EL MODERNISMO GRIEGO

5.2 EL MODERNISMO GRIEGO

  Tradicionalmente se ha considerado que en Grecia el Modernismo 249 es algo posterior a Europa. De hecho, las primeras traducciones de autores modernistas como

  Joyce, Gide o Woolf al griego son de 1936, y el movimiento se asocia a la generación

  de 1930 y a autores como el Seferis de Mythistorima (1935) o el Embirikos de Ypsikaminos (1935). Sin embargo, como señala Beaton (2011: 234-5) ya en 1906 y 1907 el joven Pericles Yannopoulos publicaba trabajos propios del decadentismo francés que no parecerían fuera de lugar en una colección de ensayos del Modernismo europeo.

  Yannopoulos se había erigido a sí mismo en apóstol de la grecidad, propugnando un nacionalismo extremo que combinaba con una forma de escribir, de vivir e incluso

  de morir 250 , más acordes con el espíritu europeo. Su ejemplo ilustra los dos polos del Modernismo griego –la identidad nacional basada en el pasado helénico y el fuerte

  deseo de entroncar con la modernidad europea– y su dilema: cómo ser moderno y griego al mismo tiempo (Beaton 2011: 235). El mismo gusto por el decadentismo se encuentra en la primera novela de Kazantzakis, Serpiente y Lirio (1906), así como las influencias de Ibsen y Nieztsche. La preocupación por la grecidad, central en sus obras

  de madurez, está muy pronto en su Odisea, pero también es el tema del Dodecálogo del gitano (1907) de Palamas, donde un gitano, es decir, un outsider, cuestiona los pilares

  de la cultura griega. Otro tanto hace, primero desde el seno de la cultura y la herencia griegas y cada vez más alejado de ellas, el héroe de la Odisea de Kazantzakis. El poema

  de Palamas presenta además fragmentación de la coherencia narrativa, como el de Kazantzakis, y experimentos métricos cercanos al verso libre. Por último, la preocupación por redefinir la identidad griega es una constante en la poesía de Kavafis, quien al intentar reconstruir el pasado colectivo de su pueblo entronca con el Modernismo.

  A pesar de ello ningún escritor griego anterior a 1930 ha recibido el título de

  modernista, si bien a medida que avanzan los estudios esto podría cambiar (Beaton 2011: 235).

  249 Sobre el Modernismo griego cf. Alexiou Lambropoulos 1985, Beaton 2011: 234-246, Layoun 1990, Ricks (ed.) 2003, Tziovas 1997, Vitti 1977.

  Yannopoulos se suicidó en 1910 disparándose un tiro en la sien a lomos del caballo que había cabalgado hasta el mar (cf. Beaton 2011: 234).

  404 Helena González Vaquerizo, La Odisea cretense y modernista de Nikos Kazantzakis

  El Modernismo griego nace en el contexto de la Catástrofe de Asia Menor con el manifiesto Elefthero Pneuma (1929) de Theotokas: Europa, a pesar de todas sus diferencias, es una unidad y Grecia debe encontrar su lugar en ella.

  Entre los autores canónicos del Modernismo griego Tziovas (1997: 5) distingue a los modernistas más tradicionales y apegados a la tradición como Seferis, Elytis y algunos rasgos de Palamas, de los vanguardistas como Karyotakis, Embirikos o Engonopoulos y, en parte, también Kavafis. Hay una “Generación del 30” ubicada en Atenas en torno a la publicación Ta Nea Grammata (Las nuevas letras), una periferia cosmopolita, representada por los más vanguardistas, y una “Escuela de Tesalónica”, que se da a conocer en la revista Makedonikes Imeres (Días macedonios).

  Todos estos autores conocen y utilizan el método mítico en obras fundamentalmente poéticas donde el pasado clásico y el bizantino se funden con el presente. Asimismo presentan varias de las características del Modernismo europeo: autores como Seferis, Kosmas Politis o Theotokas conocen la movilidad típica de la época, pues se ven forzados a abandonar Asia Menor; por su parte, la retórica del fin de siglo forma parte del imaginario griego moderno. Los modernistas helenos hablan de principios y finales, continuaciones y rupturas, declives y decadencia, al tiempo que señalan el problema conceptual, estético y político de la periodización (Kolocotroni Taxidou 1997: 11). El problema del tiempo circular, recurrente y fragmentado se plantea así en sus escritos (Tziovas 1997: 34-35): aspiran a convertirlo en espacio al fundir pasado, presente y futuro.

  El Modernismo griego combina el racionalismo y la modernidad occidentales con la espiritualidad oriental y la ortodoxia (ibídem 1997: 28). La Generación del 30 es helenocentrista, rasgo que contrasta con la universalidad del Modernismo europeo (Vayenas 1997: 45). La mayor parte de ellos utilizaron el pasado y la tradición popular. Otros, considerando que las canciones populares (dimotika tragoudia cf. 4.2.2) eran las canciones del pueblo esclavizado, lamentaron que la Grecia liberada no se liberara de ellas (Theotokas [1929] 2002: 24-25).

  La problemática fundamental es, por tanto, la de la tradición y la modernidad: En el contexto del Modernismo griego textualidad se asocia a experimentación, auto- referencialidad y artificio, proporcionando así una conexión con los modos occidentales, pero también un vínculo intertextual con textos más tempranos (griegos y no griegos) (Tziovas 1997: 33).

  5. LA ODISEA MODERNISTA : 5.2 El Modernismo griego

  El descubrimiento de la ‘grecidad’ por parte de la Generación del 30 sería imitado, según Vitti (1977: 194), por Kazantzakis 251 .

  Para Seferis, Elytis (y también para Kazantzakis) hay un dilema entre escribir para sí o para los otros, que la escritura sea un pharmakos individual o un vehículo de cambio social (ibídem 1997: 32). A Kazantzakis le obsesionaba la idea de ser un “chupatintas” y escribir solo para calmar su angustia, siendo incapaz de vivir una vida plena y ser un hombre de acción, un líder capaz de cambiar el mundo. Seferis dice en

  Kyriaki: prefiero una gota de sangre a un vaso de tinta 252 .

  Existe un interés importante del Modernismo griego por la tradición épica y un buen número de poemas largos, escritos entre 1900 y 1960, que lo atestiguan y que podrían estudiarse como parte de un fenómeno al que también pertenecería la Odisea de Kazantzakis: O Dodekalogos tou Gyftou (El dodecálogo del gitano, 1907) de Palamas; I syneididi tis pistis (La conciencia de la fe, 1917) de Sikelianos; Mithistorima (Cuento, 1935) de Seferis; Amorgos (1943) de Gatsos; Bolivar (1944) de Engonopoulos, Romiosini (Grecidad, 1945-1947, publicado en 1954) y To Axion Esti (1959) de Elytis. Algunas de estas obras son fruto de las circunstancias de la Guerra Civil griega y no son ajenas al resurgimiento de la épica en obras modernistas como los Cantos de Pound (cf. Beaton 2011: 242).

  Por otra parte, una novela como Argo, de Theotokas, toma el mito de Jasón y su legendario viaje como una metáfora de la juventud griega de los años 20, de manera similar a como Joyce había hecho en Ulises (Beaton 2011: 237), pero también similar al papel de Odiseo en la épica de Kazantzakis y de Teseo en varias de sus obras (cf. 5.4.2). En todos estos casos nos encontramos ante el uso del mito como contrapeso a la modernidad. Este “método mítico” era especialmente apropiable por parte de los autores griegos, que poseían recursos míticos abundantes y que surtían de ellos al resto del continente. Al mismo tiempo, estos autores se sienten obligados a romper con el mito y la tradición que puede llegar a resultar un lastre, como expresan Seferis y Elytis en sus poemas, pero también Kazantzakis. En ocasiones, los griegos encuentran la solución a sus dilemas identitarios reclamando como propia la herencia helena y su conexión con las tradiciones vivas del pueblo griego. El “método mítico” alcanza en Grecia su apogeo en la más conseguida de las novelas modernistas griegas, la trilogía Ciudades a la

  251 Sobre la aparición de este rasgo en un período modernista cf. Tziovas 1989. 252 Evoca a Nietzsche (1987: 69): Escribe tú con sangre: y te darás cuenta de que la sangre es espíritu.

  406 Helena González Vaquerizo, La Odisea cretense y modernista de Nikos Kazantzakis

  deriva de Stratis Tsirkas ([1960-65] 2011). El protagonista de El Club, Ariadna y El murciélago se llama Manos, un nombre que alude, como el de Manolios en el Cristo de

  nuevo crucificado de Kazantzakis, al sacrificio de los personajes 253 . Perdido en sus viajes recuerda a un Simbad o un Odiseo; ayudado por una mujer en la resistencia de

  Alejandría se parece a Teseo; es un Edipo ante la esfinge y un rostro proteico cuando se convierte en espía.

  A pesar de los paralelismos, no podemos dejar de señalar que Kazantzakis no

  pertenece a la Generación del 30. En ello coinciden la crítica y los protagonistas del período, que rechazaron el “metacomunismo” de Kazantzakis, lo mismo que la Idea délfica de Sikelianos. Kazantzakis, no obstante, tradujo a los poetas españoles que tan influyentes serían para el modernismo griego: Juan Ramón Jiménez, Antonio Machado, Miguel de Unamuno, Pedro Salinas, Federico García Lorca, Rafael Alberti y Vicente

  Aleixandre 254 .

  253 Enmanuel significa en hebreo ‘Dios está con nosotros’. 254 Las traducciones se publicaron en dos números de la revista Kyklos en 1933.

  5. LA ODISEA MODERNISTA: 5.3 El Modernismo de Kazantzakis