El lugar

4.3.2.1 El lugar

  Creta es una isla situada en medio del vinoso ponto (Hom. Od. XIX, 172), un puente entre Oriente y Occidente. Esta es una conclusión a la que su posición geográfica conduce con facilidad. Es además una concepción con múltiples implicaciones para la

  290 Helena González Vaquerizo, La Odisea cretense y modernista de Nikos Kazantzakis

  imagen cultural de los minoicos, que Kazantzakis comparte con Evans. Este último escribía en un artículo en el Times del 29 de agosto de 1894:

  Creta podría describirse como un término medio entre dos continentes. Situada en el extremo oriental del Mediterráneo, su costa meridional mira hacia Libia y Egipto, y cada extremo de la isla se extiende hacia Grecia a un lado y hacia Asia Menor al otro…, desde la Antigüedad, su posición excepcional ha hecho de ella el punto de encuentro natural entre los elementos europeos y orientales egipcios. Esta constante hibridación de Oriente y Occidente sitúa el estudio arqueológico cretense en un campo de interés mucho más amplio que el local. En el arte antiguo esta conjunción se nos presenta bajo el legendario nombre

  de Dédalo.

  La situación geográfica de Creta hizo de ella, a juicio de Evans, un lugar idóneo para los intercambios culturales, que fructificaron en un arte original. Kazantzakis también asigna a la localización de la isla un papel fundamental como puente entre culturas y crisol de civilizaciones:

  Creta fue el primer puente entre Europa, Asia y África; Creta fue la primera en iluminarse en toda la oscura Europa del momento. Y aquí el alma de Grecia cumplió la misión que le estaba destinada: llevó a dios a la medida del hombre. Las enormes esculturas impasibles egipcias y asirias se volvieron aquí en Creta pequeñas, graciosas, se movieron sus cuerpos, los labios sonrieron, y el rostro y la envergadura de dios tomaron el rostro y la envergadura del hombre. Una nueva humanidad vivía y jugaba en las tierras cretenses, original, distinta

  a los griegos contemporáneos, toda ella facilidad de movimiento y gracia y lujo oriental (Kazantzakis [1956] 2007: 151)

  Para el arqueólogo inglés las variadas influencias culturales que Creta recibió desde su Prehistoria posibilitaron a la civilización minoica un desarrollo artístico original y, en su momento álgido, incluso superior al arte egipcio y babilonio (Evans 1921-1935, II, 1: 286-287). Para Kazantzakis el mayor logro artístico de los minoicos fue llevar a dios a la escala del hombre. Lo mismo que Kazantzakis, Evans estaba convencido de la absoluta originalidad del fenómeno minoico en todas sus facetas.

  A juicio de Evans la cultura neolítica de Creta era fundamentalmente Anatolia

  (Evans 1921-1935: II, 1, 4) y por ello se encontrarían topónimos comunes en ambas regiones, como los montes Ida y Dikte (Evans 1921-1935: I, 6). Las influencias libias y egipcias se explicarían por el papel histórico de Knossos como centro de conexiones – quizá no solo comerciales– entre los Reyes Sacerdotes minoicos y Egipto, nunca por cuestiones de soberanía.

  4. LA ODISEA CRETENSE: 4.3 Arqueología relativa

  Igual que las tumbas egipcias con tributarios keftiou, una tapa de alabastro con el nombre y los títulos del rey hicso 142 Khyan (Evans 1921-1935: I, 418 y ss.)

  constituyeron para él una prueba de las relaciones con Egipto 143 . La presencia de monos y papiros en los frescos de MMIII se consideró sintomática de un contacto más estrecho

  con el Valle del Nilo a partir del establecimiento allí del Nuevo Reinado (Evans 1921- 1935: II, 2, 476).

  Kazantzakis no entra en detalle acerca de la naturaleza de las relaciones entre ambas regiones ni de Creta con Anatolia, aunque parece coincidir en general con las ideas de Evans. El cretense resume las relaciones de su isla con las civilizaciones vecinas con una metáfora: como si esta fuera una mujer y aquellas sus amantes, que la cortejan y ofrecen sus preciosos regalos. Situada en su trono, en mitad del mar, recibe los obsequios de sus cuatro amantes, los vientos: desde el norte el áspero Bóreas con su barba blonda le trae pieles gruesas de animales salvajes y esclavas fecundas, así como ámbar color miel; el viejo Poniente, con sus ajorcas de bronce en los tobillos, le ofrece plata y estaño; el amante de Oriente lleva aves de oro y perfumes preciosos y bálsamos encantados; y desde el sur el señor Noto trae el marfil, cartas y amuletos milagrosos (Kaz. Od. E, 514-533). Creta, que en esta descripción recuerda a una odalisca, posee un gobierno autónomo y sus relaciones con las culturas que la rodean son comerciales. Entre todas estas la isla parece tener la posición más elevada, pues es la que recibe los favores y regalos de los países que la pretenden.

  Kazantzakis escogió Creta como escenario de varias rapsodias de la Odisea por muchas razones, entre ellas, que él mismo era cretense y que tenía el precedente de los falsos relatos de Homero. También hizo que su héroe visitara Esparta, que, como hemos visto, describe como Micenas, y que alcanzara después el Nilo y recorriera Heliópolis, Tebas y el Valle de los Reyes de los faraones. Esparta (Micenas) y Egipto eran, como Creta, escenarios de Homero y eran lugares conocidos por el autor. Lo que llama la atención es que todos estos lugares sean centros de interés de la arqueología del momento y que la acción de la Odisea se localice en yacimientos recientemente excavados: Micenas y el Peloponeso por Schliemann, Knossos y Creta por Evans, Hogarth, Levi, Halbherr, etc., el Valle de los Reyes, el Laberinto de Hawara y otros

  142 Los hicsos fueron un pueblo del cercano oriente que se hizo con el poder en el Bajo Egipto a mediados del siglo XVII a.C. (Cf. Apéndice 8.2.1).

  143 Para una aproximación reciente a las relaciones entre Creta y Egipto cf. Phillips, J. 2008 y Karetsou 2000.

  292 Helena González Vaquerizo, La Odisea cretense y modernista de Nikos Kazantzakis

  lugares de Egipto por K.R. Lepsius, H. Carter y F. Petrie. La influencia de la arqueología en la localización de los escenarios de la nueva Odisea parece, por tanto, definitiva.