El habitus como matriz generadora

2.2.3 El habitus como matriz generadora

  Como sistema perdurable y transponible de esquemas de percepción, apreciación y acción, que son resultantes de la institución de lo social en los cuerpos y en los campos, el habitus bourdiano se desenvuelve por un lado como una estructura perceptiva y clasificante, y, por el otro, como una estructura generativa de (o estructura

  que genera) la acción práctica. 65 De ahí el impacto que el pensamiento de Bourdieu ha

  hablando del kyudo japonés: ―La cultura japonesa promueve prácticas que están diseñadas para persuadir la no-dualidad en existencia. Estas formas están diseñadas para forzar el pasaje entre partes del cuerpo y del mundo de modo que puedan trabajar juntos. Los dos contrarios no se vuelven uno pero permanecen perpetuamente en el proceso de volverse uno, al mismo tiempo que además se desintegran constantemente en dos‖ (2013:146). Bar-On Cohen ve en la práctica de kyudo y su persuasión de la no- dualidad una forma de superar los dualismos maniqueos que acosan al pensamiento occidental y sociológico.

  64 Veremos, así mismo, que el rock de los sesenta, aunque luego haya establecido prácticas que a día de hoy persisten, se fundamentó en una serie de prácticas que están situadas temporalmente en una franja

  relativamente reducida (si seguimos usando como patrón de comparación el proceso civilizatorio) y que podemos brevemente resumir llamándoles estadio analógico, el cual no sólo abarca al rock de los sesenta, sino que comienza en la posguerra y llega hasta los años ochenta, con la institucionalización de las tecnologías digitales que ya estaban presentes en mucha de la producción musical y rockera de la segunda mitad de los años setenta.

  65 ―El objeto de la ciencia social no es ni el individuo […] ni los grupos en tanto conjuntos concretos de individuos, sino la relación entre dos realizaciones de la acción histórica […] La doble y oscura relación

  entre los habitus, sistemas perdurables y transponibles de esquemas de percepción, apreciación y acción resultantes de la institución de lo social en los cuerpos (o en los individuos biológicos) y los campos, entre los habitus, sistemas perdurables y transponibles de esquemas de percepción, apreciación y acción resultantes de la institución de lo social en los cuerpos (o en los individuos biológicos) y los campos,

  los modos en que se crea y organiza el mundo. 66

  Esta apreciación del habitus como matriz generadora es uno de los puntos que más me interesa de Bourdieu, y al que volveremos recurrentemente, porque permite

  pensar en términos formales el acto mágico de la creación. 67 Será en Las reglas del Arte donde Bourdieu proponga (o resuma) sus mejores ideas para situar y analizar el acto

  creador. Desde la institucionalización de una forma de apreciar el mundo, 68 hasta el ordenamiento del campo en función de una illusio o creencia, 69 podemos comenzar a

  sistemas de relaciones objetivas que son el producto de la institución de lo social en las cosas o en mecanismos que poseen la casi-realidad de los objetos físicos. Y […] todo aquello que surge de esta relación […] las prácticas y las representaciones sociales o los campos, cuando se presentan bajo la forma

  de realidades percibidas y apreciadas‖ (Bourdieu, 1995:87).

  66 ―El habitus es a la vez, en efecto, el principio generador de prácticas objetivamente enclasables y el sistema de enclasamiento (principium divisionis) de esas prácticas. Es en la relación entre las dos

  capacidades que definen al habitus –la capacidad de producir unas prácticas y unas obras enclasables y la capacidad de diferenciar y de apreciar estas prácticas y estos productos (gusto)- donde se constituye el mundo social representado, esto es, el espacio de los estilos de vida‖ (Bourdieu, 1988:169-70).

  67 Cuestión que le vale al sociólogo el rechazo de aquellos que creen en el campo y en el poder creador del artista o la corriente (Bourdieu, 1999:171). Sobre el rechazo a la intromisión savant o escolástica

  volveremos más adelante.

  68 ―La construcción social de campos de producción autónomos –señalará Bourdieu- va pareja a la construcción de principios específicos de percepción y de valoración del mundo natural y social‖

  (Bourdieu, 2002:201)

  69 Según Bourdieu (2002: 339) quien produciría el valor de la obra de arte no sería el artista como, en

  cambio, el campo de producción en tanto que universo de creencia.

  pensar que los mundos del arte son un ejemplo clarísimo de la manera en que se estructuran las sociedades humanas.

  Al hablar de principios generadores y sistemas de clasificación, Bourdieu nos permite preguntarnos por las relaciones internas dentro del campo del rock y la manera en que las prácticas se generan y establecen con miras precisas a una forma de producción cultural: en nuestro caso, el disco de rock. Quizá por fallar a la hora de poner el acento en las dimensiones tecnológicas de la vida moderna –que es en definitiva lo que critican a Bourdieu, por ejemplo, tanto Hesmondhalgh dentro de los estudios de música popular y medios de comunicación, como Latour desde la sociología

  de la ciencia- es que nadie se ha puesto a indagar en la fórmula generadora de los habitus de rock y de su producción cultural encarnada en la artefactuación del disco.

  Producto de un entrenamiento en un entorno socializado, el habitus refiere a las disposiciones generadas con arreglo a un marco de sentido. ―Siendo producto de la historia, [el habitus] es un sistema abierto de disposiciones, enfrentado de continuo a experiencias nuevas y, en consecuencia, afectado sin cesar por ellas‖ (1995:92). Es inmanente a las prácticas generadas en un entorno de sentido que el habitus, como sensibilidad, sea una encarnación temporal de un sentido práctico, estructura estructurada y a la vez estructurante que genera prácticas en los horizontes de las prácticas en que se generaron. De este modo, el habitus resulta capital para la pregunta sobre la corporalidad: permitiéndonos pensar la corporalidad en la interacción y estructuración social, en medio de ellas, devuelve el cuerpo al centro del espacio social y al centro de la mirada sociológica: permite apreciar la base de la acción en el soporte

  corporal, 70 y así como los cuerpos se estructuran según las disposiciones con que se juegue en el campo social que se trate, participan también en las condiciones de

  70 Sobre el establecimiento de sentidos en torno a la acción social, partiendo de la dimensión corporal, cfr. Fernando J. García Selgas (1994).

  posibilidad que generan esas disposiciones. Pero, además, la sociología bourdiana, en ese amplio alcance que la caracteriza, y teniendo en cuenta, eso sí, las limitaciones que habremos de encontrar debido a las lagunas o ausencias propias frente a las nuevas tecnologías o la cultura de masas anglosajona, nos permite situar en un mismo plano la dimensión corporal del rock con la dimensión creativa del mismo.