Análisis logit y probit

RECUADRO 17. Análisis logit y probit

Estas técnicas no requieren analizar el consumo o sión lineal para calcular los factores determinantes los ingresos auténticos. La variable endógena es una

de la pobreza (Coudouel et al., 2002a). En este caso, variable ficticia que asume un valor, que puede ser 1

se utilizará toda la información disponible con un o 0, según el individuo se clasifique como pobre o

logaritmo del indicador del bienestar como variable no pobre. El problema principal con las regresiones

endógena (suponiendo una distribución normal del de este tipo es que resultan sensibles a los errores

logaritmo) con regresiones sobre varias variables de especificación: los parámetros probit en general

exógenas referidas a variables de los hogares –distin- estarán desviados si la distribución no es normal.

guiendo el jefe de familia de los demás miembros–, Aunque se trata de técnicas apropiadas para fijar

localización geográfica y demás variables que puedan los objetivos a analizar –clasificando pobres y no

ser relevantes para el tipo concreto de encuesta. 1 pobres– y para examinar los factores determinantes de la pobreza transitoria cuando se dispone de datos

1 El valor indicador, por ejemplo el ingreso, también puede de panel, en general es más apropiado usar la regre-

normalizarse en términos de línea de pobreza.

pleo o del autoempleo y la exclusión social. Además, el grado de vulnerabi- lidad puede verse afectado por varios elementos, tales como la salud y la educación (con su impacto en la creación de capital humano), la asistencia pública, la falta de seguro y la restricción en el acceso al mercado del cré- dito (lo cual impide una reacción a los shocks adversos mediante una mo- deración del consumo). De acuerdo con los varios niveles de vulnerabilidad es posible distinguir: pobres transitorios, o personas con una baja probabi- lidad de quedar por debajo del umbral de la pobreza (aunque sean suscepti- bles de experimentar períodos de pobreza); pobres crónicos, expresión que designa a quienes tienen una alta probabilidad de caer por debajo del um- bral de la pobreza, y continuamente pobres, categoría que engloba a aque- llas personas que permanecen en situación de pobreza la mayor parte del tiempo. Cada uno de estos grupos requiere acciones y políticas específicas, y por eso es importante distinguir entre estos grupos y obtener información detallada sobre ellos.

En el contexto de esta argumentación, hay que señalar que la vulne- rabilidad es difícil de medir y requiere información sobre la dinámica de los indicadores de bienestar. Las medidas multidimensionales de bienestar re- sultan problemáticas porque tienden a pasar por alto la vulnerabilidad de las diferentes combinaciones de atributos que hoy llevan al mismo nivel de bienestar (Thorbecke y Mwabu, 2005). De hecho, la tasa de sustitución y complementariedad entre los diferentes componentes puede cambiar con el

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tiempo, de manera que si dos personas tienen diferentes combinaciones de atributos —como la educación y los ingresos— pero alcanzan el mismo nivel

de pobreza en el presente, ambas pueden ser vulnerables de manera dife- rente, ya que la persona con menores ingresos y mayor grado de escolaridad probablemente esté más capacitada para superar los shocks adversos. Otra cuestión para los individuos con una mayor exposición a las adversidades consiste en determinar si la incertidumbre sobre su futuro es parte de una pobreza multidimensional. De ser así, dicho factor debería incluirse en la medición de la pobreza. Esta hipótesis tiene una relevancia particular para aquellos individuos con una alta variabilidad de ingresos que se encuentran ligeramente por encima de la línea de pobreza, pero que aún así podrían ser considerados pobres. El análisis de la vulnerabilidad proporcionaría un perfil que tomaría en cuenta los cambios en los ingresos y los movimientos

de entrada y salida de la pobreza.

Recolección de datos cuantitativos Las tres fuentes principales de datos cuantitativos para la medición de la po-

breza son los censos, la administración pública y las encuestas. 27 Los censos ofrecen un registro completo de datos numerosos y heterogéneos acerca de las personas, las actividades productivas y los resultados de las políticas pú- blicas, además de brindar información a niveles muy bajos de agregación. Aunque se realicen con escasa frecuencia (a veces sólo una vez cada 10 años), los censos probablemente sean la fuente de datos más importante, además de proporcionar los denominadores de una serie de indicadores significativos de pobreza. No obstante, los censos por sí solos no permiten llevar a cabo una medición de la pobreza basada en los ingresos.

La administración pública es otra fuente de datos cuantitativos para la medición de la pobreza, ya que una cantidad considerable de datos se reco- pilan a través de sistemas de información y gestión financiera. Por ejemplo, las oficinas financieras, ya sean nacionales o locales, recogen datos sobre ingresos del fisco y gasto público en diferentes sectores. Los administra-

27 Los datos adicionales también se recaban mediante evaluaciones participativas que se utilizan principalmente para recopilar datos cualitativos, los cuales se analizan en la

siguiente sección.

PARTE II – MEDICIÓN DE LA POBREZA EN LOS CENTROS URBANOS 63

dores locales reúnen datos sobre el suministro de servicios públicos, el per- sonal empleado, la ubicación y asistencia a las escuelas, el rendimiento de los hospitales, y así sucesivamente. Los datos de los registros administra- tivos sirven como útiles indicadores intermedios para controlar las contribu- ciones positivas de un factor determinado en la consecución de resultados como escuela primaria universal, programas de empleo, asistencia social, etc. (Prennushi, Rubio y Subbarao, 2002). La otra categoría de indicadores necesarios para el seguimiento de las estrategias de reducción de la pobreza abarca los indicadores de impacto, los cuales miden el cumplimiento del ob- jetivo fijado (por ejemplo, la reducción del número de pobres, trabajadores informales y mendigos en el centro de la ciudad). La información sobre estos indicadores ha de ser recabada directamente de los beneficiarios a través de los métodos que se indican en los párrafos siguientes.

Para reunir información más específica, por ejemplo acerca de un grupo determinado de personas, a menudo es necesario diseñar un estudio que utilice un cuestionario estándar a partir de una muestra aleatoria de la población seleccionada, y que esté basado en las inferencias que el estudio

pretenda extraer. 28 El marco en que se sitúe la toma de muestras puede afectar al resultado. Por ejemplo, en una encuesta realizada sobre hogares en áreas de baja densidad de población se pueden ver alterados los datos finales, ya que la muestra de entrevistados representa una mayor propor- ción de la población que la misma muestra de una población de mayor ta- maño. O una encuesta puede representar en exceso a un determinado grupo si los encuestadores seleccionan dicho grupo con mayor frecuencia. Por otra parte, la selección aleatoria evita un sesgo en la selección que podría debi- litar la representatividad de una muestra muy grande en relación con la po- blación. 29

El hogar es en general la unidad de observación, aunque el análisis se pueda desagregar a escala individual. Por lo general, la observación con-

28 En Hentschel et al. (1998) se muestra que las encuestas pueden mejorar la información proporcionada en los mapas de pobreza del censo, aunque debe tenerse en cuenta que el

nivel de errores en la estimación de los índices de la pobreza no es pequeño. En Elbers et al. (2003) se presenta un procedimiento estadístico para combinar datos de censos y encuestas en el análisis de distribución.

29 Utilizando muestras aleatorias, es posible adoptar técnicas estadísticas para estimar el nivel de error de las muestras. A través de la derivación de la distribución de las estima-

ciones de la muestra, se obtiene una estimación de la probabilidad de intervalo donde se encuentra el verdadero (desconocido) parámetro de la población.

64 POBREZA EN ÁREAS CENTRALES URBANAS

siste en una única entrevista, a menos que el objetivo del estudio sea medir la evolución y la variabilidad del indicador de bienestar, como ocurre en el caso de la medición de la vulnerabilidad señalado anteriormente (puede también componerse de dos entrevistas, si el cuestionario es especialmente largo y complejo como en los Estudios de Medición del Nivel de Vida). 30

Para garantizar una cobertura completa, el estudio debería incluir tanto los ingresos como el consumo, y considerar en el segundo caso los gastos reales y el valor monetario estimado del resto del consumo que no implicó ningún pago, como los alimentos cultivados en casa o la ocupación

de un departamento en propiedad. Además, el diseño del estudio y la defi- nición de la muestra deberían tomar en cuenta el costo de la recolección de datos.

Con respecto a la cantidad de información que se pretende obtener mediante la encuesta, es posible identificar dos modelos diferentes: 1) en- cuestas que abarcan una muestra amplia y que buscan recabar una serie li- mitada de datos, y 2) encuestas que abarcan una muestra menor pero que incluyen un conjunto más extenso de preguntas. El Cuestionario sobre los Indicadores Básicos de Bienestar del Banco Mundial (CWIQ) y la Encuesta

de Medición del Nivel de Vida (EMNV) son ejemplos del primer y del se- gundo enfoques, respectivamente (Achikbache et al., 2002) (véase el re-

http://web.worldbank.org/

cuadro 18).

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Datos cualitativos

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Los datos cualitativos dan una idea de las percepciones de los hogares sobre su propia vulnerabilidad, así como también de las prioridades y oportuni- dades de las personas que componen dicho hogar, las barreras para la re- ducción de la pobreza y las diferencias locales. Además, presentan una identificación subjetiva de la línea de pobreza y una evaluación personal

de la calidad de los servicios recibidos. Los datos son útiles al evaluar, por ejemplo: i) la participación individual en redes sociales y en procesos pú- blicos de toma de decisiones, ii) la correlación de varios factores, como el género y la etnia en su relación con la pobreza, iii) el nivel y los fac-

30 En las encuestas longitudinales se entrevista a la misma unidad de observación durante un período prolongado.

PARTE II – MEDICIÓN DE LA POBREZA EN LOS CENTROS URBANOS 65