Autoritarismo competitivo: naturaleza y aplicación al caso ruso
2.1. Autoritarismo competitivo: naturaleza y aplicación al caso ruso
A veinte años de la desintegración de la URSS, el balance de la transición en el espacio postsoviético ofrece como resultado la consolidación de la democracia liberal en únicamente tres de las quince repúblicas: Lituania, Letonia y Estonia. El régimen soviético
ha sido sustituido mayoritariamente por nuevos autoritarismos o regímenes que combinan instituciones de la democracia liberal con instituciones y/o desempeños autoritarios, conocidos inicialmente
como regímenes híbridos 3 . Las primeras definiciones de este tipo de régimen, influidas por el llamado “paradigma de la transición” 4 ,
combinaban elecciones y un débil Estado de Derecho: “democracia
5 6 electoral” 7 , “democracias iliberales” , “democracia dirigida” . Como señaló Linz 8 estas conceptualizaciones erraron al incluir la palabra
“democracia” en la denominación de regímenes que abiertamente no lo eran. Nuevos conceptos enfatizaron la vocación autoritaria precisando la existencia de mecanismos competitivos y/o de
3 Karl, T.: “The Hybrid Regimes of Central America”, Journal of Democracy, vol. 6, nº 3 (1995), pp. 72-87.
4 Carothers, T.: “The End of the Transition Paradigm”, Journal of Democracy, vol. 13, nº 1 (2002), pp. 5-21.
5 Diamond, L. (1999): Developing Democracy: Toward Consolidation, Baltimore, Johns Hopkins University Press.
6 Zakaria, F.: “The Rise of Illiberal Democracy”, Foreign Affairs, vol. 76, nº 6 (1997), pp. 22-41.
7 Colton, T. y McFaul, M. (2003): Popular Choice and Managed Democracy: The Russian Elections of 1999 and 2000, Washington, Brookings Institution Press.
8 Linz, J. (2000): Totalitarian and Authoritarian Regimes, Boulder, Lynne Rienner, p. 34. .
Rubén Ruiz liberalización: “autoritarismo electoral” 9 , “semi-autoritarismo” 10 ,
hasta el más aceptado hoy de “autoritarismo competitivo” 11 .
Según Levitsky y Way, el autoritarismo competitivo se distingue del autoritarismo en la existencia de mecanismos constitucionales para
competir por el poder ejecutivo 12 . Por el contrario, lo que distingue a estos regímenes de las democracias liberales es la violación de al
menos uno de los tres siguientes atributos de la democracia: (1) elecciones libres, (2) amplia protección de las libertades civiles, y (3)
un marco razonable para la aplicación de las reglas del juego 13 . Precisamente, para estos autores, entre los ocho Estados postsoviéticos
por ellos examinados hay tanto regímenes autoritarios — Turkmenistán, Kazajstán, Uzbekistán, Federación Rusa y Bielorrusia— como regímenes autoritarios competitivos —Tayikistán, Kirguistán, Moldavia y Georgia—, pero solo tres de ellos han variado significativamente: Bielorrusia y la Federación Rusa habrían retrocedido hacia el autoritarismo pleno, mientras Ucrania habría
avanzado hasta la democratización. Levitsky y Way 14 analizan en profundidad el caso ruso. Según estos autores, con la llegada de Putin
a la presidencia el fortalecimiento del poder organizativo del régimen —estructuras del Estado y las del partido del poder—, junto a niveles bajos de linkage y leverage —o presión externa hacia la
9 Schedler, Andreas (2006): Electoral Authoritarianism: The Dynamics of Unfree Competition , Boulder / Londres, Lynne Rienner.
10 Ottaway, M. (2003): Democracy Challenged: The Rise of Semi- Authoritarianism , Washington, Carnegie Endowment for International Peace.
11 Levitsky, S. y Way, L. (2010): Competitive Authoritarianism: Hybrid Regimes after the Cold War, Cambridge, Cambridge University Press.
12 Para Levitsky y Way, en un régimen autoritario o bien no existen elecciones multipartidistas a nivel estatal, o bien se cumple uno de estos indicadores:1)
exclusión permanente de actores claves de las elecciones; 2) falsificación de los resultados electorales flagrante; 3) represión severa, impidiendo a grupos opositores operar, forzándolos al exilio o prisión. Mientras que en el autoritarismo competitivo: 1) Los criterios anteriores aplicables al autoritarismo pleno no existen; 2) existe un sufragio adulto amplio; 3) la autoridad de cargos electos no es restringida por la tutela de otros poderes; 4) se cumple al menos uno de los siguientes criterios: elecciones injustas y poco transparentes; violación de libertades civiles; aplicación desigual de las reglas del juego.
13 Levitsky y Way, op. cit., pp. 365-381. 14 Ibid., pp. 186-201.
Autoritarismo competitivo en Rusia democratización 15 —, permitió enviar a prisión y al exilio a actores
claves de la oposición y consolidar un gobierno autoritario. Ello, unido al excesivo control de los resultados electorales es, en su opinión, razón suficiente para ubicar a Rusia en el grupo de los autoritarismos.
En este capítulo se discuten dos de las conclusiones de estos autores respecto a Rusia: en primer lugar, se estima más apropiada la categorización de Rusia como autoritarismo competitivo teniendo en cuenta que —sin menospreciar la violación de principios democráticos esenciales— en Rusia el grado de liberalización y competición política posibilita, por ejemplo, movilizaciones opositoras o que existan tanto escaños parlamentarios como gobiernos locales en manos de la oposición; a diferencia de otros casos de autoritarismo pleno como Turkmenistán, Uzbekistán, Bielorrusia o Kazajstán, por citar aquellos pertenecientes al espacio postsoviético. En segundo lugar, se va a tratar de rebatir la dinámica de cambio del autoritarismo competitivo hacia el autoritarismo desde la etapa de Yeltsin a Putin, argumentando por el contrario que Putin no ha hecho sino consolidar aquello que fue diseñado, pero implementado con menor éxito, por Yeltsin.
En cuanto al análisis de la competitividad del régimen ruso, es justo mencionar que la dificultad de que surja una oposición viable en Rusia no depende únicamente de la represión y censura de las autoridades: Gelman asegura que el declive de la oposición tiene que
ver tanto con la oferta como con la demanda 16 . En el primero de los casos, prima la carencia de una voluntad de la oposición por aunar intereses electorales, el impacto del asunto Yukos, o el perfil de la personalidad de algunos líderes políticos como Ziuganov o
15 Levitsky y Way ofrecen un trabajo pionero sobre la influencia exterior occidental, por medio de linkages —vínculos políticos, económicos, diplomáticos,
sociales y organizacionales; así como flujos transfronterizos— y leverages — vulnerabilidad hacia la presión democratizadora—, como variable explicativa principal en la democratización de regímenes autoritarios o autoritarios competitivos. Sin embargo, la obra adolece de cierto occidentalismo —algo común a este tipo de literatura— al no integrar la posibilidad de que componentes
de esa acción exterior puedan tener efectos contrarios al cambio institucional. Dos posibilidades sostenidas entre otros por Hughes, Sasse y Gordon (2004) y Wedel (2001).
16 Gelman, V.: “Political Opposition in Russia: A Dying Species?”, Post-Soviet Affairs, vol. 21, nº 3 (2005), p. 227.
Rubén Ruiz Zhirinovski. El segundo caso se basa en apuntalar la popularidad de
Putin. Sin restar validez al postulado de Gelman, en este capítulo se va
a hacer énfasis, no obstante, en el intervencionismo ilícito por parte de la Administración Presidencial de Putin tanto en la oferta como en la demanda del mercado electoral ruso; tratando este aspecto como un mecanismo esencial en la estrategia por neutralizar el surgimiento de una oposición viable y, con ello, hacer menos vulnerable la “vertical
de poder” que ha caracterizado al régimen político putiniano. Así, el resto de la estructura del capítulo es la que sigue: inicialmente se ofrece una breve comparación de los elementos del sistema político ruso durante las etapas de Yeltsin y Putin; a continuación se analiza el concepto de “vertical de poder” y sus fases principales de establecimiento; en tercer y cuarto lugar se examina la intervención sobre la demanda y oferta políticas; para concluir con un análisis del doble contexto electoral de 2011 y 2012.