La vivienda pública de alquiler: retos y opciones

RECUADRO 19. La vivienda pública de alquiler: retos y opciones

Tanto en países desarrollados como en países resulta excesivamente costoso en términos econó- en desarrollo, se ha recurrido ampliamente a la

micos, financieros y sociales. Sin embargo, el modelo vivienda pública de alquiler como una solución al

completamente privado también tiene sus desven- problema de la vivienda para las poblaciones de

tajas. La clave reside en que la responsabilidad sea bajos ingresos. En el estudio de Nelliana Villoria

compartida entre los sectores público y privado y las Siegert (2004), “¿Qué hacer con la vivienda pública

organizaciones sin ánimo de lucro. Según el estudio, de alquiler? Retos y opciones” se analiza el caso

“en general, es recomendable optar por soluciones de la vivienda pública de alquiler y se presentan

intermedias que incluyan la participación de varios alternativas para mejorar los modelos existentes.

actores y en las cuales el Estado cumpla un rol de Se ha demostrado que el modelo según el cual el

facilitador del proceso de provisión de vivienda Estado es el único que proporciona y administra

asequible en los países de Latinoamérica y el Caribe, las viviendas de los ciudadanos con bajos ingresos

con lo cual se previene la saturación de su capacidad no ha sido totalmente exitoso, ya que a menudo

administrativa y fiscal” (Villoria Siegert, 2004:42).

de la visión enunciada, y se caracteriza por una crisis generalizada en el su- ministro de viviendas adecuadas, accesibles y seguras. Hay lecciones importantes y estrategias de intervención que se pueden extraer del enfoque de las políticas federales de vivienda pública del go- bierno estadounidense. HOPE VI es un programa desarrollado en 1993 por el Departamento de Vivienda y Desarrollo Urbano de Estados Unidos (HUD, por sus siglas en inglés), destinado a los proyectos de vivienda pública en condominios o barrios de viviendas de renta mixta (véase el recuadro 20).

Las alternativas al modelo de propiedad exclusiva del Estado son las corporaciones sin fines de lucro y las asociaciones público-privadas. La crea- ción de corporaciones sin fines de lucro constituye una alternativa menos rígida al sistema de vivienda pública (Lane, 1995). En Estados Unidos, de- bido a su estructura, estas empresas pueden solicitar subvenciones del go- bierno federal, estatal y local destinadas a la vivienda, y pueden del mismo modo recibir recursos procedentes de fondos privados. Por lo general, los representantes de la Autoridad de Vivienda Pública (PHA, por sus siglas en inglés) son miembros de la corporación. Las asociaciones compuestas de organizaciones privadas y de otras sin fines de lucro suelen conducir a re- sultados positivos en la gestión de las viviendas, ya que incorporan enfo- ques y métodos del sector privado a la capacidad de la PHA para abordar las complejas necesidades de los residentes. Por otra parte, las asociaciones público-privadas tienen particular éxito en la mejora de las condiciones ma-

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teriales de las comunidades al promover el desarrollo del capital humano, la prestación de servicios y avances en materia de seguridad (Lane, 1995).

El precio y la disponibilidad de suelo, especialmente en las zonas centrales, constituyen otro factor disuasivo para que la industria desarrolle