Intervención sobre la oferta política y fraude electoral: el sistema de partidos (I)

2.5. Intervención sobre la oferta política y fraude electoral: el sistema de partidos (I)

El sistema de partidos ruso hasta la llegada de Putin al poder destacaba por ser un sistema muy fragmentado, flotante y débil. La debilidad de los partidos y de su papel en la canalización de las demandas e intereses sociales fue facilitada por el propio diseño institucional. En primer lugar, por el desplazamiento de los partidos de instituciones clave del Ejecutivo —como la presidencia o la propia Administración Presidencial en la mayor parte de su corta historia— y del legislativo —del Consejo de la Federación—; a los que habría que sumar la marginalidad en los ejecutivos y legislativos regionales, así como la ausencia de requerimiento formal para ligar la composición del gabinete ministerial a la mayoría de la única institución cuya composición está directamente influida por los partidos: la Duma Estatal. En segundo lugar, el sistema electoral ruso, que combinaba el reparto proporcional y el uninominal, jugó también en contra del establecimiento de un sistema de partidos eficaz.

Con todo, el sistema de partidos ruso ha experimentado cambios vertiginosos. Si la salida del “sistema de partido único” soviético fue continuada en los noventa por un sistema especialmente fragmentado y flotante, todo parece indicar que éste, en la primera década del nuevo milenio, ha tomado el curso inverso: es decir, el regreso a lo que podría denominarse un “sistema de único partido”. En este marco, Putin argumentó tres objetivos específicos en la reforma del sistema

de partidos: dotar a éste de mayor estabilidad y coherencia para tener una relación funcional con la Duma; impedir el nacionalismo autoritario y el separatismo; y por último, el fortalecimiento de los partidos. No obstante, se puede objetar que mientras el primer objetivo no fue desmentido por los hechos, el segundo fue directamente sustituido por la intención de neutralizar la influencia de intereses regionalistas en el sistema de partidos federal; y en lo que respecta al fortalecimiento de los partidos, en su versión más amable, ha resultado ser mera retórica, y en la más verídica, ha fortalecido únicamente a los partidos favorables al Kremlin o directamente creados desde él.

Las actuaciones concretas en el primer mandato de Putin fueron la ley electoral de 2001 y la intervención directa en el sistema de partidos mediante la gestación de un triunfante “partido del poder” como Rusia Unida; así como la creación en la sombra de pequeños

Rubén Ruiz partidos dirigidos a proporcionar apoyo esporádico en la Duma y a

debilitar electoralmente al Partido Comunista de la Federación Rusa (PCFR). A estas reformas hay que añadir otras que limitan derechos y libertades civiles, y dificultan la capacidad de desarrollar oposición política. Por ejemplo, la reforma de la ley electoral y de la base de las normas que regulan el sistema de partidos ruso, cuyo principio rector fue el control de los intereses regionales en la Duma Estatal. Existen críticas convincentes que identifican elementos de la ley inherentemente antidemocráticos: en primer lugar, el hecho de que sea contraria a los intereses de los partidos con una base regional o inter-

regional y no nacional 42 ; en segundo lugar, la ley de partidos también excluye ciertas categorías de partidos, en concreto el artículo nueve prohíbe la creación de estos sobre una base profesional, racial, nacional o religiosa; y en tercer lugar, existe el riesgo de que las autoridades abusen de la ley para excluir partidos selectivamente, ya que de acuerdo con la ley un partido puede ser suspendido o liquidado al no cumplir los principales requisitos de la propia ley, si así lo

estima el Tribunal Supremo (art. 41) 43 . Para muchos analistas el problema estribaba en que la complejidad y ambigüedad de la ley

“proporciona bases para descalificar a cualquier organización que los actuales dirigentes encuentren problemática” 44 . Además, la ley

tampoco fue un movimiento claro dirigido a fortalecer a los partidos, ya que ni incrementa su influencia en los ejecutivos regionales, ni en

42 Como señala Wilson, la incidencia de esta ley no es tanto sobre los partidos regionales como sobre el tipo de formación interregional surgido en 1999, como

Patria-Toda Rusia, Unidad y la Voz de Rusia. Wilson, K.: “Party-System Development under Putin”, Post-Soviet Affairs, vol. 22, nº 4 (octubre-diciembre 2006), p. 318. Además, los partidos con expectativas electorales de índole federal salen beneficiados también ante los regionales por la enmienda a la ley “Sobre las garantías básicas de los derechos electorales” (2002, art. 35.16), que introduce un sistema electoral mixto en las regiones —distrito uninominal y proporcional mayoritario— que asegura a los partidos con base federal la mitad de las cámaras regionales.

43 Bacon, E.: “Russia´s Law on Political Parties: Democracy by Decree?”, en Ross, C. (ed.) (2004): Russian Politics under Putin, Manchester, Manchester

University Press. El propio secretario general del PCFR, Guennadi Ziuganov, advertía de que la reforma sofocaría la actividad de los partidos. Wilson, op. cit., p. 315.

44 Balzer, H.: “Managed Pluralism: Vladimir Putin’s Emerging Regime”, Post- Soviet Affairs, vol. 19, nº 3 (2003), pp. 189-227.

Autoritarismo competitivo en Rusia el Consejo de la Federación, ni requiere que el presidente o el gabinete

pertenezcan a un partido. Otras reformas que Putin llevo a cabo fueron el cambio en la ley

“Sobre la elecciones de los diputados de la Duma” (2002, art. 99), que determinaba que después de 2003 el umbral de votos necesario para acceder a la Duma pasaba del cinco al siete por ciento, una barrera muy alta en términos comparativos pero de la que se esperaba saliera un sistema de partidos estable; y una enmienda que eliminaba la posibilidad de que asociaciones cívicas integrasen coaliciones

electorales (2003, art. 2) 45 . En cuanto a su funcionamiento en las elecciones parlamentarias en 2003, lo cierto es que no hubo un abuso

sistemático de la ley por parte de la administración Putin, pero se dieron otros problemas que llevan a considerar el resultado de las elecciones como abiertamente manipulado 46 : especialmente, el

respaldo del Kremlin y administraciones regionales a determinadas formaciones, y la manipulación e irregularidades del proceso

electoral 47 . Rusia Unida, como nuevo “partido del poder”, recibió el apoyo de Putin. Además, el Partido de la Vida, el Partido del Pueblo,

el Partido de los Pensionistas, el Partido del Renacimiento de Rusia y Rodina (Patria) fueron proyectos de ingeniería electoral directamente creados bajos los auspicios del Kremlin. Los objetivos de dicha creación fueron esencialmente dos: formar una capa de partidos que sirvieran de apoyo a Rusia Unida en la Duma, y restar votos y diputados al principal partido de la oposición, el PCFR.

Estas estrategias formaron ya parte del proyecto de creación de un “partido del poder” y un “bipartidismo del poder”. Putin, al contrario que Yeltsin, tuvo éxito en el primer cometido con la formación a dos tiempos de Rusia Unida: la creación de Unidad y su éxito tres meses más tarde en las elecciones parlamentarias de 1999, y el nacimiento de Rusia Unida con la fusión de Unidad y Patria-Toda Rusia en 2002. Por otra parte, de la fusión del Partido de la Vida, el Partido del Pueblo, el Partido de los Pensionistas, el Partido del

45 Wilson, “Party-System Development Under Putin”, op. cit., p. 320. 46 Ibid.; Mangott, op. cit.

47 Gelman, V.: “The Unrule of Law in the Making: The Politics of Informal Institution Building in Russia”, Europe-Asia Studies, vol. 56, nº 7 (2004), pp.

1021-1040; Wilson, A. (2005): Virtual Politics: Faking Democracy in the Post- Soviet World, Londres, Yale University Press.

Rubén Ruiz Renacimiento de Rusia y Rodina surgiría en 2006 Rusia Justa, partido

creado para completar el tándem bipartidista pro-presidencial. Un examen de los resultados de las elecciones parlamentarias a la

Duma muestra de forma bien patente que el Kremlin alcanzó sus objetivos 48 . Las dos conclusiones principales a extraer son: por un

lado, que el presidente pasó a controlar dos tercios del parlamento, aquellos que le permitirían cualquier cambio legislativo; y por otro lado, destacó —paralelamente a la pérdida de peso de fuerzas interregionalistas o regionales— el punto en común de los cuatro partidos con grupo parlamentario —Rusia Unida, PCFR, Partido Liberal Democrático de Rusia (LDPR) y Rodina—: el nacionalismo ruso.

La búsqueda ilícita de certidumbre en los resultados electorales El nivel de contestación estuvo amenazado por varios aspectos en las

elecciones de 2003. Antes de la jornada electoral, los principales mecanismos de distorsión del resultado fueron el desigual acceso de partidos y candidatos a los medios de comunicación, especialmente a aquellos como la televisión que forman principalmente la opinión

pública 49 ; la distinta distribución de los medios financieros para la

48 Rusia Unida, con algo más del 37% de los votos obtuvo 222 escaños, 117 en la lista de partidos y 105 de sus candidatos vencedores en las circunscripciones

unipersonales; apenas cuatro menos de los 226 que dan lugar a la mayoría absoluta. El Partido Comunista fue la segunda fuerza más votada, pasando del 24% de cuatro años atrás al 12,7% y 53 escaños. El Partido Liberal Demócrata — los ultranacionalistas de Vladimir Zhirinovski— alcanzó el 11,6%, consiguiendo

38 asientos en la Duma. La gran sorpresa la produjo Rodina con un 9,1% de los votos y 37 escaños. Los grandes derrotados serían los partidos liberales, Yabloko y la Unión de Fuerzas de Derecha, que únicamente conseguirían tres escaños respectivamente, en ambos casos de los distritos uninominales, ya que ninguno traspasó la frontera del 5% en las listas de partido.

49 El informe de análisis de medios de la OSCE declaraba que existió una clara tendencia por parte del conjunto de los medios, especialmente lesiva en el caso de

los estatales, a favor de Rusia Unida y contra el PCFR. OSCE (2004): Russian Federation Presidential Election 14 March 2004: OSCE/ODIHR Election Observation Mission Report, Varsovia, OSCE/ODIHR, p. 15. En el Primer Canal, la principal televisión estatal rusa, la cobertura en los noticiarios en horario de máxima audiencia de Rusia Unida fue del 18,42% con un tono positivo o neutral,

Autoritarismo competitivo en Rusia campaña 50 ; el uso ilícito de “recursos administrativos” por élites que

ocupan cargos en el poder bien federal, bien regional 51 ; la eliminación selectiva de candidatos —A. Rutskoy, Y. Skuratov y A. Bykov, entre

otros, fueron desplazados en las elecciones de 2003— o amenazas para no llevar a cabo actos de campaña como manifestaciones, mítines o reparto de propaganda; la aplicación arbitraria de las normas de la

ley electoral por la Comisión Electoral Central 52 ; el uso de amenazas y sobornos; o la restricción del acceso de fuerzas de la oposición 53 .

Las irregularidades no se limitaron al periodo de campaña, sino también a la propia jornada electoral. La principal fuente de éstas ocurre durante el proceso de conteo y tabulación de los resultados anotados en las actas de los colegios electorales: es decir, el conjunto del proceso de agregación de los votos a nivel regional. La falsificación y manipulación del voto a nivel de las comisiones electorales regionales —especialmente en el Cáucaso y la región del

Volga— es una constante desde la transición 54 . Regiones como

mientras el PCFR recibió un 11,94% con una visión mayoritariamente negativa. Ibid., p. 16.

50 Los límites establecidos para el gasto en campaña son sobrepasados por los candidatos, pero rara vez la Comisión Electoral Central sanciona estas

violaciones.

51 La interferencia en la campaña electoral por parte de la administración y los medios de comunicación fueron dos de las principales críticas recogidos del

informe de la Misión de Observación Electoral de la OSCE en las elecciones parlamentarias de 2003: “una campaña caracterizada por desiguales oportunidades permitidas a los candidatos y partidos políticos en los medios […] y el uso de recursos administrativos (infraestructura y personal del Estado) para dar ventajas a ciertos candidatos y partidos”. OSCE (2004): Russian Federation Elections to the State Duma 7 December 2003: OSCE/ODIHR Election Observation Mission Report, Varsovia, OSCE/ODIHR, p. 12. Según informaron los observadores, en muchas regiones la propia sede de Rusia Unida estaba ubicada en edificios de la administración local o regional.

52 Belin, L. (2001): “Draft Law on Parties Contains Many Pitfalls”, RFE/RL Russian Political Weekly .

53 En Tatarstán, ni en 1991 ni en 1995 hubo alternativa electoral; en las siguientes elecciones se utilizó un candidato cebo. Mijailov, V.: “Democratization in Russia

and Regional Authoritarianism: Tatarstan and Bashkortostan”, en Hinteregger, G. y Heinrich, H. G. (eds.) (2004): Russia: Continuity and Change, Viena, Springer.

54 Donde incluso se dieron amenazas de posponer o cancelar elecciones entre 1993 al 2000. Shevtsova, L.: “Yeltsin and the Evolution of Electoral Monarchy in

Russia”, Current History (octubre 2000).

Rubén Ruiz Tatarstán, Bashkortostán o Daguestán han servido de base a

investigaciones sobre regularidades del fraude, así como las estrategias concretas para llevar a cabo el mismo: Mijailov elaboró una lista de estrategias para facilitar resultados a un particular candidato que incluían todo tipo de acciones para bien manipular el interior de las urnas, bien tergiversar el resultado del conteo y

agregación regional de las actas durante la jornada electoral 55 . Por su parte, Myagkov et al. 56 estudiaron los casos de Tatarstán, Daguestán, y Bashkortostán y concluyeron que un inesperadamente alto

porcentaje de votación —más si este favorece a un candidato específicamente— es un buen rastro del fraude electoral. Estos autores argumentan que los líderes regionales de territorios políticamente cerrados controlan los medios y buena parte de la administración y burocracia regional, lo que les permite inflar artificialmente el porcentaje de participación electoral y el voto de determinados

partidos 57 . Un último aspecto a reseñar fue la mayor incidencia de irregularidades en el medio rural que en el urbano.

Todo ello conduce a que los resultados electorales y el nivel de competición fueran altamente controlados. La consolidación de Rusia

Unida como “partido del poder” era un hecho 58 .

55 Mijailov, op. cit. 56 Myagkov, M., Ordeshook, P. C. y Shakin, D.: “Fraud or Fairytales: Russia and

Ukraine’s Electoral Experience”, Post-Soviet Affairs, vol. 21, nº 2 (2005), pp. 99- 131.

57 Si los cálculos de los autores son correctos, sacarían a la luz que Putin “se benefició de votos de Yavlinski, Zhirinovski y Ziuganov en el 2000”. Rusia Unida

se habría visto también beneficiada en 2003. Según estos autores, en dichas regiones —donde existió un estilo de participación electoral soviético, con índices

de apoyo a una opción superiores al 90%—, hubo un gradual incremento hasta 2003; pero en 2004 se produjo una implosión, ya que aunque hubo un descenso del 2% en el índice de participación de la federación, se produjo un incremento del 300% en el número de regiones que superaban el 90%. Ibid.

58 Tómense los siguientes datos de los resultados de 2003 como muestra de las regiones más vulnerables a acumular votos de Rusia Unida. Los diez mejores

resultados para este partido: república de Chechenia (80,9%), república de Mordovia (76%), república de Kabardino-Balkaria (74,7%), república de Tuvá (66,8%), república de Daguestán (65,6%), república de Tatarstán (59,5%), okrug autónomo de Agin-Buryat (58%), república de Ingushetia (57%), okrug autónomo

de Chukotka (54,4%), oblast autónomo Hebreo (52,2%). Otros resultados especialmente altos: oblast de Kemerovo (52,1%), república de Osetia del Norte

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