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cultivo por la baja producción del cultivo o por una falta de mercado.”
2.2.5 colonización agrícola y tráfico de tierras
Pese a los avances en la adjudicación de títulos de propiedad de las tierras de los pueblos indígenas, las
tierras de las comunidades con títulos de propiedad siguen siendo invadidas por colonos, especialmente
en áreas de gran deforestación próximas a las principales carreteras. Los continuos esfuerzos por
parte de los pueblos indígenas como los Awajún de apelar a las autoridades locales y al sistema de justicia
para que protejan sus tierras de las invasiones a menudo han recibido un apoyo escaso o nulo, y esta
actitud del Estado con frecuencia ha desembocado en violentos conflictos. Esto es lo que ocurrió en la
comunidad de Los Naranjos, donde se concedieron parcialmente títulos de propiedad de las tierras
indígenas a los colonos, con un balance de 15 personas muertas en 2002 ver sección 3.2.1.
No obstante, pese a la falta de apoyo por parte del Estado, los pueblos indígenas han seguido
protegiendo estas tierras empleando medios pacíficos para desalojar a los colonos.
Por ejemplo, la comunidad Kechwa de Yurilamas en San Martín aplica su propio sistema de vigilancia
comunal, según el cual cada tres meses distintos miembros de la comunidad patrullan por sus tierras,
a menudo con buenos resultados.
“En enero 2014 los comuneros de Yurilamas sacamos unos colonos que habían ingresado la
comunidad y tumbaron dos hectáreas de bosque.” Residente de Yurilamas
Muchos de estos problemas han surgido porque, pese al otorgamiento de títulos de propiedad de las
tierras comunitarias desde la década de los 70, en varias de ellas no se implantaron plenamente los
procesos adecuados para liquidar reclamos previos “saneamiento”, incluidos los títulos de propiedad
individuales en posesión de los colonos, y el resultado suele ser una compleja maraña de reclamos
pendientes de resolución y que siguen siendo fuente de conflictos. Por ejemplo, en la comunidad Kechwa
de Cachipampa, en San Martín, la mayor parte de la deforestación ha sido provocada por un solo colono y
su familia quienes poseían el título de la tierra antes del reconocimiento de las tierras comunales. Esta
cuestión sigue siendo fuente de conflicto hoy en día pese a las victorias judiciales de la comunidad:
“dentro de la comunidad de cachipampa aproximadamente 200 ha de bosque han sido
cortadas por este colono que nunca salió cuando
la comunidad sacó su título de propiedad. Ahora ha deforestado casi todo su propio terreno pero
ahora ha empezado a irse más allá invitando a su familia y a amigos de otras partes. todo esto
está pasando a pesar de que la comunidad ha ganado juicios contra él dos veces”, dirigente de
FEPRIKESAM. Federación de Pueblos Indígenas Kechwa de la Región San Martín
No obstante, estos problemas se ven exacerbados en casos en los que las tierras de las comunidades siguen
sin gozar de reconocimiento formal. Los obstáculos que impiden que los pueblos indígenas obtengan
títulos legales sobre sus tierras han originado violentos conflictos territoriales, especialmente en
áreas de gran deforestación en las que los líderes indígenas que se oponen a la apropiación de tierras
han sido asesinados por sicarios en medio de este conflicto con traficantes de tierras. Aparte del
asesinato de 4 lideres de la comunidad de Saweto en septiembre 2014 Recuadro 12 en abril de
2014 el líder de la aldea Kampu Piyawi o Shawi de Alto Shambira en San Martín fue asesinado
mientras intentaba movilizar a su comunidad para obtener títulos legales sobre sus tierras
98
. Los líderes Shawi locales observan cada vez más oleadas de
colonizaciones mientras sus tierras siguen sin títulos legales, y los colonos alegan que cuentan con la
autorización para llevar a cabo sus incursiones.
“los líderes indígenas nos encontramos en una situación de indefensión y recibimos amenazas
de muerte reiteradas por grupos de traficantes de tierras, mafias organizadas y grupos empresariales
que se oponen al reconocimiento y titulación de nuestras comunidades.” Declaración de FERISHAM,
abril de 2014
2.3 mInEríA dE oro
Hoy en día el Perú es el mayor productor de oro de Latinoamérica y el sexto del mundo, con una
actividad que genera miles de millones de dólares en exportaciones cada año. En estas estadísticas no
se incluye el sector minero ilegal y no estructurado del país, que ha crecido de forma exponencial en
los últimos años debido al aumento del precio del oro y a la mejora del acceso por carretera, de modo
que miles de inmigrantes han podido desplazarse de las regiones andinas a la Amazonía para participar
en actividades de explotación de oro a pequeña y mediana escala, incluso en tierras indígenas y zonas
protegidas. El aumento de la minería aurífera ha ido
98 http:www.forestpeoples.orgregionperunews201404 community-organisations-denounce-assassination-shawi-leader-
san-martin-peru
43
a la par con el aumento del precio internacional que se cuadriplicó desde 2002 a 2011, en el que llegó a su
pico de US1800 por onza aunque han encontrado que la tasa de deforestación asociada a la minería
aumentaba a un ritmo más rápido que el precio del oro
99
. Las investigaciones recientes indican que este sector informal contribuye entre un 15 y un 20
a la producción de oro del Perú y que además tiene muchas cosas en común y superposiciones con el
mercado de la cocaína.
“El oro supera a la cocaína y constituye la mayor exportación ilegal del Perú. Es importante observar los
paralelismos y dificultades de combatir el narcotráfico: enormes beneficios, sobornos a las autoridades locales
y codicia, en un área que es tierra de nadie.”
100
Un estudio reciente
101
, que utilizó tecnología LIDAR de alta resolución y por lo tanto más adecuada para
detectar pequeñas operaciones mineras, estima que la deforestación total producida para la extracción
de oro solo en Madre de Dios ha aumentado de menos de 10 000 ha en 1999 a más de 50 000 ha en
2012
102
. Antes de 2008 la tasa anual de deforestación
99 Swenson et al. 2011 100 http:www.newyorker.comonlineblogscurrency201310whos-
to-blame-for-perus-gold-mining-troubles.html 101 Asner et al., 2013
102 Esto es casi el triple de lo estimado por Brack et al. 2011 que reportaron que al menos 18000 hectáreas fueron destruidas
en Madre de Dios por la minería, a un ritmo de 400 hectáreas adicionales cada año.
se estimó en 2166 haaño, pero el estudio estima que actualmente es el triple, un total de 6145 haaño.
103
El impacto de la minería sobre los pueblos indígenas es extremadamente alto dado que
implica la destrucción permanente del bosque y la contaminación de los ríos, de los cual dependen
para agua potable y alimento, eso sin mencionar la violencia, el conflicto y la perturbación social que la
acompañan y que se describen más en detalle en la parte 4.
“Antes pescábamos en el río Puquiri, pero ha dejado de ser un río para convertirse en barro
debido a las desechos y los sedimentos. Había cuatro quebradas en la comunidad donde
pescábamos. Ahora los mineros trabajan allí y ya no hay peces. todo es barro.” Líder indígena,
Madre de Dios
A pesar de los esfuerzos del Gobierno, todavía no se logra formalizar a un número significativo
103 http:www.generaccion.comnoticia146282cree-ud-que-leyque- penaliza-con-carcel-mineria-ilegal-solucionara-problema-pais
Imagen 10: Impacto de la minería de oro en madre
de dios cerca a la comunidad nativa de Puerto luz, con la remoción total del bosque y el sustrato hasta
profundidades mayores de 5 metros.
103
Fuente: FENAMADSolveig Firing Lunde
44
de mineros de oro, de manera que no se pueden controlar los impactos negativos de esta actividad,
entre los que se incluyen la invasión de tierras, indígenas o no indígenas, con derechos de uso de
recursos o no, la devastación de los hábitats ribereños y la contaminación con mercurio.
La minería de oro artesanal y de pequeña escala MAPE se realiza actualmente en todas las regiones
del Perú pero no hay estimaciones actuales de la deforestación que causa, de manera que las
estimaciones de deforestación total debida a la minería deben de ser significativamente superiores a
las que se mencionan para Madre de Dios.
2.4 extracción forestal