La tecnología en la voz: el double-tracking

10.2.2 La tecnología en la voz: el double-tracking

  Si en el rock‘n‘roll de los años cincuenta el eco será el efecto sonoro que distinga las voces –siendo el caso paradigmático la grabación de la voz de Elvis Presley

  en los estudios Sun Records, de Sam Phillips-, 340 el double-tracking será la técnica de grabación vocal que se imponga en el rock de los años sesenta. Se trata de un efecto

  sonoro bastante simple hoy en día. En aquel momento produjo un tipo de voz o carácter vocal muy preciso. El ejemplo es John Lennon: en sus canciones grababa dos pistas idénticas de voz, que luego sonaban al unísono. El resultado eran dos voces iguales sonando como una. O, lo que es lo mismo, una voz, sonando con el grosor de dos voces. En todo caso, el ―efecto dependerá de las diferencias naturales de cada pista (track), aunque éstas se deben minimizar en su ejecución. A menudo, los cantantes usaban esta técnica con sus voces para esconder aquello que creían o estimaban como una debilidad o defecto‖ (MacDonald, 2005:480).

  340 Cfr., por ejemplo, ―Mystery Train‖, canción en la que se aplica eco generosamente a la voz y al resto

  de la instrumentalización.

  Se trata de un efecto difícil de detectar en muchos casos, pues aun sabiendo de su existencia, no está claro a veces si se trata del mismo cantante haciendo dos veces la misma voz o si se trata –como ocurre con muchas canciones de los Beatles- de algún tramo en que dos voces distintas cantan al unísimo en la misma octava. Un ejemplo de double-tracking es el tratamiento dado a la voz de ―A hard day‘s night‖. La canción se grabó primero en una toma grupal, los Beatles tocando –voces, guitarras, bajo y batería- , luego se le agregaron capas sonoras de percusión, el solo de guitarra y piano (quizá el primer uso de cintas ralentizadas para alterar las velocidades), el arpegio de guitarra con

  que se cierra la canción, y una línea vocal más. 341 El efecto fue la aparición de una voz con un sonido profundo y contundente, sostenido.

  ¿Qué incidencia tuvo esto en su ―appeal‖? Comentando el disco Revolver de los Beatles (1966) para la revista Disc and Music Echo Magazine, Ray Davies habla del efecto sexy dado a las voces mediante el double-tracking, más precisamente, comentando la canción ―Taxman‖, señala que,

  ―Suena como un cruce entre los Who y ―Batman‖ [la canción de la serie televisiva]. Es un poco limitada, pero los Beatles lo superan mediante el sexy double-tracking. Es

  sorprendente lo sexy que puede sonar una voz con el double-tracking‖. 342

  Un efecto que Lennon usaba para disimular su propia voz –lo mismo que pedía aplicar grandes cantidades de eco- se transforma en la seña sonora identitaria del rock, y en parte de esa ―estética de la sensualidad‖ mencionada por Peter Wicke. En el caso de

  El orden correcto de grabación de ―A hard day‘s night‖, según Ian MacDonald, fue así: el backing- track o instrumentalización básica se grabó en mono; se hicieron nueve tomas y se eligió la quinta. A esta toma se agregaron las voces (nuestro double-tracking mencionado), luego se agregó una línea de percusión, una guitarra acústica, y el solo de guitarra y piano mencionado (MacDonald, 2005:115). 342 La referencia al double-tracking en esta canción es injusta si nos atenemos a MacDonald (2005). Cfr.

  más abajo el listado de canciones donde hay aplicación del double-tracking a las voces de los Beatles. No aparece ―Taxman‖. Sin embargo podría tratarse del uso del ADT o double-tracking automático.

  los Beatles, el double-tracking se usó, tal vez de forma abusiva, en casi todos los discos. 343

  Canciones de los Beatles con la voz en double-tracking (según MacDonald, 2005)

  Canción

  Año

  Canción

  Año

  A taste of Money

  Got to get you into my life

  Thank you girl

  Love you to

  Devil in her Heart

  I'm only sleeping

  Please Mr. Postman

  I want to tell you

  It won't be long

  Here, there and everywhere

  Roll over Beethoven

  A day in the life

  All my living

  Good morning, good morning

  I wanna be your man

  Fixing a hole

  Not a second time

  Being for the benefite of Mr. Kite!

  Don't bother me

  Lucy in the sky with diamonds

  Can't buy me love

  Getting better

  I should have known better

  She's leaving home

  A hard day's night

  Baby you're a rich man

  It's all too much

  I'll cry instead

  I am the walrus

  Slow down

  Blue jay way

  I'll be back

  Hello goodbye

  Things we said today

  Lady Madonna

  Every little thing

  Hey bulldog

  No reply

  I feel fine

  Sexy Sadie

  Ticket to ride

  While my guitar gently weeps

  Another girl

  Mother nature's son

  I need you

  Back in the USSR

  Dear Prudente

  The night befote

  Glass onion

  You like me too much

  Happiness is a warm gun

  You're going to lose that girl

  Savoy Truffle

  Martha my dear

  It's only love

  Long, long, long

  Norweigian Word

  Day tripper

  Golden Slumbers

  If I needed someone

  Carry that weight

  In my life

  Sun King

  We can work it out

  Mr. Mustard

  Nowhere man

  Polythene Pam

  I'm looking through you

  Incluso en Please, please me (1963) el primer álbum de los Beatles, y el más sencillo en su producción, hay algún pasaje en el que George Martin usó esta técnica. Más concretamente, en algunos pasajes de la línea vocal de Paul McCartney en ―A taste of honey‖.

  En el cuadro podemos ver todos los casos de canciones en los que se recurrió al double-tracking vocal. Esta lista está confeccionada a partir del texto de MacDonald

  (2005). 344 Año a año, se puede ver que la discografía Beatles se hizo siempre teniendo en cuenta este recurso técnico. Ahora bien, como mencionaba un par de párrafos antes,

  si intentamos detectar el uso del double-tracking en la discografía de los Beatles, nos toparemos con casos vocales que suenan robustos, con cuerpo, pero no porque se deba al uso de esta técnica de grabación, sino a que McCartney y Lennon, por ejemplo, están cantando la misma línea vocal –como ocurre con algunos tramos de ―Eight days a week‖ o ―Tell me what you see-, generando una voz nueva. En el caso de ―Eight days a week‖, la voz que emerge –no cuando están haciendo armonías- es la de Lennon aumentada, como si la voz de McCartney se subsumiera a ella.

  El listado que aquí traemos, se refiere exclusivamente al double-tracking hecho

  de forma ―tradicional‖, como se hacía desde los años cincuenta, grabando una segunda línea vocal idéntica a la primera. A partir de 1966 nos encontramos con el desarrollo de la tecnología ADT (Automatic Double-Tracking), avance o descubrimiento hecho por Ken Townsend, técnico de sonido empleado de los estudios EMI en Abbey Road. El ADT consistía, a diferencia de la forma tradicional o manual de double-tracking, en tomar la señal sonora de la voz y dividirla en dos, generando una ínfima diferencia de tiempos entre ambas divisiones (la quinta parte de un segundo), lo que otorgaba una

  344 Tomo los datos dados por MacDonald como buenos. Hay casos en los que me cuesta fiarme de él, pero como progresivamente voy quedándome sordo, tampoco puedo fiarme por completo de mis sentidos. En

  ―A day in the life‖, donde, según MacDonald, se usa el double-tracking manual, si intentamos oír, escuchamos la voz doblada sólo en la parte final de la canción –después del intermedio de McCartney. Puede llamar a engaño pues también se aplica una generosa ración de eco a la voz de Lennon. Es decir, la aplicación de este dispositivo o técnica de grabación no significa la aplicación general, pudiéndose usar únicamente para ciertas partes de la canción. Luego está la canción ―I call your name‖ (1964), que en el libro de MacDonald no figura como grabada con el uso del double-tracking: su audición lo desmiente. Sobre todo a partir de la segunda estrofa. Luego hay casos que MacDonald no estima en un principio como grabados con la técnica del double-tracking, pero que sin embargo deja la puerta de la duda abierta al comentar que podría ser posible haberse usado la técnica, por ejemplo con las canciones ―Little child‖ (1963) (MacDonald, 2005:96) y ―Any time at all‖ (1964) (ibíd.:120).

  sensación de robustez sonora muy similar a la brindada por el double-tracking manual. La primera vez que se usó el ADT fue en ―Tomorrow never knows‖ (Revolver, 1966).

  Esta forma automatizada de double-tracking nos retrotrae de nuevo a Charles Keil y la incorporación, mecanización mediante, de las discrepancias participatorias en la música grabada –sobre todo si el sexy double-tacking de ―Taxman‖ lo es finalmente gracias al ADT-, así como además señala el punto de contacto o de paso de un campo de actividad musical High Fidelity, siguiendo la conceptualización de Thomas Turino, a uno de studio audio art. El double-tracking nace como una forma de grabar las voces para que, en su reproducción, suenen mejor, menos desafinadas, con más cuerpo. Y luego se transforma en una manera de hacer sonar al rock: se aplica a todos los instrumentos. Se convierte en parte de la ―estética genuina‖ del rock.

  Ese oído que busca eliminar asperezas o desafinaciones y que motiva la música occidental, y que va del Renacimiento a Bach, y de la implementación de una escala temperada a la creación del piano como culminación del proceso racionalizador occidental acaecido desde finales de la Edad Media (Weber, 1977b), parece dudar, como queriendo introducir o dar pie a esas asperezas adrede. Queriendo eliminar una voz débil, dándole fuerza y cuerpo, queriendo eliminar las discrepancias participatorias, se genera una voz múltiple y a la vez unísona, revitalizante, cuyos efectos no evitan la participación.

  Mientras que el eco, como dispositivo, traducía un aura, una profundidad, presentaba una personalidad futurista, y daba sensación de cierta cercanía etérea, el double-tracking, y más precisamente el double-tracking manual, según la habilidad desarrollada en el estudio, podía presentar al menos dos características distintivas: según se acomodara de mejor o peor manera la segunda pista de una misma voz. En el caso de los Beatles y su sexy double-tracking, tenemos un rango similar de casos, que van de Mientras que el eco, como dispositivo, traducía un aura, una profundidad, presentaba una personalidad futurista, y daba sensación de cierta cercanía etérea, el double-tracking, y más precisamente el double-tracking manual, según la habilidad desarrollada en el estudio, podía presentar al menos dos características distintivas: según se acomodara de mejor o peor manera la segunda pista de una misma voz. En el caso de los Beatles y su sexy double-tracking, tenemos un rango similar de casos, que van de

  A un extremo, en este rango estaría la

  ejecución perfecta, en la que el cantante que duplica su voz calca ambas ejecuciones. El efecto acústico es el de la robustez sonora de la voz (―I feel fine‖, por ejemplo), y nos presentaría una voz más centrada, sostenida y afinada. En el otro extremo, en el de una ejecución –nunca completamente- desigual y a destiempo (―Matchbox‖, por ejemplo), si bien los problemas de afinación y control vocal son relativamente superados, estaríamos

  –al enfrentarnos a esas nunca completas desigualdades o desafinaciones- 346 ante un efecto acústico de duplicación auditivamente reconocible.

  Cuando Ken Townsend invente el ADT, el double-tracking manual, como muestra el listado más arriba, no dejará de usarse en las sesiones de grabación de los Beatles. El ADT servirá para economizar pistas o canales de audio, pero habrá algo de esta técnica que la mantenga siempre –al menos durante la carrera discográfica de los Beatles- como una opción válida y preferible para la producción de la voz.