblada), contraria a nuestros recursos, nuestro tiempo estimado para la investigación y otros factores no menos importantes, nos obligó a puntualizar

exclusivamente en el área del corregimiento de Jaqué, distrito de Chepigana2; y

por consiguiente, a enfocarnos exclusivamente en la migración que ocurre a través de la frontera por parte de la población emberá y wounaan ubicada en siete comunidades en las riberas de los ríos Jaqué y Pavarandó.

Ahora bien, además de la atención académica por el fenómeno, esta investigación también respondió al interés del Servicio Jesuita a Refugiados-Panamá (SJR-Refugiados-Panamá) de conocer esta realidad para la acción. De tal manera,


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que en la conjugación de ambos intereses surgieron las principales interrogantes que orientan esta tesis: ¿Cuáles son las causas de la migración emberá y wounaan a través de la frontera entre Panamá y Colombia? ¿Qué características forman parte del proceso de migración? ¿Cuáles son las consecuencias de la migración en los indígenas y con quiénes se relacionan directamente?

En este documento ustedes se encontrarán en el primer capítulo con

algunos aspectos del diseño de investigación que orientó la indagación: una justificación, aspectos metodológicos, con el desarrollo de definiciones y aclaraciones de conceptos claves, así como también un breve marco teórico sobre el análisis de la migración que funcionó como referencia para el desarrollo de la investigación. Además, una discusión, no exhaustiva, sobre la relación existente entre la migración y la pobreza. Una relación que se expresa, según los casos y contextos nacionales o regionales, de forma diversa.

Luego, en el segundo capítulo, se procede a brindar una breve descripción

sobre la provincia de Darién en cuanto a su dinámica poblacional y a delinear someramente ciertas características culturales e históricas de los emberá y wounaan. Para ello, se incluyen aspectos de la población, su ubicación geográfica actual (con breves referencias a su establecimiento en Colombia y Ecuador) y detallando estos aspectos para el valle del río Jaqué. También, a través de fuentes secundarias, hacemos una descripción histórica resumida de la ubicación territorial

2 Dentro del diseño de investigación la intención inicial era también explorar los aspectos


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de los emberá y wounaan, antes, durante y después de la invasión española. Intentando siempre buscar la relación de esa historia, un tanto general, con la costa Pacífico y especialmente en la región de los actuales corregimientos de Jaqué y Puerto Piña. Tal descripción histórica se presenta de forma breve debido al carácter sincrónico de esta investigación y a la utilidad práctica de la misma. No podemos negar, sin embargo, que es necesario, en futuras investigaciones de otros profesionales o de gente del mismo Jaqué, ahondar mucho más en esa historia de la costa Pacífico y específicamente de los emberá y wounaan de la región de Jaqué (para ello, como inicio serían de utilidad trabajos de José García Casares (2002) y Jesús Rodríguez Jalón (2004)).

En ese intento de ir brindando una descripción de los emberá y wounaan, se incluyen aspectos de la organización social y política, de la economía, de la tradición y sobre el estado de pobreza material y descripción del grado de exclusión social en que se encuentran. En todos estos componentes se incluyen detalles exclusivos sobre los emberá y wounaan de Jaqué. Aunque dentro de las comunidades existen algunas diferencias en cuanto a la disposición de servicios básicos y cantidad de población, en términos generales se enfrentan a grandes carencias materiales y de derechos sociales como resultado de un histórico aislamiento, desatención estatal y discriminación, enfrentándose a un mundo con códigos, signos e interpretaciones de la vida distintos.


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El capítulo tercero brinda detalles específicos sobre las actuales personas

indígenas migrantes emberá y wounaan de Jaqué. Cuando en su momento se decidió concentrar en un capítulo separado esta información de las características de los migrantes se hizo con la intención de hacerlos más visibles para los intereses de la acción práctica que llevan a cabo las ONG nacionales e internacionales en la zona.

Ya que la diferencia entre indígenas migrantes y aquellos nacidos en Jaqué sólo existe en términos de la experiencia de trasladarse de un lugar a otro, de un país a otro y en la manera como se han enfrentado sus vidas a un contexto nacional distinto a uno y otro lado de la frontera.

Por tal motivo, se presenta información específica sobre la población: su cantidad y ubicación de acuerdo a cada comunidad en los ríos Jaqué y Pavarandó. Además, se describen los aportes de los niños y niñas, y de las mujeres también, dentro de los grupos domésticos; la manera como se divide sexualmente el trabajo y la forma como se va socializando estas prácticas desde muy temprano.

En los siguientes capítulos se brinda un acercamiento a las causas y

características de la migración indígena en Jaqué. En cada capítulo se presenta

una explicación de lo que entendemos por causas y características, ampliando lo

que cada uno de ellos alude. Así, el capítulo cuarto se refiere a una multiplicidad


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otras en dichos proceso o se puede establecer de una manera más evidente su conexión con la migración. Lo que sin duda queda establecido es que ocurre un traslape entre causas culturales internas y factores económicos y políticos

externos como generadores de la migración. El capítulo quinto detalla las

características de esa migración y de los miembros de los grupos domésticos que han migrado, aspectos tales como: rutas, lugares de procedencia, destinos principales, momentos de la migración, medios para la movilización, entre otros. Incluso, se adelanta una posible tipología migratoria que guarda una estrecha relación con las causas de la migración.

Finalmente se ofrece las conclusiones de los aspectos más sobresalientes e importantes de la investigación y se discuten algunos detalles sobre las consecuencias y las respuestas que existen a esta migración indígena emberá y wounaan a través de la frontera.


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CAPÍTULO PRIMERO

ASPECTOS DE DISEÑO Y

EXPERIENCIA DE CAMPO


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En la conferencia inaugural del III Coloquio Internacional sobre Migración y Desarrollo (celebrado en noviembre del 2008, en Heredia —Costa Rica), Jorge Durand, reconocido investigador sobre migraciones internacionales, señaló que la migración en América Latina podría dividirse en cuatro procesos o fenómenos: las migraciones intraregionales, la migración sur -norte, las migraciones transoceánicas y las migraciones étnicas transfronterizas. Que esta última era un fenómeno, una realidad muy poco analizada por investigadores y académicas. Es más, la socióloga Martha Sánchez Gómez ha señalado que el fenómeno de la migración indígena es un tema recientemente tratado en la investigación sobre migración internacional (Sánchez Gómez, 2005).

Estas mismas consideraciones son compartidas para el caso de los pueblos indígenas en Panamá y la región de Darién. El hecho de que la migración transfronteriza indígena en Darién sea un tema relativamente tratado y poco conocido genera al referirse a él más incertidumbres que claridad. Sucede, pues, que lo menos que hasta ahora se conoce ha estado bastante fragmentado, disperso y desactualizado.

Debido a ello se considera que actualmente su desconocimiento comporta


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consecuencias fundamentales. Primero, que no se haga nada para mejorar actualmente la calidad de vida de aquellos grupos domésticos o personas emberá y wounaan migrantes. Segundo, que aquello que se hace (que puede ser poco) resulte errado o carente de toda planificación.

En vista de que existe un relativo desconocimiento sobre el fenómeno, las cifras que se pueden manejar (si es que existen) sobre la cantidad de migrantes emberá y wounaan de Colombia hacia Panamá o viceversa en su mayoría provienen de cálculos no siempre exactos, y no de una investigación sistemática sobre el fenómeno.

Ese aspecto sobre el desconocimiento incluye también seguir manejando supuestos del pasado en el presente con respecto a las causas o motivaciones de la migración transfronteriza indígena emberá y wounaan. Situación que actualmente quizás puede ser inconsistente con la realidad de la migración. Algunos documentos históricos y etnográficos sugirieron indirectamente durante el siglo XX que la mismas características culturales (y su patrón de asentamiento) emberá y wounaan, adaptadas al hábitat de pluviselva de la región del Darién y el Chocó, son las motivaciones principales para la migración (Torres de Araúz, 1966, 1975, 1980; González Guzmán,1966).

Tales afirmaciones ignoraban aspectos políticos, sociales y económicos generales de Colombia y particulares de la región del Chocó como la presencia de fuerzas armadas (guerrilleros, paramilitares, el ejercito, otros) o el desarrollo de


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macroproyectos (hidroeléctricos, mineros, de conservación, otros) que podrían representar causas aún mucho más fuertes, complementarias o profundas en la decisión de emigrar. Es decir, ¿es actualmente la migración emberá y wounaan a través de la frontera una estrategia cultural adaptativa al ambiente o el resultado del desarrollo político-económico de Colombia y Panamá?

Por otro lado, con mayor fuerza, a partir de 1997, la preocupación por la frontera entre Panamá y Colombia se ha hecho más evidente a raíz del desplazamiento masivo de personas colombianas no indígenas, hacia la región del Darién y la cuidad capital en Panamá. En poblados darienitas como Jaqué, Boca de Cupe, Yaviza, El Real y otros, hay una estrecha convivencia entre esta población refugiada y sus residentes nativos. En barrios capitalinos como Curundú, Torrijos Carter, Cerro Batea, Vacamonte y otros ocurre algo similar.

Esta situación ha llevado a que diferentes actores e instituciones sociales, nacionales e internacionales, se interesen por el tema, entre ellos: el gobierno nacional, el gobierno colombiano, la iglesia católica, ONG nacionales e internacionales, la prensa (radial, televisivos y escrita), entre otros. Por consiguiente, idealmente lo que cada uno de estos entes realice primero debería partir del conocimiento más profundo de la situación. Además, porque sus acciones, cuando se refieren a Darién, impactan directa o indirectamente sobre la población darienita autóctona y los actuales refugiados colombianos.


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Finalmente, y quizás lo más importante, son los señalamientos de las autoridades indígenas de la región de estudio con respecto a esta migración emberá y wounaan a través de la frontera. Algunos dirigentes consideran que esta migración indígena en la actualidad está afectando la legitimidad de la organización política tradicional, pues algunas de las personas migrantes indígenas no están reconociendo la autoridad tradicional. Además, otra situación que pone en riesgo la continuidad de la organización es la migración indígena emberá y wounaan hacia las ciudades, principalmente hacia la ciudad capital.

En otros términos, existe una importante migración campo-ciudad de personas jóvenes indígenas y los que conforman la autoridad tradicional son en su mayoría los adultos. Por tanto, las interrogantes que los dirigentes tienen son: ¿quiénes van a seguir luchando por la consolidación, mantenimiento y seguimiento de la organización y por el pleno control o lucha por sus tierras y derechos? ¿Acaso los que migran de Colombia hacia Darién lo van a seguir haciendo?

A través de un pequeño sondeo y entrevistas informales en la región del estudio, antes de que iniciáramos el trabajo de campo, pudimos ir avanzando en la búsqueda de los aspectos más importantes a tratar en cada una de éstas interrogantes.


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1. Aspectos metodológicos y experiencia de campo

Para acercarnos a esta realidad proyectamos un tipo particular de investigación de corte etnográfico, entremezclando información cuantitativa y cualitativa, pero brindando en esta investigación mayor atención a la segunda. Las técnicas que utilizamos para recabar la información en el campo fueron: la encuesta, grupos de discusión y la observación participante. El trabajo de campo se hizo en tres momentos.

El primero, consistió en presentar la propuesta de investigación, durante una semana, a distintos líderes y autoridades de la comunidad de Jaqué. Es decir, a cerca de 40 dirigentes se les planteo lo que se pensaba realizar, el tema que se iba a abordar, los diferentes aspectos que se tenía pensado analizar y la forma como se podía desarrollar. En este primer acercamiento recibimos un buen cúmulo de sugerencias e incluso, dentro de un grupo considerable de indígenas, entre ellas el cacique regional y el presidente del congreso, colectivamente se decidió sobre aspectos que se debían analizar en cuanto a las consecuencias de la migración (grupos domésticos, organización política tradicional y la conformación de la identidad emberá y wounaan).

El segundo, con una duración exacta de un mes, se fundamentó en la presentación de la investigación a nivel de las comunidades, la presentación del cuestionario para el censo, el entrenamiento de los encuestadores y la aplicación


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de los cuestionarios. Es decir, para la realización de la encuesta tuvo que convocarse en asamblea a los miembros de cada comunidad para explicar la aplicación del cuestionario y conseguir la aprobación de la comunidad, aún cuando previamente se habló con los dirigentes de cada comunidad para conseguir la aprobación. Estas tareas se combinaron con la observación-participante y las entrevistas informales. En esta etapa era importante, además de otras aspectos, indagar sobre las causas y las características de la migración indígena.

El trabajo de campo de la encuesta se realizó durante el mes de mayo del 2005, contando con el apoyo de tres encuestadores locales. Un encuestador local, Mauro, un joven wounaan, cubrió la comunidad de Biroquerá, en la rivera del río

Jaqué. Julio, otro joven emberá y dirigente o nokó3 de Valle Alegre, cubrió esta

comunidad y la de Llano Bonito, en el río Pavarandó. El investigador cubrió las comunidades de Peñita, Mamey, Lucas y El Coco, sobre el río Jaqué. En esta última fue apoyado por Roberto, un tercer joven encuestador emberá.

Se aplicó un cuestionario por vivienda en las cinco (5) comunidades del río Jaqué (Biroquerá, Lucas, El Coco, El Mamey y Peñitas) y dos (2) del río Pavarandó (Llano Bonito y Valle Alegre), para un total de 111 formularios aplicados; donde se incluía preguntas cerradas sobre población, migración, acceso a servicios básicos, alimentación, transporte, economía, relaciones sociales, entre otros. No podemos dejar de mencionar que el formulario o

33 Adelante, en la sección de organización política y social se da una explicación más amplia del


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cuestionario se empleó sobre todo en hombres, lo cual implica una gran limitación

para obtener la opinión de las mujeres indígenas4. Sin embargo, este hecho trato

de subsanarse mediante entrevistas abiertas a algunas mujeres en las comunidades de los ríos y en Jaqué Centro.

Muchas de las entrevistas directas adicionales se hicieron también al mismo momento en que se empleaba el cuestionario. Debido a que todas las preguntas del mismo eran cerradas, se utilizaba, con el visto bueno de los encuestados, una grabadora de periodista, para así poder cubrir aquellos aspectos que no se reflejaban en los formularios y ahondar en detalles sobre diferentes aspectos de la investigación. En ese sentido, se hicieron grabaciones en Peñita, El Mamey y El Coco. También se realizaron unas entrevistas grabadas en Jaqué Centro a una familia emberá-wounaan y a un joven emberá procedente del Chocó. No obstante, se realizaron otras series de entrevistas informales, no grabadas sino recogidas a través del diario de campo, en las comunidades de Biroquerá, Valle Alegre, Llano

Bonito, Guayabito y Cocalito5 (estas dos últimas comunidades emberá de la

costa).

4 Aunque la encuesta estaba orientada para que cualquier miembro adulto dentro de una vivienda

pudiera responder, por lo general quienes lo hacían eran los jefes de familia o los que implícitamente se consideran jefes de familia, en este caso los hombres. Además, cuando el investigador trataba de combatir este sesgo pidiéndole a la mujer de la casa que contestara a la encuesta, ésta, muchas veces, resolvía diciendo que no sabía cómo o que no estaba capacitada para tal fin. Respuestas que evidencian el grado de sumisión y al mismo tiempo de autoexclusión por la presión latente del hombre. Por su parte, también se tenía el temor de ofender a los hombres y su concepción, tal vez, “tradicional” del género. No podemos dejar de mencionar que nuestros encuestadores locales eran hombres, que tienen un preconcepto del jefe de familia, y por consiguiente, presumían a quién encuestar.

5 Por ausencia de tiempo y de recursos estas dos comunidades no fueron incluidas dentro de la


(25)

El último momento, que también tuvo una duración aproximada de un mes, se enfocó en los grupos de discusión y la presentación de la información, obtenida a través de la encuesta, a las comunidades. Por atrasos en el levantamiento de la base de datos y su análisis, sólo se tenía programado hacer la presentación en dos comunidades, las cuales congregaban la mayor cantidad de migrantes indígenas (El Coco y Peñita). Sin embargo, por problemas en la comunicación con el dirigente de la comunidad de El Coco, el grupo de discusión se realizó únicamente en la comunidad de Peñita, la última comunidad sobre el río Jaqué. La dinámica consistió en presentar y convalidar parte de la información recogida a través de la encuesta y explorar aspectos de las características y causas de la migración. Sin embargo, este último momento llevaba la finalidad de indagar más específicamente sobre las consecuencias y las respuestas a la migración.

2. Migración, migrante y transfronterizo: definición, pautas y

aclaraciones

Las migraciones son tan antiguas como la misma especie humana. De hecho, fue gracias a ellas que esta especie se difundió por todo el mundo. Es decir, por naturaleza el ser humano es migrante, así se expandió por la tierra a partir de su primeros lugares de origen. La ordenación de las fronteras nacionales son fenómenos recientes, históricos (no naturales) y cambiables, en ese sentido, antes del derecho secundario e histórico de las fronteras nacionales, esta el derecho primario y natural de todo ser humano a disfrutar de este único Planeta


(26)

(Calvo Buezas, 2004).

En términos muy sencillos migración significa pasar de una región o un país para vivir en otro. Este no es un proceso único o singular sino que presenta una variedad de posibilidades, procesos y categorías sociales y legales que responden a factores sociales nacionales-locales y a estructuras internacionales de política-económica (Vivanco, 2004). Las migraciones no necesariamente son con la intención de un establecimiento permanente ni tampoco de un solo sentido. De tal

manera, podemos hablar de inmigrantes, emigrantes, pasajeros/as, exiliados/as,

refugiados/as, desplazados/as, comunidades diáspora, entre otros/as, para

referirnos a esos distintos procesos, posibilidades y categorías sociales y legales de los migrantes.

Tal y como se dijo, la migración reúne posibilidades variadas. Dentro de cada país las migraciones se han denominado como internas y externas. Las internas se refieren a aquellos desplazamientos de población que se producen de una región del país a otra. Un claro o muy evidente ejemplo de ello es aquella que se produjo, a partir de la segunda mitad del siglo XX, en casi todos los países periféricos del mundo. Por un lado, se inició con la expansión de las fronteras agrícolas (para Panamá ver: Heckadon, 1977b, 1983, 1984; Heckadon y Mackay, 1982; Wali 1989, 1995; Pastor, 1996 y otros). Por otro, las capitales de cada uno de ellos albergan casi la mitad de la población total del país. La migración del campo a la ciudad es un componente importante del fenómeno (de Panamá ver:


(27)

Gudeman, 1978; Rudolf, 1976, 1979, 1983, 2000, 2003; Costello, 1983; Pastor, 1998 y otros).

Las externas son aquellas que se refieren al desplazamiento poblacional

para salir del país e ingresar y vivir en otro. A ésta se le ha llamado emigración. Ya

en el país receptor, el migrante adquiere la categoría social de inmigrante. Tal

emigración puede ser a un país vecino, pero también a otros “lejanos”. Casos evidentes son la migración de latinoamericanos hacia Estados Unidos y Europa o

de africanos a Europa. A esta migración puede llamársele también transnacional.

En tanto, a la migración entre países vecinos puede llamársele de forma más

adecuada binacional o transfronteriza. Ejemplo de ellas tenemos aquella que

ocurre entre México y Estados Unidos, entre Guatemala y México, entre Nicaragua y Costa Rica o entre Panamá y Colombia. Es dentro de este tipo de migración externa que ubicamos el caso que en esta investigación decidimos explorar. Nos ha parecido más conveniente llamarle a la migración indígena emberá y wounaan

entre Panamá y Colombia: transfronteriza, porque literalmente ocurre entre los

hitos de la línea imaginada que divide a estos dos países.

No obstante, para el caso del corregimiento de Jaqué, la zona costera forma parte también de ese espacio de la migración transfronteriza. La cercanía de poblados costeros en el departamento del Chocó, con la comunidad de Jaqué hace que sea relativamente fácil la comunicación entre ellas. Con lanchas de fibra de vidrio y motores fuera de borda, en muchos casos utilizados para la pesca


(28)

artesanal, se puede llegar en 3 horas al poblado de Juradó, en el municipio del mismo nombre, ya en Colombia.

1.

Breve asunto de teoría: ¿empuje/jale o vivir aquí y allá?

Desde la teoría de las ciencias sociales y económicas, básicamente la

migración ha sido analizada desde la ya clásica postura del push-pull o

expulsión-atracción. Generalmente desde tal orientación se asume que “la migración es producto de una decisión individual, basada en un análisis de costo-beneficio, en que se consideran los factores negativos que empujan al migrante y los factores positivos que lo jalan. Asume una eventual asimilación (puede ser de los críos [hijos]) y una “perdida de cultura original”” (Vivanco, 2004). En ese sentido, el análisis tiende a enfocarse en la partida, el viaje, la llegada y la integración del

migrante. Todo en un orden cronológico.

Para Luis Vivanco (2004), tal modelo presenta variadas deficiencias que deben ser tomadas en cuenta.

Primero, excluye los variados procesos de migración y categorías sociales y legales del migrante.

Segundo, ignora que las decisiones para migrar siempre son tomadas dentro de estructuras nacionales e internacionales que condicionan las necesidades y las


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elecciones. De tal manera, la migración es un asunto que incluye a colectividades en diferentes escalas.

Tercero, asume que la migración es el traslado del individuo de ciertas relaciones sociales a otras, y que el investigador debe estudiar los cambios en el migrante a través de la comparación entre sus “viejas” formas de relaciones familiares, organización social, economía y otros, con las “nuevas”.

Cuarto, se trata la migración en términos de categorías opuestas o maniqueas, tales como: tradición-modernidad, rural-urbano, otras.

Quinto, la migración es normalmente vista como un proceso en que la intención del migrante es convertirse o asimilarse a la cultura dominante. Esto no permite ver situaciones de rechazo y asimilación de la cultura. Además, no tiene sentido pensar que movilidad significa pérdida de la cultura.

Por último, (quizás lo que más se critica) se asume que el migrante está involucrado en una sola comunidad socioterritorial.

La crítica a tal modelo responde al cambio de la realidad mundial y a la manera en que actualmente los teóricos de la sociedad y la cultura sugieren mirarlo. De tal manera, ahora se asume que los distintos componentes de la

globalización6 atraviesan cualquier realidad por más remota que se crea. En otras

6 Entenderemos globalización aquí como la percibe U. Beck: “significa los procesos en virtud de los

cuales los Estados nacionales soberanos se entremezclan e imbrican mediante actores transnacionales y sus respectivas probabilidades de poder, orientaciones, identidades y entramados varios” (Beck, 1998: 29). Una versión más contestataria al fenómeno la podemos encontrar en B. de Sousa Santos (2001). Para él la globalización (que son varias como también lo señala U. Beck) implica localización porque realmente lo que se incrusta en cada vida cotidiana del mundo es una cultura local hegemónica. En ese sentido, la globalización es el término utilizado por los dominantes del mundo para definir la realidad actual. Esta segunda posición nos parece útil


(30)

palabras, “vivimos una época donde todo está tan interconectado que aun las explicaciones más sutiles de los procesos locales nos dejan insatisfechos si no logran vincularlos inteligiblemente con tendencias transnacionales” (García Canclini, 1997).

En este contexto, las migraciones deben ser vistas como relaciones en

términos de circuitos transnacionales en donde los miembros de una comunidad

continúan manteniendo relaciones con sus países de origen. Es decir, continúan interconectados. Tal interconexión no implica una pérdida de la cultura sino un tipo particular de reordenamiento de la misma.

Aún cuando es desde esta teoría del vivir y actuar aquí y allá o circuitos

transnacionales que se critica la teoría de expulsión/atracción como las causas de la migración, no consideramos conveniente cambiar una por otra. Antes pensamos que en el conocimiento y uso de ambas existe un mayor potencial. Igualmente la teoría del vivir y actuar aquí y allá presenta algunas limitaciones.

Primero, nos parece correcto sugerir que existe un sinnúmero de posibilidades para la migración, pero igual existe también un número bastante amplio de contextos en que ésta se desarrolla, en consecuencia el vivir y actuar aquí y allá, por parte del migrante, no siempre resulta en todos ellos.

para no olvidar que aún existen y persisten, aunque en apariencia no se vea, “los que mueven los hilos” del mundo.


(31)

Segundo, el aquí y el allá podría ser una postura teórica del investigador, pero muchas veces factores de presupuesto, tiempo, seguridad física del investigador y accesibilidad a la región no permiten su total desarrollo. Así, uno

termina investigando mucho más sobre el aquí o más sobre el allá. Lo cual

quiere decir también que su uso depende de las intenciones prácticas que se le quiere dar a la investigación.

Estas últimas limitantes nos condujeron dentro de la investigación a puntualizar mucho más sobre la región de Jaqué y presentar aquí, en cuanto a causas de la migración, aquellas que son evidentes o se pueden reconocer desde las comunidades indígenas de los ríos Jaqué y Pavarandó. Sin embargo, no se deja de avanzar algunos supuestos con respecto a la gama de posibles causas que se encuentran dentro de territorio colombiano, entre ellas el conflicto interno y sus secuelas, vista a través de documentación relacionada.

Dentro de las entrevistas y la encuesta, las personas señalan las causas por las que decidieron migrar y todo lo que ello involucró en su traslado. Incluso hasta mencionan los esporádicos contactos que sostienen con las comunidades de donde proceden en Colombia, pero no podemos conocer en su totalidad todos estos contactos y sus repercusiones debido a que dentro de la investigación no contamos con la oportunidad de viajar hasta las zonas donde esta gente vivía antes de su desplazamiento hasta la región de Jaqué y las comunidades indígenas. Como hemos sostenido para otras investigaciones, esta aclaración no


(32)

resulta una justificación, antes se presenta para que los lectores puedan evaluar este trabajo en su justa dimensión.

3. La relación entre migración y pobreza

En ocasiones la migración genera más pobreza. En otras, la pobreza conlleva la migración. De igual manera también, la migración puede ser un fenómeno que contribuye al alivio de la pobreza. En otros términos, “la migración puede causar o ser causada por la pobreza”, puede empeorar los niveles de pobreza o aliviarlos. Tales situaciones probables varían de acuerdo al nivel de desarrollo de la región que se desea analizar (Skeldon, 2002).

En ciertas partes del mundo la gente pobre, entre ellos la mayoría de los indígenas en Latinoamérica, decide migrar como una fórmula para aliviar su estado de pobreza, de hecho en algunos casos así ocurre. Sin embargo, en otros la alternativa de migrar poco a poco va ampliando las condiciones de pobreza y afectando de forma perjudicial otros aspectos de la vida social, cultural y psicológica de las personas. En general, en la mayoría de los países periféricos o “en desarrollo” las migraciones ocurren desde zonas rurales, las cuales en su mayoría se encuentran subsumidas en la pobreza.

Para el caso del fenómeno que presentamos aquí, sobre la migración emberá y wounaan a través de la frontera, en la región de Jaqué, no podemos


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desligarlo del alto grado de aislamiento y empobrecimiento al que son sometidas las comunidades que se encuentran en el río Jaqué y Pavarandó. Inclusive, aún cuando en algunos casos la causa principal para migrar sea el conflicto armado y la crisis humanitaria que existe en Colombia, ésta no puede separarse del trasfondo de exclusión social y empobrecimiento a la que es sometida gran parte de la población colombiana (Danilo Suárez, 2003).

Mucho menos cuando ha sido evidente que el territorio político-administrativo del departamento del Chocó, de donde provienen la mayoría de los migrantes emberá y wounaan, en casi todo el devenir histórico y cultural colombiano, constituye una región periférica de desarrollo económico y social. De hecho, parece estar sometida a las secuelas de la colonización interna por parte de otros departamentos circundantes (Wade).

Por su parte, en lo que se refiere a la definición de la pobreza, ocurre algo parecido con la definición sobre migración. Ambos han sido difíciles de definir y de medir. Como ya se ha podido notar, hemos asumido un tipo particular de definición de lo que es la migración. Ahora bien, a partir de las reflexiones del antropólogo español Francisco Checa (1995) se considera conveniente avanzar en algo similar para el caso de la definición de pobreza. Más que enfrascarnos en la medición de sus niveles, aceptamos que es:

“un estado de diversos tipos de carencias de, al menos, alguna clase de bienes importantes para la vida social e individual. La pobreza es un estado de debilidad, de


(34)

dependencia, de subordinación o humillación, respecto a la privación de medios para conseguir la subsistencia, pero una existencia humanamente digna; medios de todo tipo: económicos, sociales, de poder o saber, de salud, de honra, etc., aunque no han de faltar todas en la misma persona” (Checa, 1995).

Si bien la pobreza no deja de ser un criterio relativo, evidentemente distingue su relación con carencias, con necesidad, con diferencia en el acceso a bienes y servicios básicos. Carencias y necesidades que se distinguen respondiendo a un momento histórico, a una realidad particular y a una cultura determinada.

Ahora bien, ser pobre no es una condición que incluye únicamente necesidades de bienes materiales, sino que también de otros tipos, como: de información y acceso a ella, de cualificación profesional, de educación y equilibrio personal y social (Checa, 1995). Aspectos que muchas veces son negados y vedados porque las estructuras económicas, sociales y políticas que provocan y sustentan el empobrecimiento continúan intactas. Tal es lo que ocurre a escala mundial, la globalización de los medios de comunicación, la tecnología, la producción, los recursos y los bienes del planeta, no supone un igual acceso a dichos recursos. Todo lo contrario, aún continúa o aumenta la inequidad y las injusticias. Así no los comenta este antropólogo español:

“Se globalizan a escala planetaria los medios de comunicación, la tecnología, la producción, los recursos y los bienes de la tierra, pero ¿quiénes y cuántos se benefician de este proceso globalizador? Debemos, pues reflexionar sobre la pobreza en el mundo, porque la globalización capitalista, a la vez que integra a nivel mundial la producción y el mercado, conlleva el incremento de la competencia entre los diversos sectores y países,


(35)

Océano Pacífico Mar Caribe DARIÉN Coclé Veraguas Comarca Ngöbe-Buglé Chiriquí Bocas del Toro

Los Santos

Darién

OCÉANO PACÍFICO MAR CARIBE

COMARCAS Y PROVINCIAS DE PANAMÁ

Comarca Ngöbe - Buglé. Ley Nº 10 del 7 de marzo de 1997. Comarca Kuna de Madunqandi. Ley N’ 24, del 12 de enero de 1996. Comarca de Kuna Yala. Ley Nº 16, del 19 de febrero de 1953. Comarca Kuna de Wargandi. Ley Nº 34 del 25 de julio de 2000.

Comarca Emberá-Wounaan de Darién. Ley Nº de 22, del 8 de noviembre de 1983.

COLOMBIA

JAQUÉ TUIRA

distancia más el Norte del Sur, y jerarquiza aún más la estructura desigual de la riqueza y del poder económico en manos de una docena de naciones del Primer Mundo” (Calvo Buezas, 2004: 20-21).

A nivel nacional, tales desigualdades son evidentes cuando se compara el acceso que tienen las regiones y territorios autónomos indígenas a la educación, la información, la tecnología, al transporte, la salud, la vivienda, al mercado y a la alimentación. En Panamá, las regiones más pobres continúan siendo las indígenas. De hecho, son los distintos pueblos indígenas los más pobres y excluidos de este país.


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“Somos indios, sólo na(da) má(s) porque nos vestimos, digamos, de vestido este (sic) ropa y los hombres el pantalón, digamos que la ropa… sólo ese (sic) es la diferencia porque anteriormente lo(s) varones usaban, digamos, el guayuco y también andaba(n) así, lo mismo que nosotras la(s) mujeres, sin na(da) de camisa, na(da) entonces”

Mujer Emberá, 2005.

Comúnmente para referirse a los emberá y los wounaan se ha utilizado el nombre chocó o chocóes. La antropóloga colombiana Patricia Vargas señala que en los ámbitos académicos “se ha planteado que este nombre se deriva de los cántaros para la chicha llamados chokó. Esta fue la primera denominación utilizada por los españoles. Algunos autores opinan que esta denominación se dio cuando los nativos ofrecieron sus cántaros para el comercio a los extranjeros” (Vargas, 1993: 18).

Tal denominación ha ido variando producto de los movimientos indigenistas e indígenas que empezaron a defender, desde los años cuarenta y enfatizándose en los setenta y ochenta del siglo XX, los derechos de autodeterminación de los pueblos indígenas. Además, es a partir de estudios lingüísticos y genéticos que se revela con mayor énfasis una diferenciación entre muchas poblaciones indígenas de Latinoamérica que antes eran reconocidas como un solo pueblo. Incluso,


(38)

posterior a la creación de la Comarca Emberá-Wounaan (1983) se empieza a hacer una distinción entre ambos pueblos dentro de las instituciones sociales, políticas y gubernamentales que conforman este país. Aunque sólo resulta en una distinción conceptual porque en la práctica los distintos planes y programas se desarrollan como si fueran un mismo pueblo.

Cada uno de estos dos pueblos indígenas habla emberá y wounaan, lenguas que, a su vez, proceden de la familia lingüística Chocó (Torres de Araúz, 1970c). En la lengua emberá (entre Panamá y Colombia), principalmente la ubicación geográfica de su población hablante, “ha sido determinante para la diferenciación y conformación de cinco dialectos o grupos regionales emberá” (Vargas, 1993: 35). En tanto, el wounaan parece no presentar variación dialectal alguna (Torres de Araúz, 1970c).

La antropóloga Reina Torres de Araúz consideró que “las opiniones de distintos especialistas indican que la familia lingüística Chocó es de filiación Karib, explicándose la influencia chibcha existente por el contacto que los chocóes tuvieron en su movimiento expansivo, con pueblos de ese tronco lingüístico” (ibidem: 14). Básicamente, el principal aspecto de diferenciación cultural entre emberá y wounaan es su lenguaje, conjuntamente con sus tradiciones orales sobre sus orígenes y sobre sus distintas interacciones en el pasado. Aunado a ello, el apego identitario que cada uno de ellos tiene a su pueblo, siendo los wounaan un grupo más cohesivo y “celoso” frente a los propios emberá.


(39)

1.

Breve discusión histórica: origen y procedencia

La información que presentamos a continuación, procede de fuentes secundarias, de investigaciones que han tratado, entre otros temas, los aspectos históricos del establecimiento de los emberá y wounaan en el oriente panameño, en las actuales provincias de Panamá, Darién y la comarca Emberá-Wounaan. Cabe destacar que por lo menos durante el siglo XVI la documentación existente

sobre la región del Darién Histórico7 no hace mucha referencia a la costa pacífica

del actual departamento del Chocó y la provincia de Darién, sobretodo de la región circundante al río Jaqué. Las referencias geográficas hechas por cronistas y expedicionarios son un tanto confusas y en ocasiones equivocadas, señalan o han señalado especialistas que han manejado estos documentos (Torres de Araúz, Howe, Vargas, García Casares y otros).

Tal parece, según P. Vargas, que “siglos antes de la ocupación española, los Chocó llegaron a la costa pacífica [en Colombia] y se estabilizaron en el río Dochar (San Juan). Posteriormente los embera se diferenciaron de los waunana y conformaron una nación” (Vargas, 1993: 19). Aparentemente los waunaan

7 Definir los límites del Darién Histórico no ha resultado ser tarea fácil en tanto han sido delimitados

de acuerdo con el desarrollo histórico de la región (cambiantes capitulaciones y decisiones monárquicas, principalmente) y por la zona de ocupación de sus habitantes. Es decir, el intento por definir sus límites se ve condicionado por el transcurso de los años durante la colonización española en los siglos XVI, XVII y XVIII. Para el historiador español J. García Casares el hablar del Darién Histórico hace referencia al siglo XVI, “cuyo territorio fue incluido en una gobernación de grandes dimensiones, con el nombre de Castilla del Oro…” (García Casares, 2002: 176). Por lo menos se entiende que al hablar del Darién Histórico se hace referencia a una región que comprendía la actual Provincia de Darién y la región oriental de la comarca Kuna Yala, en Panamá; y la región norte de los actuales departamentos del Chocó y Antioquia, en Colombia, donde uno de


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continuaron habitando casi exclusivamente la región media del río, mientras que los emberá, además de habitar la parte alta, se extendieron a otras zonas del actual departamento del Chocó y Antioquia, específicamente en el valle del Atrato, tanto en el río principal como en sus afluentes y hacia algunas zonas cercanas a la actual frontera entre Panamá y Colombia.

Esta tesis parece en parte concordar con la propuesta por el sacerdote jesuita Jesús Rodríguez Jalón para la región de la costa pacífica del Darién, sobre todo en la región circundante al valle del río Jaqué. En su análisis secundario de la documentación y primario de mapas histórico-geográficos, junto con la revisión de la toponimia de los ríos de la región, considera que antes de la llegada de los

invasores españoles esa zona ya era habitada por chocóes (Rodríguez Jalón,

2004: 90-102).

La pregunta que salta a la vista es ¿de dónde llegaron o de dónde venía este pueblo indígena? Tal pregunta ha fascinado en el siglo XX y XXI a etnólogos, genetistas, antropólogas e historiadores sobre todo porque les ha sido llamativa la existencia de un pueblo con características lingüísticas disímiles en un territorio predominantemente chibcha. La tesis más sonada y manejada por el etnólogo sueco Erland Nordenskiold, retomada por Reina Torres de Araúz (q.e.p.d.) y

aceptada por Raúl González Guzmán, a finales de 1960, era que los chocóes

procedían de la región amazónica.

sus límites principales era el actual río Atrato (Río Grande del Darién o San Juan, se le conocía también durante la invasión española).


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No obstante, esta hipótesis mantiene una deficiencia fundamental, y es

considerar que los chocóes llegaron a esta región como grupo ya diferenciado.

Resulta más coherente sugerir que la población karib, de donde procede la familia

lingüística Chocó, es la que proviene, muy probablemente, de la hoya amazónica. Además, tal migración no necesariamente ocurrió en una sola oleada, sino que

pudo ocurrir en varias y por diferentes regiones (ver Castaño Uribe, 1984)8.

En un resumen, muy apretado, al momento de la llegada de los chocó y en la expansión de los ancestros de los emberá, toda esta región del actual departamento del Chocó y la provincia de Darién, lo denominado actualmente como el Darién Histórico, especialmente el Atrato, era habitada por pueblos indígenas de ascendencia de la tradición cultural kuna. Aunque entre los pueblos de donde descienden los emberá, wounaan y kunas ocurrían interacciones, sus territorios estaban bien definidos y divididos por zonas de amortiguamiento.

Posteriormente en el siglo XVI, con la invasión española y la presión por la tierra, se desencadena una serie de enfrentamientos entre los ancestros de los waunaan y los kunas y entre los de los emberá y los kunas, los cuales aun hoy se recuerdan en las historias orales de estos pueblos (Vargas, 1993, Pastor, 1998). Tales enfrentamientos presionaron a los kunas para abandonar algunas regiones

8 Aceptando tales circunstancias probables, las afirmaciones del genetista panameño Tomás Arias

(q.e.p.d.) sobre el desarrollo autóctono e in situ de los pueblos emberá y wounaan, en la región del

Darién Histórico, serían sostenibles (Arias, 2003). Aunque debemos aclarar que su sustentación no incluye esta idea que retomamos del arqueólogo colombiano Carlos Castaño Uribe. Sólo critica,


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del Darién que ellos habitaban y así desplazarse mayoritariamente hacia la vertiente del mar Caribe o costa norte donde actualmente habitan. Ahora bien, eso no significa que tal vertiente haya estado deshabitada, como lo sugiere el antropólogo norteamericano James Howe, hablando sobre los mismos eventos, pero con énfasis en los kunas:

“Al tiempo de la conquista española, los indígenas poblaban todo el Istmo del Darién en números considerables. En el término de unos cuantos años, los españoles habían diezmado, u obligado a huir, a casi todos los habitantes de la Costa Norte y de la cresta de la cordillera, al tiempo que despoblaban drásticamente el Istmo como un todo; pero los indígenas volvieron a establecerse en la Costa Norte, después de que las poblaciones de allá, Aclá y Santa Maria, fueron abandonadas en 1524... Concurrentemente las fuentes de la más intensa presión de los europeos a los indios se desplazaron del norte y del este hacia el oeste y el sur. Pronto los españoles destruyeron, asimilaron y empujaron hacia otras partes a los indios próximos a la ciudad de Panamá y a la costa del Pacifico del Darién; y, en algún punto, durante estos años, los indios Chocó iniciaron una migración ampliada al Istmo desde el sur y el este. Estas dos fuerzas se combinaron para forzar a los indios del Sur del Darién hacia un área de refugio, situada corriente arriba del Bayano, Chucunaque y Tuira, donde todavía están los kunas” (Howe, 1977: 42).

Tal desplazamiento ampliado de los chocó puede estar relacionado también con la presión que ejercieron los europeos en los territorios de los emberá y los wounaan en la actual Colombia. Es decir, mientras que por un lado la población indígena del istmo del Darién era expulsada de sus territorios debido a la presión de los españoles, por otro, a la población indígena del río Atrato y sus afluentes le ocurría algo similar:

débilmente, las hipótesis de R. Torres de Araúz y Paul Rivet en base a datos etnográficos y en sus constataciones genéticas.


(43)

“Los Embera, en el siglo XVI tenían sus territorios en un núcleo que abarcaba los cursos altos de los ríos Atrato, San Juan y afluentes orientales del bajo Baudó. Con los inicios de la colonización minera en esta región, su territorio se fragmentó sociopolítica y espacialmente, a partir de las migraciones que emprendieron en diferentes direcciones, ocupando territorios...entre otros, pertenecientes en su mayoría a la tradición cultural cuna” (Vargas, 1993: 35). [el subrayado es mío]

Por su parte, otros autores están más de acuerdo con que la llegada de los emberá y wounaan (chocóes) a la región del Darién panameño se inició a partir del siglo XVIII y XIX y que antes de esa fecha la región era habitada por kunas (Torres de Araúz, 1969, 1970c; Pastor, 1998). La antropóloga panameña R. Torres de Araúz se basa para firmar esto en la documentación que generaron corsarios, misiones e ingenieros franceses que exploraron el Darién para la construcción de un canal a nivel. El antropólogo panameño Aníbal Pastor únicamente en la documentación de los ingenieros franceses.

Aunque existen diferentes supuestos sobre el poblamiento de la región del Darién panameño, por parte de los pueblos emberá y wounaan, y las referencias etnohistóricas sean aún confusas, no podemos negar la fuerte influencia que tuvo la colonización española en la zona. La aceleración de las migraciones, desplazamientos, reordenamientos territoriales, reestructuraciones políticas, sociales, culturales y económicas, y demás consecuencias, entre las poblaciones indígenas de la zona se debieron precisamente a ella.


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Fuente: Extraído de Vargas, 1993.

En lo que debemos estar bastante claros es en la reserva de la utilización de las fuentes históricas documentales sobre la región en el transcurso de la colonización europea, como ya lo han sugerido diferentes autores.


(45)

2.

Población y ubicación territorial

La población emberá y wounaan territorialmente se sitúa tanto en Colombia como en Panamá. Es más, los emberá se encuentran dispersos en la vertiente del océano Pacífico desde Panamá hasta Ecuador (Torres de Araúz, 1980; Vargas, 1993). Probablemente la población total de emberá entre estos tres países sea de

aproximadamente 60,000 habitantes9.

Según el censo del 200010, los emberá y los wounaan en todo Panamá

conformaban una población total de 22,485 y 6,882 habitantes, respectivamente. En tanto, en la provincia de Darién, donde antes de 1990 se había reconocido allí su presencia mayoritaria, los emberá conformaban una población total de 7,323 habitantes y los wounaan 1,906 habitantes. Tal desproporción se debe a la actual presencia de emberá y wounaan en todas las provincias del país, especialmente en la provincia de Panamá, en donde se encuentra casi la mitad de la población de cada uno de estos pueblos. Esta migración interna pudo haber tenido sus inicios en los últimos 20 años, llamando la atención la migración de emberá y wounaan hacia áreas periféricas y marginadas de la ciudad capital (Pastor, 1998).

De tal manera, aún en la década de 1980, se reconocía que la provincia del Darién era el territorio que albergaba la mayor cantidad de indígenas emberá y

9 Es un cálculo que toma en cuenta los señalamientos de P. Vargas (1993: 35), el Censo

Colombiano de 1993, el Censo Panameño de 1990 y 2000.

10 Estos datos estadísticos aparecen en línea (web) a través de la siguiente dirección (link):


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wounaan. No obstante, existía una dinámica migratoria que cada vez se iba acentuando, llevándolos a ubicarse en regiones como: el distrito de Chimán, Chepo, y en el sistema del río Chagres, en la provincia de Panamá (González Guzmán, 1966, Torres de Araúz, 1980). Para esa década se ubican también en Río Indio, Cuango y Portobelo, en la provincia de Colón. Sin embargo, su mayor número se mantenía en las riberas de los ríos Sambú, Chico, Tuqueza y Tupiza (afluentes del río Chucunaque), Jaqué, Tuira, Yape y Tucutí, en la provincia de Darién (ver Torres de Araúz, 1980: 155).

En tanto, de los datos no actualizados que manejamos para Colombia,

según el censo de 199311, la población total de Colombia era de 33,109,840

habitantes. De ella, los indígenas y negros conformaban un total de 1,106,499 habitantes. Los emberá conformaban una población total de 50,430 y los wounaan de 6,284 habitantes. El departamento del Chocó, con una población total de 338,160 personas, es el que concentra la mayor cantidad de emberá y wounaan con un total de 21,551 y 5,983 habitantes, respectivamente. También en el departamento de Antioquia se encuentran 12,089 emberá. Además, entre los departamentos de Caldas, Risaralda y Valle del Cauca hay un número considerable de ellos (13,514 en total).


(47)

2.1.

El Valle del río Jaqué

Por su parte, el corregimiento de Jaqué, situado entre los 7º 10’ norte y entre los 77º 48’ oeste y 78º 11’ este, perteneciente al distrito de Chepigana y con

una extensión aproximada de 1,183.3 Km2 (Rodríguez Jalón, 2004: 43). Limita al

norte con la Comarca Emberá-Wounaan, al noreste con el corregimiento de Puerto Piña, al noroeste y este con el corregimiento de Tucutí y el municipio de Juradó (departamento del Chocó, Colombia), al oeste con el océano Pacífico y al sur también con el Pacífico y el municipio de Juradó.

El poblado de Jaqué fue fundado “en el año de 1806, por Don Andrés Ariza, gobernador del Darién de las Costas Españolas, con el nombre de San Antonio de Jaqué” (Rodríguez Jalón, 2004: 7). Posteriormente, “Don Andrés Ariza fue reemplazado por Francisco de Ayala, quien impulsó la prosperidad de Jaqué, donde se concentró una población buscadora de oro, proveniente del centro de Colombia, quienes, además, mercadeaban productos con la ciudad de Panamá” (ídem).

Tal parece que se desconoce el origen del nombre Jaqué, pero para el sacerdote J. Rodríguez Jalón puede tener raíces indígenas. Sin embargo, “también se especula que proviene (según explicación de algunos residentes) supuestamente inspirado de la bravura de un Cacique guerrero que mantuvo en

11 Este y otros datos estadísticos que aparecerán a continuación con respecto a Colombia se


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Jaque (jugada en el Ajedrez) a los españoles durante la época de la conquista”

(Martinelli, 2004: 8).

FOTO Nº 1: Vista aérea del río y la comunidad de Jaqué

Actualmente, este poblado se ubica en la desembocadura del río Jaqué. Este río atraviesa un extenso valle de 12,000 hectáreas a través de tres cadenas montañosas. Además, es fortalecido por numerosos afluentes como ríos y quebradas. El mayor de ellos y el más largo es el río Pavarandó, que incluso se

www.dane.gov.co/inf_est/censo_demografía.htm Foto: José Colastra, 2004.


(49)

interna por el corregimiento de Sambú, separando la serranía del Sapo de la serranía de Jungurudó (Rodríguez Jalón, 2004: 48).

Uno de los aspectos que más llama la atención entre la población emberá y wounaan de Jaqué es el estado de exclusión general en que se encuentran. Incluso, sólo en el mismo pueblo de Jaqué se nota el grado de olvido y abandono. Niños caminando descalzos por las calles, desnudos, algunos pidiendo dinero, otros ayudando a sus familias a través de la venta de productos caseros. Dentro de las pocas diversiones que existen, está el fútbol, el cine o las cantinas; dos o tres lugares para jugar bingo, cartas y dominó. Una diversión de los domingos es la playa de Jaqué, pero donde no asisten de forma muy seguida todos los pobladores del centro de Jaqué.

Los servicios “públicos” que existen en Jaqué Centro son: El Centro de Salud, la Oficina Nacional de Migración y Naturalización, Oficina de Correos y Telégrafos, Oficina Nacional para la Atención de los Refugiados (ONPAR), la Autoridad Nacional del Ambiente (ANAM), el Sistema Nacional de Erradicación de la Malaria (SNEM), Comisión Panamá-Estados Unidos para la Erradicación y Prevención del Gusano Barrenador del Ganado (COPEG), la Policía Nacional, el Primer Ciclo de Jaqué (donde también funciona la Escuela Primaria), una oficina del Instituto de Acueducto y Alcantarillados Nacional (IDAAN).

Considerando la cantidad de la población de la comunidad, podría decirse que es bastante abundante (para el total de viviendas y población) la cantidad de


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